martes, 4 de marzo de 2025

§ 3.714. Una tragedia humana (Josef Von Sternberg, 1931)

 
"Un lugar en el sol" (George Stevens, 1951) me pareció algo almibarada, amanerada, dolorosa. Muy bien rodada, con dos actores en el cenit de su carrera, en su mejor momento, es en el que comienzan a despegar y todo es posible. Pero no llegó a impactarme del todo. Más que nada porque el melodrama no es mi género. 
Era, ya se sabe, un remake de esta. Sobre la misma novela y con un argumento sin apenas variaciones (al menos yo no los he percibido).
Tiene algo de acartonado, pero los actores son magníficos: Sylvia Sidney, con su cara de no haber roto un plato, entre niña y dulce. La he visto en varias cosas de Lang, de Hathaway, de Hitchcock. Esa mirada caía de los ojos, con la frente amplia y limpia. 
El actor principal es Phillips Holmes un actor al que he visto menos. Sólo en "El código criminal" (Howard Hawks, 1930), que no recuerdo demasiado. La trama ligeramente, y a él poco.
Frances Dee es la chica enamoradiza. Tampoco la he visto mucho. Alguna cosa de Cromwell, alguna otra de Hathaway. Poca cosa. También interviene Irvin Pichel, más conocido por mi en su rol de director.
Es un poco acartonada, no tanto en las actuaciones, sino en la composición, en los planos, en el pase de plano a plano. Se nota que es una película antigua. Aun así es espléndida. entretiene y es agradable de ver, aunque sabes que el drama está servido, que  necesariamente tiene que salir mal. Que el crimen, sobre todo si es pasional, no puede devengar réditos. 
Me han gustado mucho los contraluces que maneja en los momentos dramáticos, escondiendo los ojos, las manos, los objetos, con la intención de dramatizar la escena, el argumento, el contexto. 
Quizá los humanos se ven compelidos a hacer cosas que no quieren hacer. Pero el salto emocional y criminal en comentar un homicidio no se justifica por nada. Es un salto moral que el ser humano no tiene previsto socializar.

domingo, 2 de marzo de 2025

§ 3.713. Residencia para espías (Jesús Franco, 1966) 

No sé si es un tono de parodia, de medio burla, o sencillamente de broma. Parece una parodia de espías, pero no le he llagado a cojer la gracia. No sé. No he hilado bien el argumento.
Me recuerda a esa serie que corría paralela con 007 y siempre pasaban cosas raras, casualidades, circunstancias peculiarísimas en sitios raros, desusados. 
Franco rodada por rodar. No tiene otra explicación. Además unas tomas me parece que las he visto en otras películas suyas..
Es evidente que otras las ha rodado en Estambul. Sin duda. 
El título me recuerda, no sé por qué, a una cinta de Clouzot. 
La ha rodado con cuatro perras. Dos actores y pocos medios. Se nota mucho. 
La residencia bien podría ser su propia casa, o un hotel. Y las escenas de Estambul son panorámicas, sin actores. Funde las imágenes de la ciudad, rodadas por un lado, con las escenas de actores, dentro de casas o similares. No rueda con actores en exteriores.

sábado, 1 de marzo de 2025

§ 3.712. Sinfonía erótica (Jesús Franco, 1980)

 
La cinta se introduce con un texto en el que se indica que la película está rodada en 4K.Y, la verdad, se ve estupendamente. Con mucho color, grandes matices, nada de sombras y una resolución perfecta. 
La cinta es un poco lo de siempre. Esta sí es lo de siempre de Franco. Sus obsesiones, sus fetiches, sus deseos.
Tiene la gracia de ver a Susan Hemingway, y poco más. Es lo de siempre, en 4 K pero lo de siempre. Era su época más prolífica. En 1980 rodó 5 películas, 3 en 1979, pero en 1981 rodó siete
Pretende tener clase, pero no le sale del todo bien. Un punto de Eloy De la Iglesia, por el revolcón homosexual, y un punto de Jack Clayton en Suspense (1961) con la historia de la casa y como la mujer, en este caso no es Deborah Kerr, sino Lina Romay. Un cambio de perspectiva total. La clase y el estilo, la dulzura del pelo rojo, por el exhibicionismo y la mirada turbia. 
Se pierde en los pasajes sexuales y no consigue integrarlos en la historia. Supongo que supuso un corto escándalo, sobre todo porque Susan era realmente muy pequeña y las escenas de sexo son muy explícitas.
A Franco le gustaba la provocación. Nada de lo que asustarse.

