miércoles, 15 de febrero de 2023

§ 2.945. Mil ojos tiene la noche (John Farrow, 1948)

 

Una mezcla de cine negro y fantástico. Las facultades telequinésicas estaban de moda en los cuarenta, siempre lo han estado, y explotar esa vía es interesante como recurso cinematográfico. En este caso es un mago de feria quien, después de años de embustes y mentiras, realmente comienza a tener premoniciones que se cumplen, indicios de que algo va a ocurrir, generalmente de naturaleza truculenta. Aunque también adivina números de la lotería o para hacer negocios en bolsa.
Los augurios en vez de ser una especie de bendición se convierten en una condena. Sabe lo que va a pasar pero no puede hacer nada.
Interesante Edward G. Robinson sobre el que pivota toda la cinta. 
Un metraje civilizado, un resultado imprevisible y una música de fondo machacona completan los elementos del teatro.
Atrás queda una historia de amor y otras cosas.
Un resultado interesante, no del todo redondo, pero ciertamente entretenido.

martes, 14 de febrero de 2023

§ 2.944. El vigilante de la diligencia (André De Toth, 1954)

 

Historia de una venganza. Muy bien rodada, en paisajes naturales, con travelin y recursos fílmicos más que oportunos. Un gran color y una música muy propia. Una más del Oeste, de esas de doble sesión que pro metraje ponían antes de la película 'estrella' del sábado tarde en los cines de medio mundo.
Me gusta De Toth, es un director sólido, sabe hacer las cosas, no se va por las ramas y siempre tiene argumentos. No se desperdicia ni un minuto de la trama. Me gusta mucho la voz en off, que sirve para explicar cosas que necesitarían más metraje para ser expuestas.
Después de exponer muy bien la trama, en menos de 10 minutos, se detiene, quizá innecesariamente, en aspectos poco trascendentes.
Puede leerse como un estudio sobre la (mala) fama, los prejuicios y la manera en que en un sitio cerrado los bulos, las medias mentiras y las insinuaciones interesadas se propagan de manera rápida. A veces es más fácil creer que comprobar, dejarte llevar por los perjuicios a analizar la realidad de lo acontecido. 
No es exactamente Sólo ante el peligro, de dos años antes, pero tiene algunos puntos en común. Es peor cinta, menos dramática y con un estudio del personaje principal menos desarrollada, pero puede alojarse en el mismos casillero.

lunes, 13 de febrero de 2023

§ 2.943. Horizontes del Oeste (Budd Boetticher, 1952)

 

Otra más del Oeste de Boetticher, y me quedan muy pocas para acabar con toda su filmografía del género. He visto, creo, sus principales aportaciones. Un grande del género. Un grande del cine.
Aquí sin Randolph Scott, que ya es decir. Un color muy acentuado, supongo que rodada con gran presupuesto y actores muy cotizados: Robert Ryan, tan eficaz como siempre; Rock Hudson,  guapo a rabiar, varonil y tremendamente eficaz; y Julie Adams, guapa actriz reconocida en otras obras (La mujer y el monstruo, Jack Arnold 1954, y Horizontes Lejanos, Anthony Mann, 1952) aunque de las especialmente conocidas. También está Raymond Burr un actor muy de la época, siempre en papeles de persona dura y con poco escrúpulos.
Un relato de desengaño, de ambiciones, de hermanos enfrentados, de dinero fácil y de sueños rotos. Modos diferentes de afrontar el pasado tras la guerra de secesión.
Eficaz cinta, bien narrada la historia, como en todas las del director con un metraje muy contenido, una música cuidada y un color muy vivo, muy elevado. Resultado decente.

domingo, 12 de febrero de 2023

§ 2.942. Cría cuervos (Carlos Saura, 1976)

 

