miércoles, 21 de junio de 2017

HITCHCOCK, Alfred. 39 escalones (1935)


Es interesante. Está bien, siempre con diálogos mordaces, tramas muy tensionadas, y situaciones peculiares... Pero no meta gustado. Hay otras películas de esa época inglesa suya, la primera, que me gustaron mucho, pero esta en concreto no me ha parecido tan espectacular como otras. Recuerdo mucho "Sabotaje", que era espectacular, "El hombre que sabía demasiado" en su versión primera obviamente, o "Posada de Jamaica" aunque esta última no se veía bien en el DVD que tengo.

martes, 20 de junio de 2017

LOSEY, Joseph. El sirviente (1963)


    Maravillosa. No la tenía por tan importante, tan intensa, tan sugestiva. Las relaciones de dominación clásicas de la política, del poder, del mando, en el ámbito doméstico, en una sociedad tan particular como la británica.
    El sirviente consigue dominar al que manda, se impone en las complejas relaciones de dominación que sutilmente se establecen en la casa, en la cocina, en lo que se vive en el día a día.
   Me ha encantado Dirk Bogarde. Me parece de una sobriedad inquietante, sofisticada, tenebrosa. No es de fiar. Da un puntito de miedo. Esa tensión que provoca su distancia, su frialdad, la falta de conexión emocional, la ausencia de empatía. Es un actor oscuro, probablemente bisexual en su vida personal, que siempre se le recordará, al menos yo, por Portero de Noche, papel, por cierto, similar a éste en algunos aspectos. No sonríe en toda la película hasta que no tiene el poder completo sobre la vida del amo, sobre la casa y todo su devenir. El mundo gira según su voluntad, las mareas se paran cuando contiene la respiración, es capaz de hacer que el mundo deje de rodar. Utiliza el alcohol de manera sistemática para embotar a su amo. Y probablemente algún tipo de droga, que la película no deja ver, pero que la actitud del amo no deja duda. Cómo va escorando a la novia del amo, hasta hacerla desaparecer de la escena y que pierda todo tipo de ascendiente sobre el amo es sutil pero firme. Luego todo viene rodado...
   Está guapísima una Sarah Miles que borda su papel de guarrilla, de busconilla, de putita al servicio del mejor postor. Tiene esa lozanía en la cara de las jóvenes que sabes que no vuelve pasado un tiempo. Le van bien esos papeles de mala, de torturada, de sofisticada, de retorcida.
   James Fox está espléndido. Es un actor que me encanta, siempre me ha gustado, siempre he entendido que no ha gozado del favor del público como quizá se merecía. No es uno de los que más repercusión en el mercado del cine. Es muy joven en esta cinta. Esos papeles de aristócrata venido a menos, algo decadente, con vicios ocultos y formas de vivir poco edificantes le van como anillo al dedo. Transita por el papel de forma solvente, sin esfuerzo, con gran credibilidad.

lunes, 19 de junio de 2017

FORD, John. Un crimen por hora (1958)


Un entretenimiento. Por mucho que te la intentes tomar en serio es eso, un entretenimiento. Si no fuera de Ford nadie la vería. No es que sea buena o mala, es que no es, en realidad, una película, y, por supuesto, no es de Ford.
Narra, con algo que pretende ser gracia, un día en la historia de un comisario, y se le presta tanta atención a lo que le pide su mujer: que compre el pescado, que vaya al teatro..., como a lo que ocurre con un compañero corrupto. Además el comisario no tiene el más mínimo tacto para contar tragedias y desgracias, como la muerte de un compañero.
No sé qué pretendía Ford. Si era hacer una película graciosa, no lo consiguió; si lo que quería era hacer un ensayo quizá sí lo consiguió; si lo que pretendía era hacer una narración libre, experimental, a lo mejor creó escuela... Y digo esto porque me recuerda muchísimo a una película de Robert Almann, El Doctor T y las mujeres. No pasa nada en ella, como en esta, no ocurre nada, no hay un guión definido, bueno, sí hay guión, lo que no hay es trama, no hay trama definida, no hay interés en algún que otro matiz de la cinta, alguna particularidad, los actores, un problema, una historia central dentro de la película. Nada. Todo lineal, como esta de Ford.
No me ha agradado, y eso en mi es mucho. Decir que no me gusta Ford es algo así como asumir en el diván del siquiatra que tienes un complejo. Pero es la verdad, no me ha agradado. La he puesto un 5 en Filmaffinity, pero por no suspenderla, la verdad...

