lunes, 14 de octubre de 2019

§ 1.718. Ártico (Joe Penna, 2018)

La subsistencia en el ártico, sólo y sin recursos es, efectivamente, toda una epopeya. Bien contada en este caso.
Cualquier objeto, cualquier utensilio sirve para sobrevivir, todo tiene varias vidas, se puede aprovechar. La soledad es algo interior, obviamente, que hay que sobrellevar con uno mismo. Pero someter al cuerpo y a la mente a un sobre esfuerzo como el que narra la película es una prueba que más allá de lo que una persona normal puede soportar.
Hay algo amoroso en cómo cuida el chico a la chica, días y días, en como la salva, la da de comer, la cuida. Algo tremendamente humano. Algo que nos conecta con el propio yo. Somos lo que somos porque nos damos, porque vivimos en otros, porque somos capaces de sobreponernos a nosotros mismos para la protección del otro, que soy yo mismo.
Pertenece a ese subgénero de supervivencia tan de moda a veces. Son muchas las de este tipo, en el desierto, en una isla del pacífico (las más) y en polo. Dentro del género las hay más específicas, en donde sólo aparece un protagonista (o uno y medio, como es este caso).
El guión está muy trabajado, el actor (Mads Mikkelsen) se mete perfectamente en su papel, la música, no excesivamente intervencionista juega bien su rol y los escenarios son maravillosos.
El actor ha rodado muchas películas. Debe ser muy conocido en sus país, Dinamarca, y en todo el ámbito nórdico, esta película es islandesa.
La chica se llama Maria Thelma Smáradóttir, para mi totalmente desconocida, sólo tiene dos películas.
Me ha gustado, pero se hace un poco larga. Los diálogos son muy escasos y las escenas en la naturaleza se repiten inmisericordemente. No es un paisaje del oeste, no son las praderas y arboledas americanas o canadienses. Es una planicie helada, blanca, monótona.

domingo, 13 de octubre de 2019

§ 1.717. Rey de ladrones (James Marsh, 2018)


El subgenero de ladrones tienes muchas películas, también algunas sobre ladrones mayores que organizan un plan descabellado pero sumamente lucrativo, que pretenden realizar, obviamente por dinero, pero también por la emoción de organizar el plan, por sentirse vivos, por ver si son capaces de hacerlo, porque así se olvidan de las personas fallecidas o simplemente porque no saben hacer otra cosa.
Michael Caine siempre se muestra como un actor solvente. No es de los que más me gusta, pero he de reconocer que es muy versátil y que siempre funciona.
La película comienza de manera un poco confusa, no sabes muy bien de qué va hasta el minuto veinte. Luego se desarrolla de manera convencional, eficazmente, mostrando claramente los aspectos "técnicos" del robo...
Una más, que no es especialmente buena.
Del director he visto también Agente doble (2012).

§ 1.716. El hombre tranquilo (John Ford, 1952)


Es la primera vez que la ve Rodrigo, y le ha parecido excelente. A mi me parece una de las mejores películas de todos los tiempos.

sábado, 12 de octubre de 2019

§ 1.715. Colegas (De la Iglesia, Eloy, 1982)


Pues pensaba que era infumable, y quizá lo sea, pero me ha parecido mejor película que lo que pensaba. Que no significa que sea buena, o que me guste. Temática de suburbios, madrid undergraud, rock salvaje, cocaina, heroina, abortos ilegales, delincuencia. Un pastiche pco recomendable, pero, a pesar de todo se puede ver. Han  pasado casi cuarenta años y a pesar de todo se puede seguir viendo. Seguramente sólo por un público español, patrio. Un alemán, un nórdico, un belga no sería capaz de entender qué ocurre.

jueves, 10 de octubre de 2019

§ 1.714. El forastero iba armado (André de Toth, 1953)

Cuando ves aparecer a Randolph Scott en la pantalla haciendo de malo sabes, con total seguridad, que la película trata de su reconversión, de su redención, de los escrúpulos que vuelven después de haber obrado mal.
Efectivamente va de eso la película.
Otra más del Oeste de un gran maestro: André de Toth, otro de los tuertos mágicos del cine, junto con John Ford, Raoul Walsh, Nicholas Ray y Fritz Lang.
La nómina de actores es impresionante: Randolph Scott,  Claire Trevor,  Joan Weldon,  Alfonso Bedoya,  Lee Marvin, Ernest Borgnine.
Se tarde en cogerle la gracia. No se sabe qué va a hacer ni como va a reaccionar. Es un poco lenta para ser tan corta, 78 minutos.
En el funcionamiento como empleado en la diligencia no se  sabe realmente si está del lado de los asaltantes, o del propietario de la diligencia. En su ambigüedad está la clave del éxito de la película. Al principio dudas, cabe vez que sucede un envío surgen las dudas con respecto, que se van disipando con el paso de la película.
De lo que se trata es de mostrar esa ambigüedad, esa falta de criterio predefinido que tanto gustan de este personaje, de este especialmente, tan proclive a desempeñar papeles sin doblez.

