viernes, 26 de mayo de 2023

§ 3.048. El espanto surge de la tumba (Carlos Aured, 1972)

 

Producto local que tiene que ser enjuiciado con parámetros estrechos. Se entiende este cine porque lo hemos visto de pequeños, porque nos suena, porque lo soñamos como nuestros terrores favoritos. Pero no es el tipo de cinta que pueda verse pasados los años, envejece mal. 
Una mezcla de erotismo de garrafón con miedo gore algo descafeinado, un pase por algunos sueños de Alan Poe, y una visualización como si se tratase de un videojuego.
Un pastiche, vamos.

miércoles, 24 de mayo de 2023

§ 3.047. Carretera perdida (David Lynch, 1997)

Un cine distinto, muy vanguardista, experimental con las imágenes, rupturista con la estética y rompedor con los cánones clásicos. Sin embargo la trama, la esencia de lo que cuenta, no el cómo lo hace, es tremendamente clásico. Puede ser una historia contada por un cineasta clásico perfectamente. Traiciones, desconfianza, insatisfacción, celos, dinero... un cóctel de tópicos del cine clásico de siempre. 
Mujer fatal incluida, claro.
La presencia de elementos de cine negro es una constante en la cinta. Desde el comienzo, incluso. La casa inicial recuerda bastante -no es la misma- a la de Perdición, ese tipo de casa alta, individual, rodeada de gardenias y árboles semitropicales. Incluso la distribución interior de las escaleras recuerda a la vivienda de la señora Dietrichson. Me ha parecido fantástica la decoración interior, con estilo pero muy moderna. Colores fuertes y materiales muy cromáticos.
Se puede leer que su influencia se apoya en Detour, de Ulmer, y en El Beso mortal, de Aldrich. Pero me parece arriesgado afirmarlo tan categóricamente.
Los actores son Bill Pullman, que está decente pero algo superado por los acontecimientos; Patricia Arquette que está muy bella y enigmática, y el para mi desconocido Balthazar Getty, con una cara difícil de olvidar.
Me llama la atención la parsimonia con la que narra lo que ocurre, lo despacio que hablan, lo lento que se mueven los personajes. No es que lo narre a cámara lenta, es cómo si quisiera deleitarse con los acontecimientos, disfrutar de lo que sucede. Lejos de afianzar las situaciones dramáticas, las estira, las prolonga demasiado, haciendo de ellas algo paródico, o, cuanto menos, incomprensible en la lógica y dinámica expositiva que pretende. Sin embargo, en otros momentos para explicar otras cosas va a una velocidad de vértigo, saltándose numerosos episodios que explicarían qué ha sucedido. Es una forma de jugar con el espectador, naturalmente, pero no es la manera que más me gusa de que me cuenten una historia.
La otra influencia para la historia, también parece muy evidente, proviene de las películas de misterios, de fantasmas, de seres extraños que aparecen con desdoblamiento de tiempo y lugar. Evidentemente su participación no es explicada, ni tampoco se aporta ningún argumento sobre su presencia o influencia.
Es una película que puede verse -no siempre vas a ver lo mismo- pero que es de lo que más me gusta.
 

martes, 23 de mayo de 2023

§ 3.046. El rey del tabaco (Michael Curtiz, 1950)

 

Uno de los grandes éxitos de Curtiz. Reparto de campanillas, trama inteligente, buenos diálogos, guión más que potente y un resultado magnífico. Gran película. Me ha gustado mucho.
La lucha de un hombre contra su destino, contra todos y con su fe como única divisa. Relato de hombre duro, aguerrido, tradicional pero no anclado en el pasado, moderno en perspectivas comerciales pero duro de carácter y seco en el trato. Gary Cooper está sensacional, varonil y potente.
Recuerda inevitablemente a Howard Roack en el Manantial de King Vidor que es del año anterior. Quizá su éxito explique la presencia de Patricia Neal, con quien tiene una química absoluta. Su frialdad con respecto al protagonista es tremendamente similar al del Manantial, hielo y fuego en una misma persona, mujer sensual y dama de alta alcurnia. 
Lauren Bacall juega también un rol muy interesante. Estaba en el momento álgido de su carrera y llenaba la pantalla con solo aparecer en ella. 
La técnica cinematográfica es sólida, luces y sombras dependiendo de la intensidad del momento, encuadres amplios y escenas bien construidas. Bien podría ser una cinta de Dieterle, Hawks, Tournier, etc. No tiene el temple y la escenografía de los expresionistas alemanes, en este sentido es más barroca y recargada, algo excesiva en los detalles, nada minimalista.
Parece ser que se basa en una historia real, una lucha de egos entre magnates del tabaco en el sur de EE.UU. a finales del siglo XIX.

lunes, 22 de mayo de 2023

§ 3.045. Demetrius y los gladiadores (Delmer Daves, 1954)

 

Un peplum de Delmer Daves necesariamente tiene que ser interesante. 
Es una continuación de La túnica sagrada (Henry Koster, 1953), una película mítica en la dinastía de cintas bíblicas.
Ver a Susan Hayward haciendo de Mesalina no tiene precio, con ese pelo rojo al viento, pequeña y enjuta, haciendo un papel de intrigante y dominante arpía. 
Victor Mature está como siempre. Un actor limitado pero muy reconocible, fuerte y grande, ideal para papeles simples y sencillo, con pocos registros interpretativos.
Da gusto ver a Debra Paget, pero no tiene mucho metraje.
También interviene Anne Bancroft, el muy singular Michael Rennie, y Ernest Borgnine.
Estilo de superproducción (contenida en extras y recursos, y supongo que aprovechando material de otras cintas) camina bien y es entretenida. Por momento se ve como una película de aventuras, pero le falta el punto de introspección, de reflexión que tienen otras cintas bélicas. El papel del cristianismo queda relegado por las cuestiones de luchas y el rol principal del protagonista y su afán.
Es muy entretenida.

