Bueno. Una película algo diferente. Una reflexón soibre el ópaso del tiempo, sobre la vida, sobre la depresión y el abandono de uno uno mismo. Sobre la pareja y sobre las relaciones humanas entre adultos que se quieren y se cuidan, pero que no llegan a congeniar. El paso de los años, la culpa, lo no dicho, lo que hubiera querido decir y no se dijo, lo que deberías haber dicho y no dijiste. En definitiva, la dificultad de congeniar con el paso de los años.
Pero también puede verse como una utopía, como la proyección natural de un sueño recurrente: empezar de nuevo en otro lugar, sin ataduras y con el propósito de volver a vivir de nuevo la vida que no viviste porque estabas en otras cosas: ganando dinero, trabajando, atendiendo a familiares, etc.
Una dirección bien estructura que acompaña al guión, algo errático y por momentos no coherente con el propósito del discurso. Rodada en sitios reales de playa en México, no es una historia dramática de las clásicas. El drama no es por los acontecimientos, sino existencial del personaje y de sus circunstancias. Un drama que viene del interior, no del exterior. La vida cambia porque el personaje cambia, no porque acaezcan situaciones que le impulsen a modificar su comportamiento.
Me ha gustado, sin más.