martes, 27 de junio de 2023

§ 3.085. El crimen de Perpignán (Rafaél Moleón, 1991)

 

Nueva entrega de la serie. Interesante y algo más sofisticada que otras, exudando sexualidad, a diferencia de otras entregas. Un Juanjo Puigcorbé libidinoso y sórdido, en un papel que borda. Representante de la industrio clase alta catalana, adinerada y cosmopolita, pero siempre con pretensiones e ínfulas de mejor vida. Caprichosa y mal encarada, rencorosa y nada considerada con los trabajadores. Un abusador en toda regla.
Una Aitana Sánchez-Gijón en estado de gracia, guapa a rabiar y con dotes de seducción a raudales. 
Bien rodada, intensa y sórdida, exponiendo claramente lo que constituye una abuso sexual, una violación y un acoso sexual y laboral. Todo junto y revuelto. Intenta reflejar una sociedad en evolución, pero no deja de ser un estéril intento. En algunos momentos sí parece que lo intenta, pero no lo consigue. Un metraje tan escaso no da para más.
Un director más de televisión que de cine, aunque tiene algunos largometrajes.

lunes, 26 de junio de 2023

§ 3.084. Conan, el bárbaro (John Milius, 1982)

 

Debe ser la tercera o cuarta vez que la veo completa. Y es la clásica película que cada vez que la ves encuentras más cosas, más matices, que la hacen mejor, más valorada.
Me parece una gran película, muy lograda, con una banda sonora espectacular, unos colores y una escenografía muy lograda, una historia muy bien contada y un resultado verdaderamente soberbio. 
Una clásica película de aventuras con un temática medieval pero rodada con efectos modernos, guión y tratamiento actual y una dirección precisa que le da toda su frescura y vivacidad.
Me gusta que las cosas ocurran sin necesidad de dar explicaciones, las cosas pasan, pero no sabemos por qué, y eso le da mucho juego a que cada espectador organice su respuesta en su cabeza.
Lo onírico, lo fantástico y lo esotérico tiene su hueco en una cinta preciosa. 
Estupendo el protagonista, en un papel pensado para él.

domingo, 25 de junio de 2023

§ 3.083. Jarabo (Juan Antonio Bardem, 1985)

 

La primera película de la serie "La huella del crimen" y, desde luego, la que más me gustó cuando vi la serie, la que más me impactó, tanto por el propio crimen como por la veracidad del personaje, el porte que tiene el personaje, la apostura, la frialdad y la falta absoluta de empatía y sensibilidad. Una auténtico psicópata y degenerado. Una bestia sin escrúpulos al que Sancho Gracia da vida de manera magistral, absolutamente magistral. Es él, es Jarabo.
El tempo de la cinta, el ritmo interno, la frescura de los planos, la veracidad de los escenarios, la cara de malo del protagonista, la brutalidad del resultado. Es una magistral disección de un crimen que sólo tiene un responsable, el director. Una gran de verdad. Es el mejor capítulo de la serie sencillamente porque es el mejor director de todos. La luz, el color, los planos. Me parece una obra de arte. Qué pena que dure 75 minutos, si lo hubiera extendido hasta los 120 hubiera quedado una obra de arte.
Los planos de los asesinatos están rodados de manera absolutamente magistral. La sucesión de planos, la velocidad de los mismos, los encuadres, como a media distancia, moviendo el zoo de la cámara para dejar ver más cosas que han ocurrido en la escena. 
Jose Manuel Cervino también le da un toque de autenticidad al trabajo policial absolutamente magistral.
Me ha encantado.

jueves, 22 de junio de 2023

§ 3.082. Sé fiel a ti mismo (Anatole Litvak, 1942)

 

Una guapísima Joan Fontaine y un muy varonil Tyrone Power llevan el peso de una cinta emotiva y sentimental pero que llena, que llega, que impacta. Joan es más guapa que Olivia, que era más recia y racial. Tiene una belleza más dulce, suave, clásica y formal. Aunque a veces puede pasar una por otra.
La rebeldía natural de la juventud, la guerra y las desilusiones vitales que conlleva, los desastres que provoca y el miedo que inspira no son obstáculos para que surja el amor.
Es un poco larga, por momentos tiene tramas valle, y la intensidad dramática no consigue imponerse en todo el metraje. 
En realidad es más historia de amor que película de guerra. Aunque tiene ese aspecto de motivación personal que sirve como recuerdo personal de desarrollo.
La película también puede ser vista como un relato de la lucha de clases. Una niña rica y un joven idealista, algo socialistas y muy resentido con las clases altas. Algo oculta, algo de su pasado que tiene que aflorar y que hasta que no se diluya en la convivencia natural de la paraje no permitirá que su amor sea sincero y limpio.
La trama se enreda y se enreda sin mostrar qué ocurre.
Una buena película. Un gran Director que tiene obras realmente estupendas.