domingo, 21 de mayo de 2023

§ 3.044. Distrito quinto (Julio Coll Claramunt, 1957)

 

Un año ante de la prodigiosa Un vaso de whisky realizó esta obra, con un cierto tinte y toque propagandista y de control de la moralidad pública. Hay que fijarse en el año, la época más dura del franquismo, con una España todavía muy cerrada y oscura y con un dominio absoluto del espacio público y del arte por parte del régimen.
Sabes cómo va a terminar nada más empezar, pero el planteamiento del discurso es lo que cuenta, y éste está muy bien trazado, muy bien narrado.
Alberto Closas, con esa gabardina que juraría que no se quitó en la vida, Arturo Fernández, Jesún Colomer  y otros magníficos actores de aquella época de gran creatividad del cine español.
Qué pena que no haya una colección de 500 dvd de películas de aquellos años. Creo que hay joyas escondidas y no tan escondidas que merecen la atención de un buen cinéfilo. Como ésta, por ejemplo.
Sería un exceso por mi parte suponer que Reservoir Dogs es una copia o una adaptación de esta obra, pero es tan evidente que tiene formas similares de contar la historia que el paralelismo es evidente. Me encanta esa forma de narrar desde adelante hacia atrás, recuperando matices de la historia tal y como los personajes vivieron los encuentros significativos de la historia.
La trama es interesante, varios hombres han realizado y atraco y están esperando a quien lleva el dinero para repartirse el botín. Es momento para recordar quiénes son, cómo le conocieron y qué opinión tienen de él. Desesperan en la espera, recuperan las vivencias con el que falta y no saben a qué atenerse. Cada uno tiene su sueño, pero cada vez parecen más pequeños a medida que las posibilidades de que vuelva se van diluyendo.

jueves, 18 de mayo de 2023

§ 3.043. Acusado de alta traición (Felix E. Feist, 1950)

 

Una película superinteresante. Tiene aspectos de panfleto anticomunista, es evidente, pero pretende reflejar un hecho absolutamente cierto, la peripecia personal del cardenal católico de Hungría llamado Jozsef Mindszenty. Al parecer tuvo un papel crítico con la invasión nazi de su país y luego, más tarde, también en contra de la invasión soviética. Por ello fue arrestado y torturado, y después de varios años de prisión tra un juicio en 1949 se refugió en la  embajada de EE.UU. en Budapest durante quince años, siempre con espíritu crítico hacia la ocupación rusa de su país. Finalmente consiguió exiliarse y murió fuera de su país.
El cardenal está interpretado por Charles Bickford, un gran secundario, que realmente lo borda. "Nunca entregaré las escuelas al gobierno del Estado", parece que es una de las líneas rojas que no quiso franquear.
El periodista es Paul Kelly, y la chica húngara que duda de todo pero que tiene fe en su país es Bonita Granville.
La copia que tengo no se ve del todo bien, pero es interesante como documento gráfico y testimonio político.
Me ha parecido interesante, sin más. Sobre todo por la perspectiva realista que aporta del horror del comunismo en otro país. Porque si en el propio país es un régimen oprobioso, en país ajeno debió ser brutal, en todos los sentidos.

§ 3.042. El parador del camino (Jean Negulesco, 1948)

 

Pues cine negro de altura, lo que hacía Negulesco en sus primeras películas. Con una Ida Lupino absolutamente magnífica, atractiva, segura de sí misma, algo oscura y con un fondo de maldad que la hace más sugestiva. Y además canta, mal, pero canta, de manera triste para canta. No tenía una cara especialmente agraciada, y ni siquiera podía encuadrarse en el grupo de mujeres bellas del Hollywood clásico (era muy delgada y con largas piernas), pero tenía un glamour, una forma de moverse y comportarse muy singulares, como con mucha atención, como si esos ojos grandes y luminosos que tenía fuesen a incendiar la habitación en la que se encuentra. En otra liga juega su voz, algo metálica y cascada por la ingesta masiva de cigarrillos y alcohol.
Cornel Wilde tan varonil y tan poca personalidad como siempre. Esa cara marmórea similar a la Victor Mature. Aquí es el pardillo, el chorlito, el tontín... pero lo hace bien.
Una guapa Celeste Holm y el pérfido Richard Widmark, capaz ya de encarnar a ese tipo de personaje complejo, antisocial y nada solidario con los seres humanos que le circundan.
Llama un tanto la atención la forma de arrancar la cinta, desde el inicio va directo a la cabeza, sin tregua, sin concesiones. Indudablemente es un efecto pretendido para que la cinta dure más y el espectador pueda cuestionarse cuál es el pasado de la mujer recién llegada. El resto del guión es previsible, pero no aburre y por momentos es intensa y refrescante.
Me ha gustado mucho.

§ 3.405. Tristeza de amor (Eduardo Mallorquí, 1986)

  Recuerdo algunas noches cuando se emitía la serie y me quedaba a ver algún capítulo. La música es preciosa, la canción en realidad.  Vista...