miércoles, 9 de octubre de 2019

§ 1.713. Medalla roja al valor (John Huston, 1951)

Huston siempre tiene algo. En su período de esplendor absoluto se dedica a hacer una película sobre un libro clásico de la literatura norteamericana, un libro que habla de horror, guerra, madurez y crecimiento de un muchacho en su guerra civil a través, precisamente, de su enfrentamiento contra el miedo, contra su propio yo. La evolución personal a través de su participación en una batalla.
Parece que sigue fielmente al libro, porque al principio la voz en off te cuenta que algunos pasajes de la obra son recitados en la película. Y se nota cuándo es así por el dramatismo con que rodea el momento el director.
Tiene algo de documental, de realismo expresionista, no tanto en las escenas bélicas en sí, sino, sobre todo, en los momentos de racionalidad emocional cuando reflexiona sobre sí mismo en esa guerra y su perspectiva sobre la misma. Este mismo año hizo La reina de África, que, se muera como sea mire es una película "mayor".
No juzga, no parodia, no pretende decir quiénes son los menos y quienes los malos, simplemente pretende ser fiel al espíritu del libro, un clásico de Stephen Crane vendidísimo y probablemente propio de su sistema escolar. El riesgo era evidente, las posibilidades de fracaso grandes, y sin embargo la hizo. No es su mejor cinta, pero se deja ver, cuenta lo que quieras contar y consigue mostrar bien el miedo y la angustia de la conversión de un muchacho apocado y ciertamente cobarde en un hombre arrojado y valiente. Pero no es por la exaltación de la guerra, no hay épica en ello, hay pura supervivencia personal, necesidad de sobrevivir. Siendo cobarde moriría, siendo valiente tiene una posibilidad de seguir con vida. En todo caso esa transformación tiene como presupuesto básico el arrepentimiento y la segunda oportunidad que le da la vida tras abandonar el campo de batalla y darse cuenta de que huir no sirve de nada.
Interpretada, como quizá no podía ser de otra forma, por Audie León Murphy, un militar condecorado por muchas acciones de guerra en la IIGM. De hecho es el militar americano más condecorado de la historia, luego reconvertido en actor del sistema tanto en películas bélicas como, sobre todo, del Oeste.
El resto de actores no me son conocidos.

§ 1.712. La pradera sin ley (King Vidor, 1955)

Convencional Westher sustentado en un magnífico Kirk Douglas que está espléndido, como siempre. En el papel de  mujer dura y fuerte está interpretada por Jeanne Crain, una clásica de toda la vida, de muchas películas, que no pega mal, aunque no es Barbara Barbara Stanwyck, ni mucho menos... que tiene papeles similares, 40 Pistolas de Fuller y, sobre todo, Las furias, de Mann.
Como secundario de lujo está Richard Boone, auténtico hombre de todo género para todo tipo de películas, muchas del Oeste.
Muy transitado guion, tantas veces visto. Mujer propietaria de una finca, de un rancho que cuenta con diez mil cabezas de ganado. Sus vecinos no llegan a mil, y pretenden imponer la regla de determinación de los campos mediante alambre de espinos que divida las propiedades, lo que supondría una gran pérdida para la explotación grande. El título original es muy expresivo: "Man Without a Star", que expresa bien lo que pretende narrar.
Un descastado que fuerza su suerte con la propietaria dura que pretende hacerse rica no permitiendo que se alembren los campos. La dramaticidad de la lucha se muestra co toda su crudeza. Es una guerra por la supervivencia, por la propiedad privada, por el mantenimiento de las explotaciones grandes. La película que mejor narra esta situación es Open Range de Kevin Costner (2003), magnífica película, muy lograda en todos los sentidos.

§ 3.405. Tristeza de amor (Eduardo Mallorquí, 1986)

  Recuerdo algunas noches cuando se emitía la serie y me quedaba a ver algún capítulo. La música es preciosa, la canción en realidad.  Vista...