martes, 12 de noviembre de 2024

§ 3.567. Bill, qué grande eres (John Ford, 1950)

 

Ese todo ligero, incluso de comedia de situación, no le pega a Ford. Me gusta el Ford trascendente, "pesadote", espeso, triste, con el que tienes que pensar... este tono divertido, casi de risa, por mementos intrascendente, nada serio, no me gusta. 
Obviamente está perfectamente bien rodada, mantiene el interés los 82 minutos que dura el metraje, entran y salen personajes con verdadera naturalidad y maestría, la música acompaña perfectamente (¿Cuándo no en Ford?) e interesa ser vista. Pero no es un "gran" Ford.
Tiene un mérito indudable. Te mete en el asunto marcial hasta la emoción. Y, como en tantas películas de Ford, terminas llevándote hasta la lágrima. Es una emoción profunda y sincera, racial y verdadera. Auténtica. 
El soldado, la novia, el honor, la forja del destino, la tragedia inevitable, la superación del hombre común en circunstancias excepcionales. Lo de siempre en Ford. El cineasta por excelencia. El iracundo bebedor mucho más sensible de lo que su coraza dejaba aparentar. Estudioso de cuadros y fotografías, crítico despiadado, incluso de sí mismo, y hombre contradictorio amigo de sus amigos y preocupado en 'pagar las facturas'.
Me encanta Ford. Qué se le va a hacer...!!!

lunes, 11 de noviembre de 2024

§ 3.566. La conquista de un imperio (Denys De La Patellière, Raoul Lévy y Noël Howard, 1965)

Interesante, colorista, grande, con pretensiones, muy de una época, seguramente con gran presupuesto, estrellas de cine consolidadas (que intervienen muy poco, seguramente por mucho dinero), un guión muy bien trabajado, con una distribución de los tiempos perfecta, grandes escenarios, muchos extras, y una dirección interesante, acompañada de una música preparada al efecto que acompaña toda la cinta. 
Quizá pretendía situarse en el escenario de las grandes epopeyas, pero no lo consigue plenamente. Bueno... se queda muy lejos de estar a la altura de cualquier "peplum" que se precie.
La presentación está bien, pero a medida que la película avanza se va diluyendo en naderías, anécdotas y tonterías. Además los personajes no son demasiado creíbles, empezando por el propio Marco, que no tiene ningún momento de reflexión, sosiego o pretensión conceptual o intelectual. 
Mal Horst Buchholz, muy poca intervención de Orson Welles, que quizá no llegue a un minuto, Akim Tamiroff haciendo de pérfido maligno, Omar Sharif algo sobreactuado y Anthony Quinn como siempre, profesional, práctico y directo.
Pero como pretensión es de lo más interesante. Un Biopic sobre Marco Polo es, de hecho, muy interesante. Quizá incluso como serie funcionara mejor que como película. No sé, pretende meter demasiadas cosas en 110 minutos. 

Además dudo bastante que alguno de los acontecimientos que narran sean verdaderamente episodios de la vida y las aventuras de Marco Polo. Además, las aventuras no están bien conectadas, por eso comentaba que quizá no hubiera sido mala ideas hacer una serie de episodios sobre las diferentes aventuras del personaje.

domingo, 10 de noviembre de 2024

§ 3.565. August (Anthony Hopkins, 1996)

 
Delicada, colorista, sensible, intimista, trabajada, inglesa, guionizada, laureada, apocada, sencilla, compleja, no para cualquier aficionado al cine. 
No "pasan cosas" en sentido estricto. Es la manera de contarlas, la figura en el tratamiento de las imágenes, los diálogos y los propios diálogos lo que convierte a la cinta en notíciale. Fina y, a la vez, difícil. 
Intimista, retraída, dulce pero, insisto, no para cualquiera. Tiene ese regusto de obra británica de toda la vida, detención en los colores, las formas, las flores, la ropa, lo pequeño que hace grande a la obra. 
Me ha gustado mucho.

sábado, 9 de noviembre de 2024

§ 3.564. El hombre que cayó a la tierra (Nicolás Roeg, 1976)

