Una película magnífica.
Lev Stepanovich era un contador de historias ciego que la abuela de León Tolstoy tenía a sueldo en la casa familiar. Era legendaria su capacidad para contar cuentos... manipularlos, hacerlos una y otra vez de manera diferente... Eso pretende este Blog, contar cuentos... de manera creible.
miércoles, 23 de diciembre de 2020
martes, 22 de diciembre de 2020
§ 2.188. El Crack (José Luís Garci, 1981)
Una estupenda obra de arte. Es la tercera o cuarta vez que la veo y me sigue pareciendo magnífica. Por cierto, Nueva York es (casi) tan bonita como Madrid.
§ 2.187. Historia de un beso (José Luís Garci, 2002)
Seguimos con las historias de Cerralbos del Sella -y la casa de Allendelabarca-, un pueblo -y una casa- imaginario asturiano, conformado por él. Con esa melancolía tan características de Garci que conmueve, al menos a mi, de una manera muy singular, conectándote con tuyo interior.
La música repetitiva que circunda toda la película, como siempre, sirve de hilo argumental de toda la historia. Mitad de siglo XX en una España en blanco y negro. Julio regresa de Francia para asistir al entierro de su tío, un escritor famoso del pueblo. Los recuerdos del pasado afloran, mezclándose con la realidad actual. Recuerdos, ensoñaciónes, la creación artificial de un pasado que quizá se recuerda más bonito que lo que realmente fue. Un engaño de la memoria habitual en las personas para evitar enfrentarse con la realidad, y poder conllevar la vida propia.
No tiene la fuerza arrebatadora de otras obras suyas. No consigue que palidezcas hasta el llanto como en You are the one, o Volver a empezar, pero está bien. Tiene un metraje más moderado y se deja ver. Pero no es uno de los títulos más características e su obra. La última sea que vi, Canción de cuna, es mucho mejor película, sin ningún género de dudas.
Julio recuerda sus tiempos de niño, su primera amor, un vecina risueña y pizpireta, con pecas y una sonrisa preciosa.
El reparto: Alfredo Landa, Ana Fernández, Carlos Hipólito, Agustín González, Tina Sáinz, Francisco Algora, Beatriz Rico, Manuel Lozano, Valeriano Andrés.
lunes, 21 de diciembre de 2020
§ 2.186. El Oficial y el Espia (Roman Polansky, 2019)
El famoso proceso del Yo acuso de Zola, llevado al cine por un director francés. Nadie como un personaje propiamente francés para este cometido, además judío, como lo es Polansky.
No se centra tanto en la lucha periodística que emprendió Zola, como en el tratamiento de la cuestión dentro del ejército, y en particular, las pesquisas que llevan a un joven oficial, nuevo encargado de la sección de información sobre la cuestión. Cree haber descubierto el error que se cometió con él. Busca el expediente secreto y aprecia que el pase de documentos en la embajada italiana se sigue produciendo, ergo: no es Dreyfus...
Es evidente que el ejercito quiere tapar el caso, no considerar siguiera que Dreyfus pudiera ser inocente. Le permiten investigar al oficial Sterhasy, que parece ser el traidor. No queda claro si todo ello es por racismo o simplemente por no dar su brazo a torcer.
Le hacen la vida imposible al oficial, le destinan fuera de francia, le espían, le siguen, revelan su relación con la mujer con la que mantiene un romance, registran su piso, sus libros, le amenazan y le conminan de varias formas a dejar de lado el problema Dreyfus. Toda su vida ha sido el ejército, pero su fortaleza se debilita. No queda claro cuáles son las razones que tiene el ejercito para tapar el error que han cometido.
El oficial al final da un paso que no quería dar, comentar con determinadas personas el caso: abogados, diputados, editores de periódicos y periodistas, entre ellos Emil Zola. Cuando en 1998 escribe Zola su artículo en la Aurora titulado "Yo acuso" comienza el fin del mecanismos de ocultación y la rehabilitación de Dreyfus, por un lado, y del Coronel Picard, por otro.
Zola será enjuiciado por difamación. En su juicio depone como testigo al Coronel Picard.
A veces es un poco confusa la narración, hay que conocer el caso para saber de qué va para aprovechar lo que cuenta el director. No es fácil seguir lo que ocurrió. Zola fue condenado como culpable a un año de prisión y una fuerte multa. Tras un año en prisión todo se encauza. Picard es absuelto, Dreyfus repatriado, la confabulación resuelta, los gobernantes militares depuestos y condenados.
Me tengo que reencontrar con Polansky. Hay cosas suyas que me han agradado, y otras que no me han gustado mucho. Las que he visto este verano -El baile..., el Cuchillo..., El quimérico...- puede afirmar que no me han gustado nada. Nada de nada. La última tiene un pase, pero la parodia de los vampiros no la entendí y el arte y ensayo no me va en cine...
§ 2.185. El Hobbit: La batalla de los cinco ejércitos (Peter Jackson, 2014)
Tercera parte del Hobbit, algo más corta que las otras dos. Solamente 165 minutos.
