miércoles, 11 de mayo de 2022

§ 2.695. Un corazón en peligro (Clifford Odets, 1944)

 

Es difícil acostumbrarse a Cary Grant haciendo de malo. Si es cierto que puedes verlo en algunos papeles dramáticos, pero en un papel tan retorcido no le recuerdo.
No era todavía el galán que llegó a ser, canon de hombre educado, responsable e inteligente, siempre bien vestido, siempre caballeroso, atento y atildado, dulce y firme. Un hombre peculiar, como a la antigua usanza, como los hombres deberían ser siempre. 
Es un drama en un contexto social complejo. El director, un maestro del teatro, un auténtico renovador del género, sólo dirigió dos películas, ésta, que era la primera, y "Sangre en la primera plana" (1959), una película de 'juicios' que la recuerdo como muy buena.
Además de Grant, que no lo hace del todo mal, también actúan dos pesos pesados de la cuadrilla Ford: Ethel Barrymore (ganadora del Oscar a la mejor secundaria), y Barry Fitzgerald. También está por allí Dan Duryea.
Es algo oscura, con una trama clara pero lenta, algo previsible pero interesante.

§ 2.694. Los que no perdonan (John Huston, 1960)

 

Es la tercera vez que la veo. Nunca me ha gustado mucho. Problemas racionales en un oeste salvaje. Es el contrapunto de "Centauros del desierto" o de "Dos cabalgan juntos", ambas de Ford. Aquí es el rapto de un niña india por unos colonos blancos. Los problemas surgen cuando los indios son informados de la presencia de la niña en casa de una familia de terratenientes, los más ricos del lugar, que dieron de comer a otros colonos de menor fuste en los últimos cuatro años, los que han pasado desde la última incursión india y las últimas matanzas.
Los problemas racionales surgen cuando los indios matan al pretendiente blanco de la niña, miembro de otra prominente familia.
La batida de la venganza está en marcha, y con ella la parte central de la cinta.
Bien desarrollada, interesante, pero lejos, a mi juicio, de las grandes epopeyas del oeste. No tiene ese ritmo y esa tensión típica de las obras grandes del género.
Burt Lancaster está como siempre, hecho un cañón emocional a punto de desbocarse. Las comparaciones entre Audrey y Natalie (Centauros) es más que evidente, y no sale perjudicada, ni mucho menos. Es cierto que en esta cinta tiene mucha más carga actoral, claro.

martes, 10 de mayo de 2022

§ 2.693. Con él llegó el escándalo (Vicente Minnelli, 1960)

 

Gran drama del sur. Aunque la novela es de William Humphrey, que no sé quien es, podría estar firmada por Capote, por Tennessee William o por Faulkner. Racialidad, riqueza de terratenientes que hacen lo que quieren en todo el pueblo, mujeres frustradas sexualmente, hombre bebedores e infieles que persiguen mujeres porque se les va la vida y porque en casa tiene una sargenta por pareja.
La educación sentimental de un hijo es una cuestión siempre difícil, incluso aunque todo vaya estupendamente bien y no surjan problemas especiales. Hacerse un hombre en un mundo rural tan sumamente potente y tan sumamente varonil es una cuestión complicada.
El reparto es un verdadero escándalo: Robert Mitchum en un papel -cuál no- que le va como anillo al dedo, la impresionantemente guapa Eleanor Parker en un rol de mujer amargada que no le va del todo. George Peppard con sus limitadísimas dosis interpretativas, junto con George Hamilton en un papel con mucho desarrollo que no le saca todo el desarrollo que podría. Es timorato e inseguro, poco firme en su determinación y algo acomplejado. Puede ser que el papel requiriese es tipo de presencia, pero no me parece que sea el que mejor se acomode a la historia. La que hace su novia es Luana Patten, actriz para mi desconocida.
El vértice: madre, padre, hijo es interesante, pero no me acaba de convencer, sobre todo la relación entre los dos adultos. No se explica cuál es la razón por la que la mujer mantiene esa frialdad con el marido, probablemente porque le ha sido infiel muchas veces, pero todo parece indicar que hay algo más, que no se explica, ni falta que hace, porque esto es cine, y en el cine hay códigos que funcionan a la perfección sin necesidad de muchas explicaciones.
Ser reconocido entre tus iguales  es una necesidad absoluta del cualquier niño, de cualquier joven y de cualquier adulto. De eso también va la película.
Lo de Minnelli es un escándalo. Le tengo por un verdadero artista, pro un director con una gran creatividad, con películas extraordinarias, pero no sé por qué pero siempre le he encasillado en ese grupo de directores que no fueron bien tratados por la industria, que sus errores no se perdonaban y sus aciertos se minimizaban. Sea como fuere tiene no menos de 10 obras maestras en la historia del cine. Y me quedo corto. Uno de los grandes. No, en realidad lo que quiero decir es que es uno de los más grandes.

