martes, 7 de julio de 2020

§ 2.007. La patrulla perdida (John Ford, 1934)

        Parece uno de sus muchos Western. Una historia épica, de superación del ser humano, de la capacidad de liderar que tiene un hombre normal, un militar de segunda. "Todo se lo ha quedado el niñato de hay atrás" dice el protagonista del militar muerto que se ha guardado las órdenes sin haberlas compartido con anterioridad. Se aprecia ya esa aversión que tenía por los militares de carrera, o por mejor decir, la contraposición entre los de carrera y los de reemplazo, tomando partido por estos últimos.
        Un caballo muere y se tiene que sacrificar. Algo doloroso que dinamita la lógica limitar.
        Pensaba que antes de El Delator no había nada de Ford, pero me equivocaba. Esta es una gran película, con una composición épica que exponencia los valores militares y el discurso del héroe de Ford. Y, sobre todo, se muestra uno de los temas clásicos de Ford: el cumplimiento de las reglas militares aunque no sean acertadas, aunque sean injustas, aunque sea equivocadas. El destino de la unidad militar se cifra no en el acierto de las órdenes, sino en el cumplimiento de las órdenes militares.
      Otro de los temas enunciados aquí y que son divisa en toda su obra es el ejército como familia, como conjunto de personas que se protegen desde una camaradería y hombría que hace reconocerla como un ecosistema propio, diferente, protector y, a la vez, dañino, pues es artificial y muy limitador para vivir en una familia "normal", con mujer e hijos. Es un problema de elección, entre vivir la vida estandar o la militar, que tiene valores diferentes. El chico que decide vivir la vida militar y muere en el desierto, vigilando el sueño de los demás, es una buena muestra de es valor militar.
        La épica es vivir, sin más, sobrevivir, continuar, seguir, cumplir con lo que tienes que hacer. "No sé dónde estamos, no sé dónde vamos, nada, no sé nada", dice el sargento.
        En otro momento de la película el Sargento le dice a un solado que está muy cansado de hacer la guardia que si quiere ser relevado antes de que finalice su turno y el dice: no, no pido favores. El cumplimiento de lo ordenado como único medio de sobrevivir en la guerra, 
      La religión, un tema que no ha sido mucho de Ford, al menos explícitamente. Aunque seguramente era un hombre temeroso de Dios, no creo que de sus películas pueda deducirse una gran religiosidad como problemática, ni siquiera como temática. La locura del personaje que interpreta Karlov es es repetido en Ford
        El compañerismo como elemento clave y argamasa de toda la vida militar, que se aprecia claramente cuando un militar sale a recuperar a otro que ha sido herido. Le recupera, pero ya está muerto. Era lo probable. pero aun así se hace lo que debía que hacerse.
        La música también está muy presente y en un momento suena música gálesa, o irlandesa, oyéndose incluso unas gaitas.
        Me ha gustado mucho, un desarrollo lineal, sencillo, sincero, que evoluciona.

§ 2.006. En un lugar solitario (Nicholas Ray, 1950)


    Una obra de arte. La recordaba magnífica, y es estupenda. Realmente estupenda. Un guionista en apuros que se toma la vida como se la tomaba el cínico que representaba Humphrey Bogart, casi un papel en sí misma. Con una Gloria Grahame enigmática y soberbia.

lunes, 6 de julio de 2020

§ 2.005. Un, dos, tres (Billy Wilder, 1961)

    Es una comedia estupenda, magnífica, muy rodada, con un planteamiento inteligente, una gracia singular, unos diálogos chispeantes. La primera vez que la vi me pareció una gran comedia, esta vez mis expectativas se han visto superadas. La verdad, ver a James Cagney en un papel cómico es un mérito sólo atribuible al director que creyó en él, pues no parecía el actor más adecuado para ello. La chica es Pamela Tiffin, y el chico es Horst Buchholz.
    Particularmente es una de las comedias que más me gustan 

§ 2.004. Holocausto caníbal (Ruggero Deodato, 1980)

        Una película mítica de los años 80. Prohibida en varios países, iniciadora del Gore y del género de "películas encontradas". No es que me parezca una gran cinta, pero, desde luego tiene para mi más interés que otras películas maravillosas que para mi son, simplemente, un coñazo, una estupidez, una cinta insufrible.
        El interés es menor, simplemente por verla, pero, la verdad, no sé si por el morbo de verla o por qué pero me a parecido interesante.
        El planteamiento de la película es muy imaginativo. Una expedición se pierde en el amazonas y unos antropólogos van a intentar descubrir queha pasado con ellos, descubriendo la cinta qeu rodaron con escenas de bestialismo y animalidad.

