domingo, 19 de abril de 2020

§ 1.900. Goldeneye (Martin Campbell, 1995)

Es una de las que más me gustan...


§ 1.899. Ya no creo en el amor (Roberto Rossellini, 1954)

Angustiosa película entre cine negro y amor, una historia de venganza y chantaje creada para Ingrid Bergman por su amante en una estética claramente Hitcockniana... al estilo de Rebeca o Recuerda. Los planos de luces y sombras, la utilización de la luz los pocos personajes y los diálogos, cortos y acerados, acrecientan la sensación de angustia que ya experimentó en Stromboli, que es mucho mejor película.
Una mujer se siente chantajeada por la novia de su amante. Ha tenido un amante por el tiempo que su marido se encontraba recluido en un sanatorio por problemas mentales. La sensación de angustia y los remordimientos no funcionan bien en el cine, no al menos en esta película. La frialdad de la mujer no casa bien con su actuaciones, una persona que tiene un amante no se comporta de forma tan pusilánime.
Los actores son: Ingrid Bergman, Mathias Wiedman, Renate Mannhardt, Kurt Kreuger, Elise Aulinger, y Klaus Kinski son los actores.
Es una adaptación libre de un relato de Stefan Zweig, pero no consigo saber cuál es. Una banda sonora recurrente y reiterativa ahonda en la sensación claustrofóbica que pretende.

§ 1.898. Más allá de las lágrimas (Raoul Walsh, 1955)

  Epopeya bélica de un grande Raoul Walsh, un todoterreno absoluto del cine. Demasiado larga, dos hora y veinte minutos es una exageración. Pero se supone que es una cinta que cubre varias necesidades, guerra y porte militar y amor y pasión juvenil.
  Tiene algo de épica, pero no consigue explotar todas las posibilidades que plantea. Cualquier similitud con "Los mejores años de nuestra vida" (Wyler, 1946) es una herejía.
Los actores son espléndidos: el gran Van Heflin, que es capaz de hacer cualquier cosas y James Whitmore que como militar no tiene parangón son la pareja de militares profesionales con Aldo Ray como recluta. Las chicas son Mona Freeman, y Nancy Olson.
   Desenlace previsible, guerra en el Pacífico. Un poco de drama, historias cruzadas de amores de militares y poco más. Demasiado previsible y algo plana, no acba de respirar bien, o mejor dicho, no ha envejecido bien. Se hace larga y pesada.

sábado, 18 de abril de 2020

§ 1.897. Mujeres frente al amor (Jean Negulesco, 1959)

  Cuatro relatos sobre cuatro mujeres en la década de los cincuenta en NY. Profesión, oficio, amor, esperanzas, ilusiones, vida... retrato costumbrista.
  Director más que interesante, que transitó desde el cine negro más clásico al melodrama suave y costumbrista.
   Los actores, más mujeres que hombres son: Joan Crawford en el papel de editora dura e inflexible, Hope Lange como la lánguida y suave mecanógrafa que llega a su empleo con pretensiones e ilusiones, Stephen Boyd como el directivo semialcohólico, algo bohemio y despreocupado que esconde algo pero que no se sabe qué... Suzy Parker, impresionante belleza de la época más dedicada a ser modelo que actriz, Martha Hyer, estupenda actriz clásica, Diane Baker, la chica guapa de El Premio de Robson, y algunos conocidos como Brian Aherne...

viernes, 17 de abril de 2020

§ 1.896. Licencia para matar (John Glen, 1989)

Algo mejor que Alta Tensión, pero tampoco mucho más allá...

§ 1.895. Alta tensión (John Glen, 1987)

Nueva entrega de esta seria, con nuevo protagonista, Timothy Dalton, con la chica Bond: Maryam d'Abo, y un Jeroen Krabbé que hace de espía de los rusos que se pasa al enemigo.
No es lo que era. Acostumbrados a los dos actores que le dieron cuerpo se hace raro vez a este James Bond.
Se puede ver, pero no entiendo por qué a este Bond le dejaron dos películas y a George Lazenby solamente una, que además es la que más me gusta a mi, mi preferida de la colección.

jueves, 16 de abril de 2020

§ 1.894. Panorama para matar (John Glen, 1985)

La última de Roger Moore. Con Christopher Walken, y Grace Jones. Bueno, una más, y ya van muchas...
Sigo diciendo lo mismo, que siguen teniendo mucho metraje. No se explican para el cine de ahora que necesita más espacio, que no necesariamente es en pantalla grande. La atención no es la misma, en una pantalla de cine puedes permitirte lujos que para los DVD no puedes sostener. No sé por qué Roger Moore abandonó la saga, siendo como era quien le dio consistencia y solidez a 007.
Es cierto que al cambiar de protagonista la serie cambia, ha sucedido cada vez que ha pasado. Empiezan a ser cada vez película homologares al estilo de las policíacas de la época.

§ 3.677. El rostro de la muerte (Alfred Sole, 1976)

Una historia bastante plana, con poco garbo, nada de gracias y poco sentido cinematográfico serio.  Seguro que tuvo su momento, incluso su p...