martes, 16 de junio de 2015

BRASS, Tinto. Salon Kitty (1976)


  Pues no me parece tan mala como auguraba. Es cierto que la auguraba horrorosa, y cualquier mejora sobre las previsiones dulcifica el juicio. En realidad la temática es interesante, la puesta en escena, las canciones, los vestidos y el atrezzo están muy bien compuestos, y las escenas de sexo son de un light que bien pueden pasar como inofensivas en estas épocas de porno on line a golpe de un click de ordenador, tablet, o teléfono.
  Dos escenas me gustaron especialmente, la primera es al comienzo cuando se visualiza cómo se mata a un cerdo, la sangre, el sexo como animalidad, que luego, casi al final, cuando se mata al protagonista se recupera, porque cuando le pegan un tiro no grita como un humano, sino como un cerdo.
  La otra es cuando se confiesa el nazi, cuando dice que el partido, y el nacionalsocialismo le importa un carajo, lo que quiere es el poder, la capacidad de mandar, el miedo que inspira, que la ideología se la pasa por el forro, que el quiere el mando y eso se logra desde el poder, desde el partido.
  Bueno, se puede ver... una vez en la vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

§ 3.376. El relojero de Saint-Paul (Bertrand Tavernier, 1973)

  Debut cinematográfico de Tavernier, después de dos cosas en colaboración con varios directores. Novela de George Simenon. Intriga, remordi...