domingo, 27 de enero de 2019

§ 1.539. Centauros del desierto (John Ford, 1956)


Es mi película favorita. La de muchos supongo. La he visto muchas veces, con esta, si no recuerdo mal, son 12 veces. Hacía ya tres o cuatro años que no la veía.
Me parece perfecta. El tema, el ritmo, el guión, los personajes, la música, los paisajes. Es perfecta. Es perfecta por lo que dice, y por lo que calla. Los planos largos que se acercan, las expresiones de las caras de los personajes. Me ha gustado mucho, esta vez me he fijado en ello, el personajes del predicador, interpretado por Ward Bond, y el chico que le acompaña, Jeffrey Hunter también está entonado. Siempre creí que era el punto más débil de la cinta, pero no. Está muy bien. El que me sigue llamando la atención es Cicatriz, no sé por qué no buscaron un auténtico indico para hacer de él. Se me hace raro, es un indio muy occidental, digamos.
Es, sin lugar a dudas, una obra de arte. De esas que siempre están en la lista de las mejores de todos los tiempos.

jueves, 24 de enero de 2019

§ 1.538. Solo el valiente (Gordon Douglas, 1951)


Interesante Wester, mejor de lo que pensaba. Tengo a Douglas como un director prácticamente de Serie B, y creo que tiene buenas cosas, razonablemente buenas, que se dejan ver y que tiene recorrido, como esta cinta. 
Es una trama especialmente brillante, de mucha fuerza de por sí, que marca toda la cinta, algo previsible por otra parte.
Me ha gustado mucho Ward Bond, con su papel de siempre, pero muy bien hecho. Peck no está en sus mejores trabajos, pero aún así se encuentra convincente y realista. Algo flojo se muestra, no obstante. Quizá un actor de más carácter, mas rudo, tipo Wayne, por ejemplo. Peck es algo almibarado, suave por mucho que su fondo sea enérgico y autoritario.
La película funciona, es indudable, y aunque no es un excelente Wester me parece muy interesante. Sí es cierto que el punto de heroísmo está un poco saturado, excesivamente vehemente, pero la idea es buena. 
Algo muy similar hizo Robert Aldrich en Los doce del patíbulo, en otro contexto y en otra dimensión, mucho mejor película aquella que esta, pero la idea básica es la misma, o muy similar.
Un 7 sobre 10.

§ 1.537. Esquizofrenia (Pete Walker, 1976)

El término se llama "slasher" y se utiliza para identificar un subgénero del cine de terror. El que se relaciona con homocidas de mujeres, de terror obsesivo sin razón, de angustia provocada por un psicópata que amenaza o aterroriza de manera obsesiva a una víctima muy concreta, generalmente mujer, casi siempre joven, o incluso adolescente, por los motivos más diversos, pero siempre relacionados con el sexo, el suyo, el de la chica, el del marido o pareja, etc.
La venganza por algo que ha sucedido o padecido es lo que caracteriza a la motivación del autor, generalmente capacitado e inteligente, frente a la emotividad, usualmente un tanto neurótica, de la protagonista femenina.
Supongo que para los avanzado en este género, a los que disfrutan de las películas de miedo estas películas tienen su gracia. Intento ver de todo, y en eso se incluyen estas cintas, pero, la verdad, no es mi género. No me provocan miedo, ni siquiera tensión, sí rechazo y hartazgo... con esta estaba desando que terminase la película, la verdad.
No digo que sea mala, que no lo será, pero no me ha parecido ni siquiera noticiable.
En este género, al parecer, se encuentran: Psicosis (del maestro Hitchcock),  El fotógrafo del pánico, (de Michael Powell [el sólo, sin Presburger]) Vestida para matar (de Brian de Palma), y Homicidio (esta última menos conocida: de William Castle, que me pareció muy buena). Pero compararla con esta, pues qué quiere que les diga: no...!!!. Sin más explicaciones. No hay más que visionarias para comprender que esta, no siendo mal, no es ninguna de aquellas.
La trama está muy bien hilada, y la tensión va en escalada hasta el climax final, en este caso magnífico, que hace que comprendas algunas contradicciones -provocadas por el director- en el desarrollo de la película. La música psicodélica es otra cosa a destacar, muy propia de los años en que se rodó.
La actriz es Lynne Frederick, muy conocida por ser la última mujer de Peter Sellers, un grande de verdad. Hizo muy pocas películas, 13 en concreto, y cuando su marido falleció de un ataque al corazón rodando "El estrafalario prisionero de Zenda", con ella también en el rodaje y metidos ambos en un divorcio nada pacífico, se metió completamente, falleciendo muy joven después de otros dos maridos más.
La crónica que antecede a esta explica mejor los propósitos de la cinta y sus méritos, pero en general no me ha gustado, no me acaba de agradar ni la temática ni el resultado.

lunes, 21 de enero de 2019

§ 1.536. El vuelo (Robert Zemeckis, 2012)

