jueves, 14 de febrero de 2019

§ 1.558. La legión del desierto (Joseph Pevney, 1953)


Muy entretenida. Se hace raro ver a Richard Conte en un papel que no es de cine negro, pero la cinta es entretenida. A su lado de Alan Ladd cubre mejor sus expectativas, sin ninguna duda. Me ha gustado mucho Arlene Dahl, actriz guapísima, pelirroja, y madre de Lorenzo Lamas, qué cosas, esposa de Fernando Lamas.
Pevney tiene cosas interesantes, El rastro del asesino (1957)
y El último torpedo (1958) son buenas películas.
Me agrada el aire de aventuras de la cinta, ese aspecto clásico del cine de entretenimiento, que no siempre estaba exento de profundidad. No es este caso. 
Lo mistico, lo religioso y la aventura se mezclan con eficacia y agilidad. Me ha gustado más de lo que la crítica dice de ella, más que la nota que tiene en FilmAffinity.

miércoles, 13 de febrero de 2019

§ 1.557. El asalto de los apaches (Harald Philipp, 1965)


Libro de Karl May, guión razonablemente bueno, metraje contenido, un actor de tirón en taquilla, buen desarrollo: una más del oeste, bienintencionada, bien facturada, suficientemente entretenida para no perderse en el cúmulo de cintas parecida, idénticas, todas rozando la serie B, que en el género puede dar incluso buenas cosas.
Colonos que pactan con indios su establecimiento en un lugar propio, algo inverosímil y poco probable, como muchas de las historias de Marcial Lafuente Estefanía, nuestro "gran" escritor de novelas del oeste, pero que conmueven el imaginario colectivo y por eso funcionan.

martes, 12 de febrero de 2019

§ 1.556. El discreto encanto de la burguesía (Luís Buñuel, 1972)


El cine experimental es inclasificable. En esta cinta, la verdad, más que un discurso mordaz o cínico o una sátira a la sociedad, es una ejemplificación del caos como orden del mundo, la casualidad, lo no previsto, lo anecdótico, lo singular, lo imprevisible, el caos como movimiento de la vida y sus protagonistas. Con algún aspecto o particularidad onírica, tiene dos elipsis relacionadas con militares, sueños recurrentes quizá, figuras totémicas que le torturaron en el exilio probablemente, que tienen un claro significado para él, pero que cada espectador construye de forma diferente, distinta. Y en las dos recurrencias la madre forma parte de anhelo del militar, el niño y el adulto.
Los militares en casa del protagonista contando sueños de niños que echan de menos a sus madres.
La burguesía no es un status social, es más un motor de casualidades que mueve el mundo, de circunstancias encadenadas que desencadenan acontecimientos imprevisibles.
Me ha gustado, pero reconozco que disonar este tipo de cine cansa y no llena. Puedes ver una o dos cada cierto tiempo, pero es agotador hacerlo muy a menudo. Anoche Tarkovsky, hoy Buñuel, mi cuota de cine no convencional ha acabado. Mañana Ford, Wyler...

lunes, 11 de febrero de 2019

§ 1.555. La infancia de Iván (Andrei Tarkovsky, 1962)

Pues no sé dónde está la verdad revelada, tan grande se hacen los elogios que pensé que vería una obra del séptimo arte de todos los tiempos. Y si, hay que verla, hay que ver a Tarkovsky, que es un gran director, influyente y muy seguido, pero, sinceramente, no me ha impresionado tanto como Rosellini o Bergman, por ejemplo. 
"Solaris" me pareció interesante porque el ritmo cuadraba muy bien con la historia que contaba. En esta también acierta, lo onírico y lo místico ayuda a contar la historia desde los ojos del niño Iván. Tiene un metraje muy contenido para lo que en él, al parecer, es usual, y no se hace en absoluto pesada. Pero no tiene el todo de "Solaris", esta es más propia de un cine abierto, clásico, nada enrocado en sí mismo, y "Solaris" tiene elemento circulares y semi neuróticos que se desarrollan bien con la trama.
No aprecio la genialidad de que la hablan, ni los elementos del nuevo cine que como profeta privilegiado parecía imponerle. Me gustan más Bergman, y el mismo Buñuel que esta cinta, pero tampoco me parece despreciable, aburrida, lenta o infumable. 
Es un cine algo distinto, algo más difícil que el americano clásico, pero tampoco tanto.
Ves Persona, o Los suplicantes, de Bergman y, la verdad, esta cinta es casi un aprendizaje para aquellas. Además no requiere una concentración total, como sí requieren aquellas. Me ha gustado, me parece buena, hay que verla, pero no me parece una obra de arte. Entiendo que sea influyente, el autor y su cine, pero quizá la historia se re-escribía para él dos veces, endiosado por el Régimen primero, y ensalzado, más tarde, por los adoradores de los exiliados del monstruo comunista. Y todos vieron en su cine elementos ideológicos para el sostenimiento de su propia convicción. Mal asunto, en cualquier caso...

domingo, 10 de febrero de 2019

§ 1.554. Comedia sexual de una noche de verano (Woody Allen, 1982)

Divertida y alocada comedia de situación. Tiene una cierta gracia, pero no es lo mejor de Allen, ni mucho menos. Está muy cuidada, la música, la ropa, la casa, el guión. Muy bien elegidos los personajes y los actores, pero hay algo, como en todas las de Allen, que no me acaba de cuadrar, que no me encaja. En realidad es que la comedia no es el género que más me agrade.
"Yo no moriré por amor, trabajo en la bolsa" dice el personaje de Allen en un momento concreto, muy ingenioso comentario.

§ 1.553. Rocky II (Sylvester Stallone, 1979)

Comienza la saga. La primera, la original no puede considerarse, en realidad, parte de la saga. Es otro director, otra forma de abordar las cosas. Incluso en la preeminencia del boxeo como parte central de la película. En la primera el metraje no es excesivo, hay escenas de boxeo par no muchas. Sin embargo en esta todo es boxeo, todo. En esta prácticamente todo gira en torno al ring, las escenas con más crudas y la temática no permite nada más.
Es mucho peor película que la original, sin ningún género de dudas.

§ 1.552. Marcado por el odio (Robert Wise, 1956)

Magnífica película de boxeo, con una fuerza y una contundencia como sólo es posible hacerlo Robert Wise, un gran maestro del cine, probablemente el director más versátil de todos los grandes. Musicales, futuristas, biopic... de todo.
El personaje muestra una determinación en el sueño americano que sólo es posible en EE.UU. Siempre me ha gustado muchísimo, pero hacía años que no la veía. 
Creo que es la primera cinta de Paul Newman, la primera en la que es el protagonistas. Y en un par de escenas, muy al principio, sale Steve Mc Queen, no sé si, incluso, sin acreditar.
Sal Mineo también está en su lugar más característico, la calle y esa mezcla de chico malo y gamberro pero de buen corazón.
El guión es perfecto, el tempo apropiado, la intensidad creciente, el desarrollo pausado pero contundente. Una grandísima película. De 10, de las mejores películas de boxeo de todos los tiempos, al menos para mi.

§ 3.916. Beltenebros (Pilar Miró, 1991)

La vi hace muchísimos años, en Cabueñes, en Asturias, en un campamento juvenil que organizaba el Injuve (el Instituto Nacional de la Juventu...