§ 2.692. La tierra tiembla (Luchino Visconti, 1948)

Como cine 'documental' probablemente no tiene precio. Como película, a mi modo de ver, deja mucho que desear. De hecho no creo que sea una 'película', no desde luego en la concepción estandarizada que se tiene de qué sea una película. Es claramente un ensayo cinematográfico. Ver la vida pasar y establecer un crítica -más que justificada, es cierto-, al sistema de producción que regía en Sicilia para la pesca en el mar.
No me ha gustado, pero es que no me gusta nada el Neorealismo italiano. Además, puedo soportar un determinados volumen de 'neo' pero no dos películas seguidas, como la de anoche y la de hoy. No es un cine para mi. Sencillamente. Tampoco me gusta la Nouvelle ni los francotiradores tipo Tarkovsky o Bella Tarr. No digo que sean malo,  al contrario, seguro que son magníficos, creativos y sólidos con la técnica, pero no me gustan, no son para mi. Sencillamente. 

lunes, 9 de mayo de 2022

§ 2.691. Obsesión (Luchino Visconti, 1943)

 

Tórrida adaptación para su momento de una novela negra negrísima, El cartero siempre llama dos veces, de James M Cain.
No sé si se puede considerar una película "neorrealista", porque, desde luego, tiene un planteamiento estético cercano a esas premisas fílmicas: sobriedad en los medios, minimalismo en los encuadres y en la posición de la cámara, actores con movimientos naturales, rodados en escenas del día a día, ropa y atrezo normal, del que se pondría cualquier persona en las situaciones que narra, diálogos sinceros en un lenguaje llano y franco.
Me ha parecido muy interesante, muy bien hecha. Es su primera película, y seguramente fue un éxito de público y crítica. No tiene la estética refinada de sus obras mayores, pero es una excelente película. Algún pasaje es un poco largo, pero la narración no decae en ningún momento, manteniéndose con mucha tensión.
He visto las tres versión que conozco de El cartero siempre llama dos veces. La primera, que es ésta, de 1943. La segunda , de Tay Garnett, de 1946, y la última de Bob Rafelson, de 1981. La que más me ha gustado siempre ha sido la de Garnet. Probablemente es la mejor.

domingo, 8 de mayo de 2022

§ 2.690. El Presidente (Henri Verneuil, 1961)

 

Novela de George Simenon, adaptada al cine de manera estupenda. Gran tensión, estupendas actuaciones, y un resultado realmente muy interesante. 
A medio camino entre un biopic de un personaje imaginario y unas memorias políticas tiene un punto de intimidad y melancolía cercana a la que puede sentir un gran hombre de estado cuando abandona el poder. Esa soledad que le lleva a escribir unas memorias para intentar ser recordado.
Jean Gabin está muy bien caracterizado. Es un actor de los de siempre. Con solvencia y soltura. Hace un gran papel.
El otro actor interesante de la cinta es Bernard Blier, que para mi es desconocido, aunque tiene que ser un grande, porque ha rodado muchísimas películas entre Francia e Italia en los sesenta y setenta.
Intenta representar bien esas soledades del poder que sólo se comprende por quienes se encuentran en esos estadios del poder. Se mantiene, con algo de intriga, en esos cánones y el relato es correcto y  interesante. Pero se me ha hecho muy larga.

§ 2.689. Murieron con las botas puestas (Raoul Walsh, 1941)

 

La vi hacer muchísimos años y me encantó. Es hora de revisarla en este año que pare mi es el año Walsh.
Biopic sobre uno de los héroes americanos. Muy entretenida cinta, algo almibarada y suave sobre un personaje que, seguramente, tendría más aristas que las que muestra. El cuestionamiento público en el cine de un héroe no era propio de esa época, más destacada a profundizar en los aspectos patrióticos, cuando no en aquellos meramente propagandísticos.
Quiero ver en ella algún reducto de Hawks y de Ford. El culto a la amistad varonil, las risas y las copas, la tensión y el respeto por lo militar. Quizá Ford emplea una perspectiva más moral, menos lúdica, más solemne. Walsh trata la cuestión como si de una cuestión de aventuras se tratase, con optimismo y alegría. A lo largo de la cinta se enturbia, claro. La épica requiere sacrificios.
Errol Flynn cuadra en estos papeles como anillo al dedo. Están hechos para él, su gallardía, su porte, su sonrisa, su apostura. Era una estrella del cine, con una vida que por sí misma serviría de guión para una película. Olivia de Havilland es el complemento perfecto. Dulzura, feminidad, enamoramiento. 
Se me ha hecho un poco larga, 125 minutos parecen muchos. Es complicado casar la historia de amor con las peripecias de la guerra, pero lo consigue bien, aunque para ello, como digo, tenga que emplear mucho metraje. 
Walsh es un genio del cine. No se le suele reconocer como un grande. Pero por cantidad, por el número de años en la cresta de la ola y por la calidad de sus películas, en todos los géneros, merece un reconocimiento especial. Es de esos constructores del cine que parecen haber quedado en el olvido tras haber dado sus mejores años a la industria. Hay una excelente biografía de él, pero aunque tiene traducción al castellano está agotada.