miércoles, 27 de noviembre de 2024

§ 3.588. Los culpables (José María Forn, 1962)

 

Película española que tengo por importante, seguramente por alguna recomendación de algún tuitero 'cinéfago', o indicación similar.
Cine negro español de calidad, dedicación, esmero y paciencia. 
La tengo por un clásico, más o menos consolidado, pero clásico.
Una trama muy bien trazada, con esa música tan característica y ruidosa que a veces aturde y no aclara, pero con un sustento de lo más consistente en diálogos, giros de lenguaje y guión. 
No sé cómo pasó la censura este guión y esta película. Tiene ese punto sórdido, malvado, malévolo, malsano, pordiosero y ruin de las tramas delictivas.
Me ha gustado mucho.

§ 3.587. La senda tentadora (André de Toth, 1948)

 

Cine negro oscuro. Negro de verdad. Del mejor. Chica guapa, pasiones reprimidas, tensión sexual vigente y potente, paleto ejerciendo y un desfalco de dinero de por medio.
Recuerda vagamente a Perdición (Billy Wilder, 1944), aunque, por supuesto, no es tan buena como el clásico. 
Un Gran De Toth. No un Toth medio, un Toth grande. Con una muy guapa Lizabeth Scott en un papel que le va mucho, un Dick Powell al que no le veo del todo en el papel y el siempre eficaz Raymond Burr cuando hace de 'brutote' pero con corazón. 
Pretende un punto de reflexión sobre la aburrida vida de clase media que no consigue del todo.
Me ha gustado, metraje civibilizado, un buen blanco y negro y unos silencios interesantes. La música, con no excesiva presencia, no parece bien elegida. 
Por momento es de cine negro, por otros pretende una reflexión profunda que no le sale del todo. Mejor pretensión que resultado, porque no satisface del todo lo que pretende.

martes, 26 de noviembre de 2024

§ 3.586. La bella y la bestia (Jean Cocteau, 1946)

 

Un cuente fílmico. Me encantó "El águila de dos cabezas" (1948) del mismo director. Bueno, director, cineasta, escritor, poeta, dramaturgo, ensayista, crítico, polemista, personajes, etc. Todo un referentes de la cultura francesa del Siglo XX.
Los trajes, las ropas, los atrezos, el ambiente, todo está cuidado como si se tratase de un cuenta. Un cuento costumbrista, recargado, exagerado, idólatra, iconoclasta, suntuoso, gótico flamígero, encendido, arrogante, y apasionado.
Me ha encantado. Es otro tipo de cine, del que luego Disney bebe sin moderación. 
Director poco prolífico, pero que le tengo por muy influyente, ya no tanto en el cine, sino en la cultura en general.

lunes, 25 de noviembre de 2024

§ 3.585. Dias del cielo (Terrence Malick, 1978)

La ruralidad norteamericana no me ha agradadonunca. Es evidente que para directores de allí es un valor en alza, una forma de ver la vida y una escuela de aprendizaje. Y hay que respetarlo, naturalmente. Pero sólo conecto con ella desde lo secundario: la visualizad, el color, los planos, los enfoques, los encuadres, etc. La historia en sí no me llega, no me suele llegar, como ésta. Me parece artificial. Un poco sí me recuerda a Las uvas de la ira, de Ford. Hasta cierto punto su mensaje es colectivista, socialista, izquierdista, sindicalista.
Me llama la atención en una sociedad como cinematográfica americana tan poco proclive a dar pábulo a discursos de este género.
Me ha gustado. No me parece una obra de arte, pero tiene una visualizad muy singular, característica. Su gran valor. En ese sentido me recuerda a Victor Erice, algo al Bergman de color, a directores que tiene la imagen como un aliado.
La historia es dura, algo aterradora, real y sufrida. Me ha gustado. Tengo que volver a ver todo Tarkovsky, otro de los 'visuales'.


 

sábado, 23 de noviembre de 2024

§ 3.584. Gritos en la noche (Jesus Franco, 1962)

 

Insisto. Jesús Franco en sus primeras etapas fue un director prometedor, decente, con ideas, impulso, iniciativa y un punto de sofisticación que hacía sus obras muy agradables. Se podían ver, tenían tino, trama, y estaban impulsadas desde la creatividad, el guión, la música y los códigos cinematográficos.
Sus primeras películas tenían lo que las películas tienen que tiene. Luego, entre la pulsión erótica, los desnudos sin sentido, la necesidad de rodar constantemente, seguramente un punto de egocentrismo desproporcionado, y quizá la necesidad económica  le impulsaron a rodar y rodar perdiendo por completo el sentido fílmico, las ideas, su personalidad y su forma de hacer las cosas. Convirtiendo sus productos en un pastiche insufrible la mayoría de las veces, cuando no en un producto ramplón y vulgar.
Esta cinta está llena de ideas. Un punto de impresionismo alemán en los blancos y negros, la tensión al estilo de las cintas de Hitchcock, un guión que podría estar basado en un cuento de Poe, en algún fotógrafa pueden verse recreaciones de Bergman, inconfundible en "El séptimo sello" (1957)
incluso, por momentos, una recreación de La Torre de los Siete Jorobados (Edgar Neville, 1944). 
Es la primera aparición del Doctor Orloff, creación propia del director y mito del Fantaterror patrio, género de lo más interesante.
Me fallan los actores. Conrado San Martín es el inspector y Howard Vernon, al que no veo fuera de las películas del oeste sin pistola y a caballo, es el doctor Orloff. Las chicas son Diana Lorys, Perla Cristal, y María Silva.
Me parece de lo más interesante.

§ 3.583. La noche de los brujos (Amando de Ossorio, 1973)

 
Todos los zombies de Ossorio se ven ifuales. O muy parecidos. Director de un momento. Que se explica por las circunstancias y por la personalidad del creador. Tiene mucho mérito, muchísimo, montar películas, idearlas, lanzarlas, financiarlas o buscar financiación, guionizarlas, rodarlas, montarlas, publicitarlas, y hacerlas reales. De las musas al teatro. Y este cineasta, como otros de la época merecen todo mi respeto, todo mi cariño, toda mi consideración. 
Que luego la película sea buena o mala, mejor o peor, casi no tiene importancia. Lo que ocurre con Ossorio es que son todas iguales, o tan parecidas que no se diferencian.
Jack Taylor, Simón Andreu y el resto de la tribu, incluyendo a una Bárbara Rey de los más joven y lozana. 
Prescindible.

viernes, 22 de noviembre de 2024

§ 3.582. El destino también juega (Fielder Cook, 1966)

 

Un Western del montón. Interesante por el tema del juego, pero poco más. Efectivo, natural, sincero y bien trazado. Impresionante Henry Fonda, él es el cine, y también muy adecuado el resto del reparto, que por otra parte es impresionante: Joanne Woodward, Jason Robards, Paul Ford, Charles Bickford, Burgess Meredith y Kevin McCarthy.
La cinta tiene una cierta fama, al menos así lo creo. Es una recomendación de algún tuitero que apunté.
Interesante, presenta a las diferentes personalidades a través del juego, pasión que consume al protagonista hasta la muerte.
La música que rodea toda la acción es muy conocida.
El papel del jugador es tremendo. Parece un relato de Dostoyevski. Sobre esta pasión que consume al ser humano hay muchas cintas, la que recuerdo especialmente bonita es la Robert Siodkmak "El gran pecador", de 1949.
Fonda suda realmente, tiene taquicardias y escalofríos. Es un papel tremendo, sólo al alcance de muy pocos. Gran papel, gran actor.




$ 3.932. Blade Runner (Ridley Scott, 1982)