Interesante película, con un Lancaster estelar, como siempre. Probablemente el mejor actor versátil de la historia, más incluso que James Mason o Anthony Quenn, que ya es decir.
Trama interesante aunque quizá alguna explicación más sobre los cuadros, de dónde fueron sacados, porque fueron robados y acumulados por los nazis y el propósito de la resistencia por mantenerlo en territorio francés. Pero es una buena película, con un metraje quizá excesivo una veintena de minutos. Son dos horas y diez minutos, demasiado.
Era la mejor época de Frankenheimer, esos años que arrancan con Manchuria experience...
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