Celebérrima cinta de Saura. Probablemente la más recordada junto con La caza (1966). Un cine muy visual, reconocido por nuestros ojos. Tranquilo en su discurso pero firme en sus postulados. Duro y con temas escabrosos. Las dos que he visto suyas: La caza y Deprisa, deprisa (1981) me han parecido magníficas, especialmente la primera, auténtica obra de arte del cine español. Bueno, obra de arte del cine, sin más. Sin restricciones. 
No es difícil apreciar que la discordancia de la niña, que aprecia una realidad distinta a la que es, puede leerse en la clave política que vivía España en aquellos años de la transición. Un régimen que agonizaba pero no fenecía y una nueva sociedad que todavía no había eclosionado del todo.
Tampoco es complicado apreciar una crítica a esa verdad tan asumida en nuestras vidas de que la infancia es la mejor etapa de la vida, un lugar seguro, un refugio contra las inclemencias de la vida. Coincido bastante con esa visión de la infancia. No creo que la mía fuera especialmente satisfactoria. No la recuerdo mala, ni traumática, ni nada parecido, sí la recuerdo tranquila, protegida y arropada. Pero, como dice la protagonista, era una época de incertidumbre, de miedos y de no saber. Pasaba el tiempo, sin más. Y tú en él. Y tú con él.
La cinta no me ha gustado tanto como las otras dos citadas. Es una historia que se explica muy bien en el momento en que fuer rodada, pero que quizá no ha envejecido tan bien como otras suyas, perfectamente visitables en la actualidad. Tiene, además, esa lentitud cansina, que se hace más acusada al manejarse con niños. No me suelen gustar las cintas rodadas con niños. Me cuesta entrar en ese mundo suyo tan singular, en su forma de ver las cosas. En esta cinta además de esas dificultades se suman las disociaciones de la niña y sus alucinaciones. 
Me ha gustado mucho el relato de mujer rota de Geraldine Chaplin, y la frescura en el garbo y en la mirada de Mónica Randall, que la tengo por una actriz de complemento pero que quizá tiene más desarrollo que todo eso.

§ 2.941. La caza del octubre rojo (John McTiernan, 1990)

 

La he visto muchas veces. Es muy entretenida. 

sábado, 11 de febrero de 2023

§ 2.940. Pasaporte a la fama (John Ford, 1935)

 
Vaya año 1935 para Ford. Además de una auténtica obra maestra como es El Delator, hizo otras dos. Esta y Barco a la deriva, que no es mala cinta. Era evidente que estaba a toda máquina: el siguiente año: El Arado y las Estrellas (cuestionable obra cortada y mal montada), María Estuardo, y Prisionero del odio, el anterior: Paz en la tierra, El Juez Priest y La patrulla perdida, que me pareció magnífica.
Desde luego eran sus años más prolíficos. Más tarde, con más reposo no haría tres cintas por año de manera regular. Tendría más aplomo. 
Esta cinta no es de las prototípicas de Ford. Una singular comedia de situación, con ribetes de cinta policíaca. Pero se deja ver, no tanto esa vez por Edward G. Robinson, que está bien, como siempre, sino, sobre todo por Jean Arthur, que está verdaderamente deslumbrante.
Me ha gustado, pero está lejos de las maravillas de Ford.

§ 2.939. Enemigo a las puertas (Jean-Jacques Annaud, 2001)

La vi hace muchos años por primera vez. Me pareció interesante, poco más. No ha mejorado mi apreciación sobre ella. Lejos de las mejores películas del director, un tipo realmente interesante. Los duelos a rifle son interesante, pero nada más. No aporta gran cosa y más allá de las escenas emotivas poco tiene que decir. 
El elenco de actores es más que interesante: Jude Law, Rachel Weisz, Ed Harris, y un magnífico y verdaderamente aterrador Bob Hoskins, que hace un papel estupendo, lleno de credibilidad.

§ 3.892. Una extraña entre nosotros (Sidney Lumet, 1992)

  Una película difícil de lograr. Interesante, con un cierto propósito pero nada sencilla de lograr. Intentar introducirse en los entresijos...