 
Experimento fílmico, poesía abstracta, sensibilidad postmoderna, sueños metálicos y sensacionalismo capitalista abusivo y sin sentido. Diseño semi-apocalíptico, simpleza estructural y nula capacidad de emocionar de una manera clásica u ortodoxa, como las películas que me gustan. 
Una formadle contar diferente, tiene que gustarte o no. Si es que sí, te agradará verla, si es que no, desearías no haberla visto porque te hizo perder el tiempo. 
Un hombre sin tiempo, sin lugar, sin pasado, sin futuro, no se sabe de dónde viene y tampoco a dónde va. Qué quieres hacer o qué le motiva a hacer. Ese velo de oscuridad, a veces compleja a veces simple no funciona.
La cinta es demasiado larga, por momentos aburrida, tediosa y difícil de seguir. Juega mucho con la imaginación del espectador, que puede componer el fresco del cuadro completo conociendo solamente una parte. 
El hombre es como si fuese capaz de ver en el momento presente todo lo que ha pasado en ese lugar en el pasado.
No me ha gustado especialmente. Pertenece a ese género entre futurista y abstracto que no sabes muy bien cómo funciona y cuál es su pretensión. 
Me gusta más el cine clásico, ortodoxo, con desarrollos lineales, sencillos o complejos, pero lineales. Inteligentes y difíciles, pero lineales, aunque en su composición se alteren las líneas de tiempo. Pero en esta nueva moda todo juega con reglas nuevas, diferentes, no lineales. Y para ver alguna cosa está bien, pero no como fuente principal de mi dieta. 


jueves, 7 de noviembre de 2024

§ 3.563. Marea nocturna (Curtis Harrington, 1961)

 

Pasa por ser un clásico existencial, una película que marcó cánones y atrajo miradas y marcó sendas y caminos novedosos y no trillados ya por la industria. Una especie de cuento gótico marino, con guión del propio director.
Propuesta interesante, en la que el miedo procede de lo inverosímil, de lo increíble, del engaño y del embuste. El miedo procede de creer lo eu no se puede creer, de lo increíble, del proceso por el cual comienzas a creer, a vislumbrar que es posible lo que crees, que puede ocurrir lo que nunca ocurre.
Me ha gustado. Metraje contenido, blanco y negro de lo más interesante, algo diluido, no tan diáfano y con tantos contraste como otros blancos y negros, una música de fondo -a veces incluso Jazz- y un guión bien trabajado.
Me ha gustado mucho.

§ 3.562. Hacia la felicidad (Ingmar Bergman, 1950)

 

La incomunicación, la vida en pareja, la soledad, el amor, la pasión, la sociedad represiva, la tendencia "hacia la felicidad", el peso dela culpa, del deseo, de la muerte, de la angustia de vivir, de la angustia por morir, de la angustia. 
- ¿De qué va la película? 
- Es sencillo, de todo esto y algo más. 
Envuelto en un blanco y negro precioso, profundo y destacado que evoca el utilizado en las mejores películas de cine negro americanas. 
Siempre he creído que bajo la aparente simplicidad de Bergman se escondía una complejidad artística, estática y existencial de primer orden. Nada es "sólo" lo que parece, siempre hay algo más. Aquí parece que es una historia de amor, y bien puede verse como una historia de represión y sufrimiento.  La pareja como la cárcel.
Los protagonistas son Stig Olin y Maj-Britt Nilsson, apareciendo también Victor Sjöström, en ese papel de 'viejo profesor' que parece hecho para él.

miércoles, 6 de noviembre de 2024

§ 3.561. María Galante (Henry King, 1934)


Noventa años tiene la película. Y sigue siendo actual todavía. Una trama clásica de espías en Centroamérica, con un chico bueno, chica ingenua pero explosiva y una trama en la que hacer el bien reporta perjuicios y hacer el mal demasiados estímulos.
Suavidad, potencia, energía y sexualidad desbordante para ella, y virilidad bien entendida para él. Hombría clásica y feminidad ortodoxa.
Una de las primeras películas de Henry King, uno de los más grandes.
La pareja protagonistas es Spencer Tracy y Ketti Gallian. Él es uno de los grandes, a ella no la conozco tanto. Es una actriz francesa que sólo hizo ocho películas. Éste es la primera.


§ 3.901. La trampa (M. Night Shyamalan, 2024)

El director pretende algo difícil, difícil de verdad, entroncar una persecución policial dentro de un estadio donde se está celebrando un co...