
No me ha sorprendido demasiado. Y las películas japonesas me suelen sorprender, y mucho.
Director desconocido para mi, que no había visto nada suyo.
Muy centrado en la problemática de las geishas, prostitutas al fin y al cabo, más o menos sofisticadas, pero prostitutas.
La lucha moral de la hija de la dueña del burdel entre su repulsión moral por el trabajo que tiene su madre y el agradecimiento por la vida que le ha proporcionado el status económico que le patrocina ese negocio está bien planteado.
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