jueves, 11 de julio de 2024

§ 3.467. Infierno de cobardes (Clint Eastwood, 1973)

 

Pues puede parecer una exageración, pero a mi me parece una película magnífica, continuadora de un género, el de los Western crepusculares. Muy bien escenificada, estructurada y narrada. Gran conexión emocional con el protagonista y la protagonista, ambos muy bien en sus propios papeles, con música más que adecuada y un metraje muy razonable, aunque quizá le sobren 10 minutos. Más de noventa es una exageración, pero Eastwood domina 
Seguro que muchos piensan que no es tan buena, pero me parece que para los años que han pasado no ha envejecido nada mal, antes al contrario, se puede ver perfectamente.
Me ha parecido magnífica. Es la cuarta o quinta vez que la veo y es la vez que más me ha gustado. 
El tratamiento melancólico del protagonista, la rareza del planteamiento, la violencia desataca y desacostumbrada del pistolero. Tiene algo de oscuro, de negro, de maldad perversa. Una broma dentro de un misterio, al final de un laberinto. El hecho de "tenerlo todo". De vengarse desde el enriquecimiento, desde lo que más le duele al pueblo: la pérdida de su autonomía comercial, riqueza y dinero.
Película espléndida.

jueves, 4 de julio de 2024

§ 3.466. Un mundo azul oscuro (Jan Sverak, 2001)

 

Una cinta recomendada por Los Cowboys de medianoche, creo habérsele oido al Fiscal en esa sección que tenía cada semana de "El cofre del pirata". Sección que ya no existe, o, por lo menos, que no recuerdo haberla oído hace tiempo.
Está muy bien rodada, desde una óptica retrospectiva, con una música que pudiéramos llamar 'monumental', y con una fotografía preciosa, colores muy realistas y nítidos.
Un tono muy emotivo, realista y veraz. Nunca tantos debieron tanto a tan pocos.
Cuenta la historia de unos ases de la aviación checos que terminan combatiendo con Inglaterra en la batalla aérea más famosa de todos los tiempos. Épica y mística. 
Me ha parecido muy buena, bien rodada, verdaderamente interesante y muy positiva. Una de guerra pero con mensaje.
Realmente, el comunismo tuvo que ser devastador para los países satélites, especialmente para aquellas personas que habían disfrutado de algo de libertad en los "países libres", es decir, en el resto del mundo europeo. 

§ 3.465. El último hurra (John Ford, 1958)

 
Un Ford diferente, costumbrista, elegante y cínico. Parece una cinta de Joseph L. Mankiewicz, suave, fina, con gancho, con una crítica suave pero mordaz, y con un trasfondo crítico.
La excusa de una última campaña electoral de un alcalde un pueblo próspero de provincias en Nueva Gales, probablemente Boston.
Un inconmensurable Spencer Tracy se acompaña de un Jeffrey Hunter unido a la 'troupe' de Ford. Me ha gustado también 
Pat O'Brien, tan sobrio e inteligente como siempre.
Un guión de Frank S. Nugent sobre una novela de Edwin O'Connor, estructura unos diálogos brillantes, mordaces y cínicos que evidencia el sarcasmo que tiene Ford sobre eso de la política.
Probablemente quería mostrar dos cosas. Cómo se hacían las campañas electorales antes de la llegada de la televisión, una forma totalmente diferente, y cuál es el sentido de la honestidad de la prensa escrita en el juego de la política.
Me llaman la atención varias cosas. La capacidad de Ford de mostrar épica y sensibilidad en cualquier situación y contexto. Es fácil identificar momentos 'Ford' en el metraje: las risas en el velatorio, el paseo del alcalde con el sobrino por el barrio donde vivió, la comida en el velatorio, etc.
Y me ha gustado mucho el discurso del alcalde al comienzo, cuando explica la animadversión que siente el editor del periódico con el alcalde, porque su madre sirvió en la casa del padre del periodista. Pero luego hay que escuchar, tremenda tontería, que Ford era un facha, reaccionario y subversivo. El proyecto de viviendas sociales, que es el punto de discordia entre banqueros y el alcalde, es el reflejo de esa mala interpretación que siempre se ha tenido con el discurso político de Ford. Si esta película la hubiera firmado cualquier otro director se diría que él que es de izquierda.
Me ha gustado, es irónica y cínica, inteligente y delicada. Algo larga, como todas las de Ford, pero se deja ver con total naturalidad, agrado y satisfacción.
No es un "Gran" Ford, a mi juicio, pero sí un Ford muyyyyy decente.