Siempre que veo películas de adicciones o alcoholismo me pasa lo mismo: que me impactaron tanto "Dias de Vino y Rosas" y "Dias sin huella", sobre todo esta última, que ninguna otra me parece buena... y esta lo es. No es que sea magnífica, pero está bien. Es difícil crear el estereotipo del alcohólico moderno con estos cánones y con otros como "La noche de la iguana", por ejemplo. No se consigue del todo, sobre todo porque son tan importantes las consecuencias del accidente que no puedes pensar en otra cosa, realmente no crees que el alcohol tuviera algo que ver en el resultado final, y sin embargo cada vez que le ves beber recuerdas que quizá, aunque él no lo creyese, sí tuviera algo que ver. Desde ese punto de vista la trama está bien organizada. Pero tampoco da más. El protagonista no profundiza en su problema como los ejemplos comentados.
La reunión de alcohólicos anónimos da en el clavo: es la mentira lo que sustenta al alcohólico, y hasta que no se asuma por uno mismo, sin que nadie intervenga no se se podrá superar su propio problema.
Es, además, una buena vuelta de Zemeckis, que parecía un hombre fuera de la industria, incapaz de retornar el vuelo a las alturas que lo había hecho antes después de varias cintas menores de dibujos animados y demás.
Denzel Washington está magnífico, como siempre. No le había visto de borracho, pero lo borda. Es creíble el bulo popular de que estaba bebido cuando hacía las escenas más cruentas. Probablemente sea una exageración. La chica es una desconocida para mi Kelly Reilly. El abogado lo interpreta Don Cheadle un actor impresionante, que ha hecho ya grandes cosas y que seguramente hará otras más. Tiene mirada, método y ritmo. Gran actor. También participan Bruce Greenwood como representante sindical, y John Goodman como camello vividor.
Me parece un poco larga. 138 minutos son muchos, no más de 100 ó 110 minutos hubiera sido suficiente.

domingo, 20 de enero de 2019

§ 1.535. El año de las armas (John Frankenheimer, 1991)

Pues me ha gustado mucho. Frankenheimer siempre me ha gustado, sin ser un Dios del cine hace bien lo que hace y tienes unas cuantas películas excelentes.
Buen guión, actores adecuados: Andrew McCarthy como periodista, Sharon Stone como la fotógrafa valerosa y Valeria Golino como la guapa rica enamorada de un americano, ademas de John Pankow como el catedrático inspirador de todo el movimiento intelectual que está en solfa, y un gran pulso.
Intensísima, rápida y veloz.
Es cierto que los thriller políticos me gustan mucho, y eso condiciones mi alta nota, pero creo que está muy bien narrada, con mucha energía, determinación y valentía, sobre todo para un americano que aunque es cierto que puede estar informado de qué fueron las brigadas rojas le queda my lejos la temática.
También me ha gustado mucho los escenarios naturales de Roma, una de las ciudades más bonitas del mundo.

§ 1.534. El ángel ebrio (Akira Kurosawa, 1948)


La enfermedad del cuerpo y de la mente, la individual y la social. En las películas de Kurosawa debía tener mucha importancia la enfermedad, son varias las que la abordan contextualmente, para narrar el trasfondo de lo que quiere decir. La tuberculosis es la que aquí se trata. 
El doctor es un hombre acabado, destruido por el alcohol, que aun así es capaz de recordar por que era doctor, y cuál es su lugar en el mundo. Ni siquiera él sabe qué ha sucedido con su vida, pero carece de ilusiones, de proyecto, de familia. No tiene nada.
El mafioso es un hombre con miedo, de sí mismo tal vez, y, sobre todo de la muerte que tantas veces le ronda por fuera, desde fuera, pero que esta vez le ataca desde dentro. Un enemigo invisible contra el que no sabe cómo luchar.
La relación entre ambos progresa desde el mafioso hacia el médico. Cada vez es menos mafioso y él cada vez más médico. Cuando el médico mira la radiografía sabe que está condenado a muerte y desde ese momento comienza a comportarse como un auténtico médico. El mafioso necesita de la esperanza del médico, y éste del proyecto de curación de aquel, que es lo que le mantiene vivo.
En una escena llueve, claro, como en todas las suyas.
La música de la mandolina (más guitarra que mandolina) es como un guión para que se vayan sucediendo los planos, las historias, aunque adquiere un protagonismo central en un momento dado, a la mitad de la película, cuando aparece el marido de la enfermera del doctor, que ha estado en prisión y que, al parecer, no la trataba bien.
El desenlace parece inevitable. El que ha regresado es un hampón más alto en la escala mafiosa que él.
El contenido moral de la cinta es evidente, ni alcohol ni mujeres es la recomendación del médico, que no sigue porque se deja llevar por el nuevo hampón.
Los actores son Takashi Shimura y Toshirô Mifune, médico y mafioso respectivamente, en la primera colaboración del último con el director, tan fructífera con los años.

§ 1.533. Lazos de guerra (Kang Je-Gyu, 2004)

Demasiado larga. Es una película bien hecha, con escenas de combate muy realistas, de las mejores que se pueden ver, pero naufraga un poco en el desarrollo de la trama, que no está tratada de manera especialmente brillante. El titulo original "Dos hermanos" explica mejor de qué va la cinta que el que se le puso en castellano.
Tiene algo de propaganda anticomunista y un poco de pacifismo irredento. 
Director para mi desconocido que con esta cinta se hizo un hueco, al parecer, en el panorama actual.
No creo que sea tan buena como dicen, me parece un tema muy manido, demasiado sobado, tratado de manera poco novedosa. Las escenas bélicas sí están muy bien tratadas, muy realistas; muestran con toda su crudeza el bestialismo humano en la guerra. Muchos tiros, mucha sangre, mucho dolor.
Sí es cierto que es capaz de mostrar lo que la guerra puede hacer a las personas. A unas las convierte en bestias iracundas, a otros en pacifistas irredentos.

§ 3.881. La leyenda de los ocho samuráis (Kinji Fukasaki, 1983)

Fukasaki es el director de la segunda unidad de la películas "Tora! Tora! Tora!" de 1970 cuyo principal director fue Richard Fleis...