miércoles, 19 de enero de 2022

§ 2.580. Prisioneras de guerra (Buzz Kulik, 1986)

 
   Del director ya había visto Motín (1969) y Cazador a sueldo (1980), ambas bastante mediocres. Mi interés por la temática viene de una película que me encantó cuando la vi hace años: Regresaron tres (Jean Negulesco, 1950). Esta de ahora no parece que se base en una historia auténticamente real, pero la de Negulesco sí contaba una historia cierta.
La de Kulik está ligeramente basada en un pelotón de enfermeras que fueron abandonadas por el ejército americano en una isla del Pacífico (Bataan) conquistada más tarde por los japoneses.  Ya se supone la temática. Obviamente es mucho mejor la de Negulesco, entre otra poderosísimas razones porque Claude Colbert borda ese papel, de manera total y absoluta.
Un guión pretendidamente lineal que no consigue salvar la película. No sé muy bien cómo Susan Sarandon se metió en "este fregado", porque ya era una estrella ascendente de la industria. Nunca sabes cuáles son las motivaciones (incluyendo, claramente, las económicas), que decantan una decisión. El papel que ejerce es potente, con proyección, pero la producción no es brillante, ni el resultado tampoco.
Los telefilm no tiene por que ser malos en sí mismos. Hay excelentes películas hechas directamente para la televisión. Pero ésta no es una de ellas. La música no es dramática, el atrezo es básico, el color algo difuminado.
No es recomendable, excepto para aquellos especialistas en cine bélico, que les servirá prácticamente de testimonio ficcionado de un momento concreto de la guerra en el Pacífico.

martes, 18 de enero de 2022

§ 2.579. Bob el jugador (Jean-Pierre Melville, 1956)

Todavía no había conseguido Melville ese tono suyo tan singular que consigue en obras posteriores, aunque es evidente que sus intereses ya estaban incipientemente creados. El hampa, los atracos, la música de jazz, los perdedores recalcitrantes, aquellos que tienen el destino escrito en las arrugas de la cara, los policías de dudosa moral y algo de arrojo para emprender caminos oscuros para conseguir aquello que podrían conseguir con tiempo, dedicación y trabajo.
Tiene más diálogos que los posteriores 'polares', y un aire de ligereza, al menos al comienzo de la película, que no tienen otras obras posteriores. La música a veces se inmiscuye en demasía en los diálogos, haciendo complicado su seguimiento.
En la segunda mitad, una hora aproximadamente, la película empieza a virar hacia terrenos más dramáticos, abandonando ese aire de juego que rodea la presentación de la vida de Bod.
El actor principal es Roger Duchesne, con un pelo blanco muy característico de los vividores franceses con estilo y determinación. Un señor de toda la vida

lunes, 17 de enero de 2022

§ 2.578. Círculo rojo (Jean-Pierre Melville, 1970)

 

Cine 'polar' en su máxima expresión. Un Alain Delon en su máxima expresión, acompañado de un trio de actores impresionantes. Bourvil (que parece ingles, aunque es francés), actor y cantante que hace bastante bien su papel. Y dos monstruos sagrados del cine europeo: Gian Maria Volonté, y Yves Montand. Excelente reparto.
Narrada con una vivacidad propia del cine de acción, con dos tramas paralelas que irán convergiendo a lo largo de la cinta para conseguir un resultado magnífico. Sólo la había visto una vez, hace ya muchos años y la recordaba un poco larga y deslavazada, y aunque bien es cierto que es larga mi criterio sobre ella ha cambiado. Me parece una gran película, no tan buena con otras de Melville, que tiene unas cuantas mejores, pero sí bastante decente.
El 'ambiente' no está tan bien logrado como en "El confidente", o incluso en "El guardaespaldas", y el relato criminal en sí mismo es menos detallista que "Hasta el último aliento", pero en general es una buena película. Sí es cierto que mi impresión de que era muy larga y de que no necesitaba tanto metraje para contar lo que quería contar se ha confirmado. Le sobran no menos de 30 minutos...
La escena de presentación de Yves Montand es impresionante. De las que se recuerdan. Por cierto, su presencia es, literalmente, imponente, majestuosa. Un actor de una pieza. Uno de los más grandes del cine europeo.

domingo, 16 de enero de 2022

§ 2.577. Atila, rey de los Hunos (Douglas Sirk, 1954)

 

