Última película de un grande de verdad. Es curioso esto de las últimas cintas de los monstruos sagrados, pero hay algunas decentes, otras pasables o otras malas... Esta está a medio camino entre pasable y decente. Otros directores fracasan estrepitosamente en sus últimas películas. El caso típico es Billy Wilder, que se despide con Aquí un amigo, y luego vive 20 años más... en los que nadie se acerca a él para que dirija una cinta.
También es curioso el tratamiento que los grandes le dan al racismo. Esta es una muestra de ello, y la de Premiger: "La noche deseada" es otra. Ésta me ha gustado más que aquella, sin duda. Aunque probablemente aquella sea mejor película, y recuerdo que estaba muy cansado, que era domingo y que el metraje estaba mal indicado en la carátula.
Algo le falta a esta película para ser redonda, me llama la atención el final, que explica el título, pero no parece que la actuación del abogado se conociese para este final. Me parece raro, muy raro, distinto.
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