Me apetece verlas todas, efectivamente. son muy entretenidas, y aunque se positivamente que están hechas por ordenador, que hay mucho menos cine del que parece, en el sentido de que se prioriza la edición digital y no la trama actoral, me parece que está perfectamente conseguido.
Tiene epopeya, tiene honor, venganza, anhelos de una vida mejor, puede leerse como una historia iniciatica del Hobbit, como un viaje del pueblo abandonado en un éxodo anterior, el viaje de los enanos hacia la tierra prometida, como un discurso político ejercido por un líder, como una tensión entre pueblos, casi como una guerra civil, etc. Tiene una lectura filosófica, otra política, desde luego una social y otra psicológica.
El dragón es el mal, la montaña es la tierra prometida, los enanos el pueblo, el Hobbit Bilbo Bolson es el conducto del pueblo, el héroe es el del escudo de roble, e incluso cuentan con un druida, con un agorero, con un augur, algo así como un líder espiritual.
Tiene guiños a otra películas y otras series, no necesariamente de ficción tipo el Arca Perdida o Mad Max y demás parecidas. Particularmente tiene cosas de Lang en Metrópolis.
Me está gustando mucho. Es un mundo al que no estoy acostumbrado, pero es muy entretenido.
domingo, 20 de diciembre de 2020
§ 2.184. Alice (Woody Allen, 1990)
Comedia de situación típica de Allen. Chica bien, casada hace años conoce a un hombre del que se enamora.
Incapaz de asumir sus sentimientos queda en tierra de nadie hasta que un doctor tradicional chino que la hipnotiza y le da un brebaje...
Se convierte en una persona desinhibida, sensual, sexual, segura de sí misma. Sólo cuando los efectos del brebaje surten efecto. Le dice al chico que "Coltrane me ha abierto un mundo nuevo de armonías". El chico que acaba de conocer es músico, toca el saxofón y está preparando una suite de homenaje a Duke Ellington. Ella le pregunta que qué lengüeta utiliza y él le dice que la número 3, pero que está probando con la número 2 y que también se atreve con el soprano.
Otra vez que acude se vuelve invisible, puede observar sin ser observada.
Ella vive una vida regalada, va de compras, cuida a los niños, a la casa, se encarga de todo, pero está vacía, quiere hacer algo con su vida, algo nuevo, que la llene. Pero su marido, un hombre preeminente, ocupado en mil actividades y rico de verdad no la apoya en nada, no la motiva en sus pretensiones. Ella quiere escribir pero no la apoya.
El acupunturista chino le da unas terceras hiervas que tiene que quemar en una tetera. Sueña, le provocan sueños en los que ve a sus antiguos novios, en concreto a uno que ya falleció, en un accidente de coche en un choque contra un camión de mudanzas.
Con su nuevo chico va al circo y hablan de sus cosas.
Como siempre en las películas de Allen suena jazz, en esta también, aunque no de manera tan obsesiva como en otras.
La cuarta vez que va al médico chino fuma opio y 'vuela' a una situación que no se ha dado: una conversación con su hermana, con la que no se lleva bien. En ella le dice que sus padres eran muy buenos: su madre fue actriz y su padre un marino, y la hermana le dice: para era imbécil y mamá una borracha. Además se aprecia cómo Alice dice que quería ser santa de pequeña, y que por eso rezaba con los brazos en cruz.
Consuman la infidelidad mientras escuchan a Monk y ella comienza a escribir.
Con otras hierbas consigue que se le aparezca "su musa" que le dice que Nancy, su amiga, pasa de ella, porque le presentó al hombre con el que vive. La musa le dice que su profesor de composición literaria sólo la adula para llevársela al huerto.
Junto, chica y amante beben el brebaje que les hace invisibles. Siguen a unas amigas suyas que ven en la calle y las siguen para escuchar lo que dicen. Y obviamente no le gusta lo que escucha. Las amigas dicen que su marido la ha engañado a menudo.
Es una película media en la filmografía de Allen. Me gusta pero no es de las mejores. Mia Farrow hace el papel de siempre, el suyo, el que hace siempre, entre chica tonta y boba, insulsa y con poca sustancia. No sé realmente si es una buena actriz. No le he visto registros suficientes. Siempre he pensado que hizo este tipo de películas porque era la pareja de Allen. Dudo mucho que él hubiera insistido tanto con ella en tantas películas si no es porque era su pareja.
Con un reparto estupendo, Mia Farrow es la chica, William Hurt es el marido, Alec Baldwin es el novio que tuvo de joven y que falleció, Joe Mantegna es el nuevo chico, Cybill Shepherd su amiga, a la que acude para contarle que quiere escribir guiones de cine. También participan Caroline Aaron, Blythe Danner, Judy Davis, Bernadette Peters, Patrick O'Neal, y Lisa Marie.
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§ 3.916. Beltenebros (Pilar Miró, 1991)
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