Un biopic curioso. Un peplum en cinemascope sobre un personaje que en Hollywood dorado tenía que sonarles algo parecido al sánscrito medieval. Película de aventuras, de entretenimiento, pura evasión, pero con un marchamo de calidad, aquel que le puede dar un director curtido en multitud de películas y con gran experiencia. 
El resultado es lo que se suponía. Una película de sábado por la tarde, para todos los públicos, sin demasiadas complicaciones.
Me ha encantado Jack Palance, actor más dotado de lo que su fama le otorga. Una cara marmórea y dura que parecía situarlo siempre en papeles dramáticos, generalmente de villano y mala persona. Jeff Chandler es otra cosa, más sutil y versátil, menos encasillado en sus registros.
El resultado es óptimo, pero no apostaría dinero a que fuera de Sirk. Quiero decir: lo sé, pero por un lado me extraña en su filmografía, y, por otro, no encuentre rasgos reconocibles de su característica posición melodramática. no sé si se debía a su status como director a sueldo de los estudios, o que eran proyectos que abordaba desde su independencia y valía, probablemente lo primero.

§ 2.576. Rocky II (Sylvester Stallone, 1979)

 

No es la primera parte, ni mucho menos. Tiene esos momentos emotivos que satisfacen los aspectos más primarios, pero todo es epidérmico, superficial, poco sustancial.
Entiendo que la saga continuase dado el éxito que tuvo la primera película, realmente la más importante de todas ellas. Una película decente que ha 'sufrido' un montón de películas que siguen su estela hasta la extenuación, todas ellas mucho peores que la original.
Esta es un buen ejemplo de lo que digo. El guión es razonable, viendo la primera película, pero el desarrollo es demasiado esteriotipado, previsible, nada original, muy poco desarrollado. Mediocre.

sábado, 15 de enero de 2022

§ 2.575. El confidente (Jean-Pierre Melville, 1962)

 

Extraordinaria. Seca, dura, fuerte, sin concesiones. Directa y a la cabeza. Nada de contemplaciones.
Un tipo de cine negro europeo denominado 'polar', del que Melville era el máximo exponente.
El guión es sorprendente, con algún cambio que no ves venir en absoluto, giros insospechados que provocan una cierta desazón en el espectador. 
La música está muy bien elegida, y el blanco y negro es de una brumosidad que acompaña a la película muy bien. Es una cinta que podría haber rodado perfectamente un director americano. 
Lo que me gusta de Melville es que prescinde de todo relato moral o psicológico de los personajes. No te explica por qué hacen las cosas, o cuales son sus motivaciones. Simplemente te cuenta lo que acontece. Sin más.
Me ha parecido extraordinaria. Me ha gustado mucho Jean-Paul Belmondo, de una seguridad apabullante. Un gran actor, algo rudo pero tremendamente varonil. Me extraña que no tuviese una carrera 'americana'. Quizá no sabía bien ingles, o vaya usted a saber. Nunca le faltó trabajo en el cine francés o italiano. Un grande.

jueves, 13 de enero de 2022

§ 2.574. Yo, gran cazador (Anthony Harvey, 1979)

 

Western que tenía catalogado como de relleno y, la verdad, me ha sorprendido bastante. No es nada mala película, antes al contrario, es interesante, tiene una interesante propuesta narrativa, música muy lograda y una gran fotografía: paisajes abiertos (áridos, montañosos, verdes, etc.) y un recorrido emocional notable. 
Varias historias convergen a lo largo de la cinta. Cada una cuenta su propia historia, más o menos desarrollada, dándole una entidad como de conjunto de cuentos, todas alrededor de un caballo blanco realmente impresionante.
No es un Western clásico, ni tiene el formato de los crepusculares, ni pertenece a las comedias del Oeste. Es distinto. No es dramático, pero sí serio.
Me ha sorprendido para bien. Esperaba algo más pesado, espeso, menos entretenido. Sin ser una 'gran' película, se deja ver.
No veo a Martin Sheen en el papel de superviviente en el desierto, peleando con los indios. Era su momento álgido y supongo que tuvo que aprovechar lo que le ofrecían. Mejor está Sam Waterston en su papel de jefe indio. Harvey Keitel no es ni puntuable, pues aparece, si acaso, cinco minutos de metraje.
Del director vi "El León en invierno" (1968) que se me hizo algo larga y, por momentos, tediosa, por más que la temática y el reparto fueran realmente interesantes.
100 minutos son muchos para la historia que cuenta, 85 hubieran bastado. El comienzo es potente, con el manejo de la ausencia de diálogo como recurso narrativo, pero al final, sobre el minuto 70 empieza a pesar el metraje, para mi un tanto exagerado.

§ 3.892. Una extraña entre nosotros (Sidney Lumet, 1992)

  Una película difícil de lograr. Interesante, con un cierto propósito pero nada sencilla de lograr. Intentar introducirse en los entresijos...