miércoles, 21 de junio de 2023

§ 3.081. Esta tierra es mía (Jean Renoir, 1943)

 

Alegado antifascista de calidad excelsa. Con un reparto que, al principio, puede parecer incompatible: Charles Laughton no parece pegar con Maureen O'Hara. También interviene George Sanders, todo un tipo, un grande del cine, y Kent Smith, un maniquí poco expresivo al lado de estos dos monstruos. 
Por momentos puedo ver una película de Ford, en el sentido de incidir en una de sus máximas de siempre: el hombre normal convertido en héroe por no doblegarse a circunstancias opresivas injustas. Una persona normal, con principios y valores, se ve sometido a una presión enorme, injusta y oprobiosa, y la forma de reaccionar es mantenerse en sus valores y principios por encima de todo. Pero lo singular, lo que le convierte en un hombre Ford es que son precisamente estas circunstancias las que forjan al hombre y le encaminan hacia su propio yo. Son precisamente esas circunstancias las que le hacen ser más él, más auténticamente él.
De ser un cobarde a ser un valiente quizá no hay tanto camino, y el empuje de la necesidad acelera el tránsito.
La fortaleza interior nace de las convicciones, de las creencias, de las vivencias. Y se va forjando con el tiempo, poco a poco. Nunca se sabe cuáles van a ser los acontecimientos desencadenantes que sirven de catalizador de esa catarsis interior que aflora en el momento más insospechado.
Ver a Charles Laughton es un espectáculo. Qué actor, qué difícil es catalogarle, pues hizo de todo. Y siempre con una calidad y un saber hacer absolutamente ejemplares. Uno de esos actores por los que pagas una entrada de cine.
Lo de Maureen O'Hara es un escándalo. Impresiona lo guapísima que es, alta, con una figura de impresión, un pelo pelirrojo de fuego (aunque esta cinta es en blanco y negro) y una mirada felina de ojos encendidos como carbones en ascuas. Le da el toque dramático necesario, sin alaracas, sin perder la compostura, en su tono justo. Ni sobreactua ni se queda corta. Impresiona. Y cómo llora, que capacidad de transmitir sentimientos.
Es una película redonda, para verla varias veces en la vida. Intensa y vital.

§ 3.080. El caso de las envenenadas de Valencia (Pedro Olea, 1985)

 

Una entrega más de la mítica serie. Puede ser cierto eso que dicen que cada país, cada zona, cada cultura tiene una forma peculiar de matar, de plantear los homicidios, de provocar el mal. Una especie de antropología del mal. Producto, seguramente, de su cultura, de su forma de ser de su idiosincrasia, de su mar, de su vino, de sus hombres y mujeres.
Valencia y veneno parecen siempre ir de la mano. Y de esto va la película, que por otra parte se desvela en el título.
La mirada de Terele Pávez da un poco de miedo. Es fría y distante, pero también esconde maldad y resentimiento. Es una actriz peculiar, distinta, ideal para este tipo de papeles, duros, secos, con mucha personalidad. No es para una papel en una serie normal y corriente.
Es evidente que el desencadenante de su impulso criminal es la felicidad de los demás, la estabilidad emocional y la bondad. Seguramente no hubiera podido comportarse así en el caos, en un torbellino de emociones. En ese escenario hubiera tenido que sobrevivir y para ello hubiera necesitado no ocuparse de otros asuntos.
Cada vez que veo este tipo de comportamientos me acuerdo de la vivencia de Robespierre, al que, sobre todo, lo que le movía era el resentimiento. La insoportable sensación de tener que estar agradecido. Eso es el resentimiento.

martes, 20 de junio de 2023

§ 3.079. Balarrasa (José Antonio Nieves Conde, 1951)

 

Los peces rojos es una única película que he visto del director. Esta es otra cosa. De temática religiosa, seguramente muy apreciada por el Régimen de Franco.
La Legión, la muerte, el valor, la conversión en sacerdote. Un imperial Fernando Fernán Gómez, jovencísimo. Pero no era su primera película, ya tiene registros de 1943.
El blanco y negro se ve muy definido (probablemente esté restaurada la copia) y el sonido también se escucha estupendamente. La música es quizá lo que no encuadre del todo, parecen retazos mal construidos de una melodía no del todo ensayada. Pareciera como si a cada nuevo episodio se fuera desvelando mayor cantidad de melodía, que tiene una reverberación religiosa innegable.
La evolución del personaje es perfectamente creíble, el actor le da una autenticidad y un saber estar que define toda la cinta.
No es demasiado larga, no pierde interés y tiene su mensaje. Me ha gustado.

§ 3.916. Beltenebros (Pilar Miró, 1991)

La vi hace muchísimos años, en Cabueñes, en Asturias, en un campamento juvenil que organizaba el Injuve (el Instituto Nacional de la Juventu...