§ 2.003. Los 400 golpes (Francois Truffaut, 1959)

       Por más que intento ver este tipo de cine, no lo soporto. No entiende dónde está la gracia de narrar esa realidad tan cruel de forma tan cruda. Siempre he creído que es cine para gente que no le gusta mucho el cine. Este cine es frente al que me gusta como un ensayo frente a una novela. Sólo si el ensayo es extraordinario y te introduces en su dinámica narrativa eres capaz, no sólo de disfrutarlo sino de aprender mucho. Y probablemente por eso esta película es adorada por mucho pero no comprendida por una mayoría, en la me incluyo sin ningún rubor ni ningún complejo. 
     Narrar con esa crudeza una vida como la del niño protagonista, con una madre infiel al padre, con un maestro de escuela que le persigue inclementemente, y que le castiga por cosas normales de chiquillo no se comprende bien. Tampoco es una crítica abierta a la institución escolar, ni nada parecido. Es, sin más, la visión de la vida de un niño que empieza a vivir, adolescencia al final de los años 50 en un París urbano.
    Mucha Nouvelle vague, mucha mandanga, pero la película es insufrible. Tan insufrible como "Al final de la escapada" (Jean-Luc Godard, 1960). No sé dónde está la gracia de la cosa. 
    Según comentan tienen ambas una importancia decisiva en los movimientos estéticos, no sólo de cine, del último tercio del siglo XX. Todo eso está muy bien. Pero no me convence. Y, además, me da igual. No veo cine para saber de cine, aunque viendo cine aprende de cine. No es mi profesión, no es mi oficio, simplemente soy un aficionado. Sin más y por eso digo en libertad lo que piensao. A mi esta película no me gusta mucho, no me gusta nada. No me perderia nada si no la hubiera visto.

domingo, 5 de julio de 2020

§ 2.002. Infiltrado en el KKKlan (Spike Lee, 2018)

    Ron Stallworth fue el primer agente negro de Colorado Spring. Más allá de la dificultad para adaptarse su peculiaridad es que se infiltra en el KKK. Él por teléfono y un blanco en persona. John David Washington el negro y Adam Driver el blanco.
    No me ha parecido una buena película. Se puede ver, sin más. A diferencia de otras de él, las dos que he visto me han gustado más. Tanto Plan oculto (2006) como Old Boy (2013) me gustaron más que ésta.

§ 2.001. El quimérico inquilino (Roman Polanski, 1976)

    Se me hace raro ver a Polansky de actor. Ni siquiera sabía que actuaba. No es el actor más dotado que conozco, sin duda. Nos sé cuáles eran sus pretensiones con ello. No lo hace bien, no es un buen actor.
    La trama parece interesante, pero no sé qué tiene que no acaba de engancharme, no me atrapa, no me araña. Hay algo de artificial en el desarrollo, poco creíble. No explica cuál es la razón por la que precisamente quiere ese apartamento, y no otro. Y quizá eso sea parte esencial de la trama. No consigo comprender por qué la ropa de la chica que se ha suicidado continúa en la casa. ¿Nadie las reclama?, ¿no tenía familia, ninguna familia? Es parte de la historia comprenderlo, claro, pero me gustan los relatos más lineales, sencillo, con un estilismo menos depurado. La clave de la película es preguntarse si él ya estaba perturbado antes de alquilar la vivienda o se perturba precisamente porque la alquila.
    No sé muy bien qué tipo de director es. He visto cosas suyas realmente muy buenas, pero otras distintas que me han dejado frío, totalmente frio.
    Polansky me pone nervioso, me gustaría que me gustaran más sus cintas, pero no lo consigo. En todas tengo una sensación de que podía haber sido mejor película de lo que es, con un resultado menor del esperado. 
Además me parece que envejecen mal, que el tiempo no las traba bien. Me pasó con Chinatown, que volví a ver hace muy poco después de veinte años sin verla. Y me pareció lenta y deslavazada. Ayer vi "El cuchillo en el agua" y no me gustó especialmente. Tiene algo de película cinematográfica, de ser rodada para que digan que qué bien ruedo, qué bien sé hacer cine.

§ 3.896. La última señora Anderson (Eugenio Martín, 1971)

  Una acercamiento al cine de suspense británico de toda la vida. Rodada en los exteriores de Londres, supongo que con personal británico, e...