jueves, 15 de mayo de 2025

§ 3.831. Vida en sombras (Llorenc Llobet-Gracia, 1949)

 
Una película maldita, de un director también maldito. Proscrita por la censua, perdida y luego encontrada y restaurada. No alcanzo a comprender, más allá de alguna conversación muy evidente, ni cuál es la razón por la que la censura no consideró que tuviese capacidad de superar el corte ideológico, ni, lo que me preocupa más, por qué se la tiene en tan alta estima. Es muy evidente cuando se critica al alzamiento en la radio y se hace apologista de la huelga y la protesta social.
Si es por las circunstancias asociadas a su propia existencia, pues vale. Pero decir que esto es una obra de arte, pues, en fin. No acabo de comprenderlo.
Mi juicio crítico no es el de un profesional, sino el de un mero aficionado al cine. Y como tal me expreso y me comporto. 
Se la valora, al parecer, por dos cosas. Por su sus innovaciones técnicas, planos y composición, y por su expresividad únicamente con imágenes, como una declaración de amor al cine mudo.  Los planos en sombras, los diálogos siempre cinematográficos, las tareas que siempre hace el protagonista con las manos: recortar celuloide, hacer grabaciones, fotografías, girar la linterna mágica. 
Y por el tema de fondo, relacionado con el mundo del cine. Es una película del cine dentro del cine. Está llena de guiños al cine y a otras películas clásicas en el momento en que se rodó. Además se aprecian carteles de películas de la época y cine en los que entran los protagonistas a ver, precisamente, películas de cine.
Pero no le veo la maestría por ninguna parte. Más allá de ser una cinta "contracorriente" si verdaderamente hubiera sido exhibida en su momento no hubiera tenido la prensa y el crédito  que actualmente tiene. El malditismo funciona.
Brillantísimo Fernando Fernán Gómez, nunca bien valorado. O mejor dicho, nunca valorado en toda su maestría. Es impresionante... Uno de los mejores actores de todos los tiempos. Sí, sí, de todos los tiempos, incluyendo todos los americanos y europeos.
He leído que el director se arruinó al hacerla, que la cinta tuvo muy mala suerte, etc. Supongo que eso ayuda a encumbrar la película. 
Es, indudablemente, emotiva, sentimental, está muy bien rodada y el guión, y sobre todo la composición y montaje, tuvo que ser un auténtico encaje de bolillos.
Me ha gustado, me parece una buena película, pero no creo que sea una obra de arte. Es una muy buena película, que tiene que ser vista y que enseña a ver cine, pero de ahí a considerarse una obra de arte, hay un trecho. Es, sin dudarlo, una obra imprescindible para nuestro cine. Que debe ocupar un lugar de honor. Pero no creo que ocupe el Olimpo de otras de artistas de la época, desde Bardem a Nieves Conde, pasando por Julio Coll, Jorge Grau, y otros muchos. 
Pero, insisto, es una obra que debe verse, que tiene que verse y que enseña mucho cine.

miércoles, 14 de mayo de 2025

§ 3.830. Condenados a vivir (Joaquin Romero Marchent, 1972)

 
Otro autor español de esos de siempre en un Western de nieve, que son los que más me gustan. Éstos y los de desierto. Los que menos me agradan son los relacionados con la Guerra de Secesión.  Para mi son los más lejanos, los que menos me llegan.
Esta es una buena película. Perfectamente narrada, muy bien estructurada, con personajes, espacios abiertos, caballos, carretas y todos los clichés esperados en una cinta de este tipo.
Segunda cosa que veo de Marchent, La anterior me pareció bastante mediocre: "Aventura del Oeste" (1965). No me gustó especialmente.
Ésta es otra cosa. Con Claudio Undari, Robert Hundar y Emma Cohen en sus papeles principales, tiene algo de "Doce del patíbulo" (Robert Aldrich, 1967) y algo de "El día de los forajidos" (André de Toth, 1959).
Supervivencia extrema entre varios presidiarios que van conducidos a una mina y el guardia y su hija que los conducen. 
Interesante, bien rodada y entretenida. Hay que visitar más a Marchent.
La lucha por la supervivencia está bien trazada, tiene emotividad y, sobre todo, paisajes abiertos verdaderamente brillantes. Se rodó en el Pirineo Oscense. Las relaciones entre los presos y la chica no tanto. Pero, insisto, sobre todo es el paisaje tan agreste el que destaca por encima de cualquier otra consideración.

§ 3.829. Outrage 3 (Takeshi Kitano, 2017)

 
Tercera y última parte de una saga distinta, peculiar, interesante pero algo repetitiva. Ya no da para más. Supongo que es difícil deshacerte de la fórmula que te ha dado fama y dinero, taquilla y crítica.
Y él estaba en Corea, tan tranquilito... y vinieron a tocarle los cojones... Y responde como suelen ser éstas cosas. A golpes. A golpes japoneses...
Es que no da para mucho mas la cosa. 
Me gusta el ceremonial, los ritos, la tranquilidad con la que suceden las cosas, incluso las más violentas. 
Misma estética, similar argumento, idéntica 'diversión'. Insiste en los mismos estereotipos y tópicos. 
Me llama la atención la pausa que pone para asumir circunstancias violentas.  Es su valor. 
Me ha gustado, pero la saga no da para más. No sé si dentro de varios años podría plantearse una cierta parte.

