Trabajos de este tipo forjaron la leyenda del duro con corazón, del hombre de principio que simplemente no tuvo más elección vital que dedicarse a ser un mafioso... Y claro, la lucha entre lo que pretende y lo que es capaz de hacer hace que su interior está convulso, agitado, dificultando el natural equilibrio necesario para vivir y para desarrollarse, para amar y para disfrutar.
Irene Manning para mi es una desconocida. No tiene la dulzura de cara que se le presume a un femme fatalle, ni tampoco la fuerza necesaria para empujar el papel, más allá de ser correcta y desarrollar bien el papel que le toca.
Es una película que se deja ver, en algún momento te vas de ella, hay algún argumento circular poco claro, de ida y vuelta y algunas escenas no han envejecido bien, como, por ejemplo, la persecución de la policía en coche por la nieve. Ahora sería espectacular, pero seguro que en la época fue todo un hito.
Por otro lado la fuga de la prisión no está bien conseguida, parece algo al alcance de cualquiera y no parece que eso sea lo propio y característico de una prisión.
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