§ 3.711. Los 7 magníficos (John Sturges, 1960)

 

Inspirada, dice...

viernes, 28 de febrero de 2025

§ 3.710. El conde Drácula (Jesús Franco, 1970) 

Otra de las películas míticas de Franco. Ésta, junto con Justine, y Necronomicón serán, probablemente, las más populares. Junto con las que recrean las aventuras del Doctor Orloff.
Un reparto de escándalo: un fantasmagórico Christopher Lee, un sobrio Herbert Lom, el quinqui de Klaus Kinski y la belleza racial y potentísima (sexualmente hablando también) Soledad Miranda, al servicio de una adaptación muy fiel a la novela. Al parecer no contiene muchas licencias sobre el relato original, aunque sí algunas. Quizá menos que la novela. No puede calibrarlo, la novela le leí hace más de 40 años. Tendría 13 ó 14 años. Desde luego, menos de veinte. Me pareció una obra de arte.
No pretende dar miedo. Sino recrearse en la maldad, en la oscuridad, en la perversidad, en la sordidez. En el laberinto interior que provoca la desazón, el abandono y la incertidumbre antes las cosas. 
Drácula es un monstruo interior. Camina a nuestro lado. Somos nosotros.
Me ha gustado, tiene brío y tino, garbo y clase. Buenos diálogos, bien trazada. Un producto muy, pero que muy potable.
Desasosegante por momentos, sabe mantener la tensión y no se alega demasiado.
No tiene el barroquismo de la de Coppola, ni la elegancia altiva y fría de la de Herzog, pero me ha gustado mucho.

§ 3.709. Necronomicon (Jesús Franco, 1968) 

Una de las más célebres de Franco. Con música de Friedrich Gulda, del que no tengo nada pero sí he oido en Solo Jazz, el programa de radio que escucho en podcast y que tanto me gusta (seguramente llevo oyéndolo más de diez años y no creo que me haya perdido muchos capítulos de los dos que tiene a la semana.
Los protagonistas son: la guapísima Janine Reynaud , y el sempiterno Jack Taylor.
De ella he visto un par de películas, todas rodadas por Franco.
De él he visto muchas cosas, algunas de Franco, otras de Ossorio, de Carlos Aured y de Klimovsky... la tropa. Aunque me salta en la base de datos que también actuó en la Novena puerta (Roman Polansky, 1999)
También actúa Howard Vernon, habitual de Franco y de cintas del oeste, haciendo casi siempre de malo, aunque su papel en El silencio del mar de Melville es brillante.
La cinta es muy bonita, atrapa al espectador, tiene todo el interés, la música se acopla perfectamente y el juego de sombras y luces la hace muy entretenida.
Realmente brillante. De lo mejor de él. Por este tipo de cintas sí será recordado Franco.  Antes de empezar a desparramar, a veces sin ningún sentido, únicamente por el placer de rodar. Rodar por rodar.
Rodada en Lisboa, por momentos deja ver la ciudad y.. . qué decir, es de una belleza inconmensurable.
Me ha gustado mucho. No es surrealismo, no es impresionismo, no es oscurantismo. 
Es una especie de viaje lisérgico (de hecho hay una escena explícita de consumo y posterior visión de monstruos animales) por la pérdida de conexión con la realidad de la protagonista. Guapa a rabiar, con un pelo rojo que me recuerda al de mi mujer. Es una exposición continuada de imágenes que impactan sin una trama definida, pero atrayente. Por momento recuerda a Buñuel y su claustrofobia en El ángel exterminador (1962), y en otras tiene retazos de un erotismo naif y suave en el que se adentraba. 
Me ha gustado mucho la música.
Es curioso, no creo que a ninguna película de Franco La Haya calificado con un 8, pero sigo sin dejar de verlas. Es como un proyecto a largo plazo.

jueves, 27 de febrero de 2025

§ 3.708. Robinson Crusoe por un año (1987)

De Roeg tengo: Amenaza en la sombra (1973), que es verdaderamente estupenda; El hombre que cayó a la tierra (1976) que me decepcionó un poco, aunque tenía la gracia de ver a David Bowie; Contratiempo (1980), un interesante thriller con un Art Garfunkel que pretendía una carrera cinematográfica; Eureka (1983), que tiene sus dobles lecturas; Insignificancia (1985) una distopía curiosa pero muy inteligente, y Puffball (2007), que quizá sea la peor, una especie de drama rural británico algo fuera de lugar.
Éste tiene su gracia. Maneja una idea que todos hemos soñado alguna vez: la capacidad de escapar de todo hacia la nada. Pasar del trabajo, de las obligaciones, del jefe, del futuro, del pasado, de las expectativas, de lo que se espera de nosotros, de lo que somos, de lo que queremos ser. De todo.
Está muy bien rodada, mantiene el interés y tiene dos grandes actuaciones. A Oliver Reed le he visto en muchas películas, y siempre me ha parecido un gran actor. Amanda Donohoe, que no la había visto nunca en otra película, también hace un papel enorme. 
La cinta es como parece, no hay sorpresas, pero tiene muy buen tono, se deja ver, y es verdaderamente interesante.

§ 3.891. El 7º día (Carlos Saura, 2004)

  Sucesos bien conocidos, especialmente por un extremeño, y singularmente por uno que estudió derecho, como es el que escribe, en aquellos m...