§ 3.828. Outrage 2 (Takeshi Kitano, 2012)

 
Continua con la fórmula. Tiene el mérito de que los personajes no se comportan como los mafiosos de las películas americanas.
Es colorida, interesante, aunque no sorprende tanto como la primera parte.
El leit motiv de esta segunda parte es el de todas las cintas de mafiosos modernas. Convertir los negocios ilegales en legales, abrirse a nuevas formas de ganar dinero, expandir el poder y hacerlo menos visible y ostentoso. 
Tiene gracia, me gusta. Hay que ver cosas diferentes, nuevas, distintas.
Me ha gustado.

§ 3.827. Outrage (Takeshi Kitano, 2010)

Segunda vez que la veo. Y me ha gustado más. Tiene más recorrido y fondo del que le vi hace tiempo. La vi  el 14 de junio de 2018.
Me ha sorprendido para bien. No es una obra de arte, ni una película mayor, pero tiene muchísimas cosas apreciables. 
Tiene gracia, tiene guión, tiene estructura, y la violencia es espectacular. Tiene una cierta estructura policial, pero también puede vese como un Western de venganza. Es muy luminosa y empuja desde el comienzo. Muy entretenida, salvaje y por momento demencial, alocada y brutal.

martes, 13 de mayo de 2025

§ 3.826. Un dólar para Sartana (León Klimovsky, 1971)

Un Spaguetti Western patrio con pretensiones, pocos medios y un resultado menos brillante de lo esperado.
Klimovsky lo rodaba todo. Todo es todo, Supongo que era algo así como un director de estudio, un hombre para poner en marcha una película. Puede compararse con Jesús Franco, pero con dos diferencias. Las mejores películas de ambos son las de Franco, las primeras singularmente, pero la tónica media de Klimovsky es mejor, más alta. Los bodrios infames del tío Jess en el final de sus filmografía no los tenía Klimovsky, que era más regular.
Esto es una del Oeste barata y sin demasiado fundamento. 84 minutos, y a otra cosa. No hay de dónde agarrar.
Es mediocre y llena de tópicos. La música estridente, el pistolero venido de fuera, el dinero, el Ranger, pero se ve bien, el color es muy decente, está bien rodada y en cierto modo funciona. Si eres muy fan de los Western Spaguetti gustará. Si te gusta más el Oeste clásico lo encontrarás mediocre y amanerado.
El protagonista es Peter Lee Lawrence, un actor muy vinculado con el género, que aunque falleció pronto y tuvo una carrera corta, es muy reconocido en este género. 

§ 3.825. Rommel (Niki Stein, 2012)

Retrato, más o menos fidedigno, de un gran estadista militar curtido en mil batallas y que pasará a la historia por dos circunstancias. Su genio militar, al parecer indudable en batallas terrestres y de tanques, y por haber participado en uno de los últimos complot contra Hitler. 
La película está muy bien hecha. Un gran color, muy bien documentada, con un gran despliega de atrezo: trajes, ropas, coches, escenarios, etc.
El actor principal es Ulrich Tukur. Lo hace bien, patrocina matices y evoluciona desde la comprensión y seguimiento del líder hacia una postura más crítica y cínica. 
En la cinta se subrayan dos circunstancias. En primer lugar, que no conocía realmente y en toda su intensidad el exterminio de los judíos. Y en segundo lugar, el descreimiento del líder que tiene sobre la marcha en el momento del desembarco de Normandía.
Me ha gustado la película. Sobre todo porque desmitifica su figura y su legado. Parece existir un consenso tranquilo sobre su nula participación en el holocausto y el exterminio judío. Quizá conociera, en mayor o menor grado, cómo estaban las cosas, pero no hay, al parecer, un solo historiador que le implicase en la solución final. Pero también parece evidente que le gustaba ser un militares gusto del Futher, implicado en el sistema de ascensos y premios de ejército. El mito de buen militar, del buen alemán,  desvinculado de la política, lejos de burocracia administrativa y dedicado a la guerra como un juego más o menos caballeresco está puesto en solfa en los últimos tiempos. No era, en realidad, algo muy diferente que otros militares de la época, seguidamente menos sanguinario y menos fanático que otros, pero militar del sistema al fin y al cabo. Del que sigue su camino, recto y impoluto, pero sin mirar a los lados para no descubrir la fealdad del sistema. Un acomodado. Muy interesante tiene que ser la construcción del mito desde la inteligencia Británica, con el propósito de separar a los militares de los políticos nazis, permitiendo o facilitando la reconciliación de los vencedores con los vencidos.

§ 3.896. La última señora Anderson (Eugenio Martín, 1971)

  Una acercamiento al cine de suspense británico de toda la vida. Rodada en los exteriores de Londres, supongo que con personal británico, e...