§ 3.464. La terrorífica noche del demonio (Jean Brismée, 1971)

 

Tiene unos diez primeros minutos verdaderamente interesantes. Imaginas lo que puede ser y pasas toda la película pensando cuál es la conexión con el resto de la trama. Única película de su director, probablemente relacionado con el cine aunque no en los meollos de sus círculos más internos.
Un erotismo naif digno de mejor causa, que no se sabe muy bien a qué viene y para qué sirve intenta adornar una historia que promete, pero que no consigue arrancar del todo. A la media hora consigues entenderlo todo, pero transita por lugares comunes y trillados y  carece de imaginación.
La protagonista, la mujer que hace de súcubo es realmente espectacular. Se llama Erika Blanc, y es de una belleza despampanante, mayúscula, mastodóntica. Pelirroja, alta, con cadera y pecho, una piel blanca y una piernas largas. Una mujer guapísima.
La cinta es lenta, y le sobran 20 minutos. En un metraje de 80 minutos estaría perfecta. Tiene algo de cinta de culto, la idea de unir los pecados capitales con asesinatos es interesante. Y aunque probablemente Seven no está inspirada en ella, siempre te quedará la duda de si Fincher la vio y, de alguna manera, le dio claves interpretativas para montar su película, bastante mejor que esta, no creo que hay a ni que decirlo.
Le falta la gracia y los lugares comunes y conocidos de las de vampiros de nuestro "Fantaterror", que es un género verdaderamente interesante. Se queda a medio camino entre una película solemne, seria y una frívola. Y más allá de las deficiencias técnicas y de guión, lo que lastra la cinta es la ausencia de ritmo, de pulso. Puedes suplir con un buen montaje la falta de talento actoral, pero si montas mal la cinta, la cosa no funciona. Es una regla que supongo todo el mundo sabe o conoce, a mi, al menos, me parece básica. Un buen montaje te arregla una mala película, pero un mal montaje puede destrozarte una buena película. Ésta quizá nunca fue una "buena" película, pero el montaje destroza todo lo bueno que pudiera tener. La música, además, es infame, entre neogótica negra y electrónica.
Deficiente película. Me ha decepcionado. Esperaba más de ella. No sé por qué, pero esperaba más de ella.


miércoles, 3 de julio de 2024

§ 3.463. El puente de Waterloo (Mervyn LeRoy, 1940)

 
Un clásico de amor de toda la vida, restaurado y en formato Rayo Azul. Un banco y negro precioso, brillante y definido.
Un melodrama en toda regla en el que brillan con luz propia Robert Taylor, tan guapo como siempre, y Vivien Leigh, una actriz al que tengo manía. Nunca le he visto la gracia. Será una actriz estupenda, pero la tengo atragantada. En todas las películas suyas que veo me ocurre lo mismo, la veo como Escarlata.
Con Taylor me pasa lo que no me pasa con las actrices bellas. Que no le tomo en serio. Es tan guapo, tan perfecto, tan sumamente varonil, tan canónicamente ortodoxo que su porte y distinción me resta su crédito actoral. Eso no me ha pasado con ninguna actriz. Con ninguna. Sin embargo con él sí me pasa. Y es injusto. Es un muy buen actor.
La estructura del melodrama es clásica, ortodoxa. Circular y en una estructura retrospectiva. Bonita, delicada, emotiva por momentos. Sentimental y efectiva, pero eficaz. 
Me ha gustado mucho.


martes, 2 de julio de 2024

§ 3.462. Alma perdida (Dino Risi, 1977)

Subyugante historia oscura y cerrada que juega a ocultar pasados perversos en vidas formalmente impecables. Seguro que a Buñuel le gustaba. Tiene esa mezcla de formalidad e hipocresía.
Un perverso, aunque solemne, Vittorio Gassman es el epítome del burgués: falso, malo, con todas las virtudes sociales pero todas las perversiones personales. La familia es un juguete con el que entretenerse, la mujer el objeto de la sumisión que proclama en todo momento a su voluntad. Severo, nada bondadoso, malsano en sus relaciones de dominio y terror sordo.
Catherine Deneuve, siempre tan bella, tan mujer, tan contemplativa, en este caso tiene un aíre de loca, de persona que ha perdido la cabeza. No definitivamente, no se trata de que esté enferma hasta esa punto. Es que, sencillamente, la vida le ha conducido a caminos para los que no estaba preparada.
Me ha gustado el tono oscuro y perverso de la historia. Me recuerda a la Nicolas Roeg, Amenaza en la sombra, de 1973.


 

§ 3.461. El muelle de las brumas (Marcel Carné, 1938)

No he visto nada de Carné, y tenía ganas. Un representante del realismo francés, muy entonado antes de la IIGM, con gran prestigio y con cintas de culto. Probablemente un antecedente inmediato de la Nouvelle Vague, aunque es sólo una reflexión, ni tengo información ni es una conclusión que he sacado por mi mismo.
Tiene es punto del primer King Vidor, basando, como el americano, todo el peso dramático en el realismo de la trama. Tiene algo de enseñanza de la vida, de argumento moral, de presupuesto de actuación futura. Me obliga a una reflexión, moral, ética y estética, que no siempre me agrada. No veo cine para 'aprender', sino para disfrutar. Y este tipo de películas, como las de Renoir, por ejemplo, o como las de Rossellini, me provocan una cierta animadversión inicial. Son lentas, duras, secas, a veces rancias. Y, sin embargo, luego, al terminar de verlas, descubres que son estupendas, maravillosa, ejemplares, y con los años las recuerdas y su rememoración te agrada y satisface.
Está muy bien rodada, el guión es una fábula de un desertor y su encaje en la sociedad. Me ha gustado mucho, tengo que visitar más a Carné.

§ 3.513. Horizon: An American Saga - Capítulo 1 (Kevin Costner, 2024)

  Bueno. Pues tenía muchas ganas y no me arrepiento de ello. Me gustan las películas del Oeste, los Western, es, junto con el cine negro, lo...