domingo, 18 de junio de 2017

GUILLERMIN, John. Cañones en Batasi (1964)

Interesante. Muy interesante. Si quieres saber qué es la disciplina militar, ve esta cinta. Un tanto vieja, con valores antiguos, pero con eficacia transformadora, con interés para la organización y estructuración el mando, la disciplina se muestra como el más sagrado valor militar, el que organiza la esencias de la formación y la vivencia militar.
Attenborough es un actor muy razonable.

sábado, 17 de junio de 2017

DOUGLAS, Gordon. Rio Conchos (1964)


Una del Oeste de toda la vida. Indios, caballería, soldados de la Unión... En realidad solo faltan vaqueros, vaqueros vaqueros... Obviamente no es un Rio de los Ríos de toda la vida. Está bien, se deja ver, pero no tiene el valor de otros Ríos...
Historia tantas veces repetida: robo de material del ejército  que necesita ser recuperado. Pare ello participan en la búsqueda de los rifles tanto el militar al que le robaron el material como el delincuente encarcelado por otras cosas que intenta redimirse con él mismo y con la sociedad a la que detesta con una acción heroica que, en principio, ni le va ni le viene, le da igual.
No tiene ese fondo moral, ese contenido axiológico de otras películas del Oeste. Ford, o Hawks sí consiguen trasmitir un contenido ético, una forma de comportarse que determina un modo de vida, una forma de vivir, de ser, de establecerse en las relaciones con los demás, con la sociedad y consigo mismo.
Actores muy del género, con actuaciones moderadas y solventes. 
Me ha gustado. 
Douglas es un todo terreno que se movió a lo largo de la industria y los años con solvencia. Carrera larga, muchas cintas pero no en desmesura, con título interesantes y de formato implacable, tanto en la forma como en el fondo. Buen director.

viernes, 16 de junio de 2017

HUSTON, John. Fat City, ciudad dorada (1972)


   Este tipo de película, que narran derrotas más que alegrías, que son sórdidas y poco edificantes no me agradan. Nunca me han gustado. Es, además, muy difícil de hacerlas bien. Necesitan además de una trama muy precisa unos diálogos bien tramados, unos personajes creíbles y unos actores muy capaces. Un melodrama como los de Sirk tienen su base en la emocionalidad, una película sórdida como esta no sé qué necesita. Pero sé que no necesita nada de lo que necesitan otras. 
   La historia la ley este verano. Es una novela muy conocida de la prosa americana de postguerra, un libro de esos típicos que parece que es obligado leer. Novela que terminas por la simple razón de que la has empezado. Nada más. No me gustó especialmente. El principio sí es muy potente, pero la historia pesa, queda un poso de amargura y malestar que es simplemente inaguantable. La película es parecida, algo más colorista, con un color muy nítido, pero igual de sórdida e igual de amarga.
   No es que no me gusten las películas duras, es, simplemente, algo más sencillo. No me gustas las películas sórdidas. La sordidez de esta es manifiesta. El alcoholismo de los protagonistas es manifiesto, la prostitución evidente, la pobreza estructural, la esperanza ninguna...
   Stacy Keach es un actor limitado. No le he visto mucho, aunque ha hecho muchas películas. Jeft Bridges está muy joven y nada tiene que ver con el tipo de actor que es hoy, un gran actor. Y los demás son pocos conocidos.
    Huston tiene dos clases de películas, las que se pueden ver, las que merece la pena verlas, y las que no tanto, como esta. Pero obras maestras del cine, lo que se dice obras maestras del cine tiene pocas, menos de las que hace años me parecía. Es un buen director, de la industria, del sistema. Pero no puede considerarse un grandísimo director. Hay unos cuantos por encima de él. Muchos.

jueves, 15 de junio de 2017

ZINNEMANN, Fred. La séptima cruz (1944)


   Excelente cinta. Narra perfectamente cómo el clima social en la Alemania Nazi es aberrante. No se ve ni un sólo acto violento, no se aprecia ni una sola acción de violencia física. Ni siquiera se aprecia que los nazis sean malos. Lo supones, porque hablan fuerte y supones que controlan la sociedad. Pero lo que verdaderamente aterra es cómo se manifiesta la sociedad, los silencios, la justificación de la política nazi porque se abonaban los pañales de los niños y porque el estado abonada un complemento económico para la supervivencia de las familias. Cómo a todo el mundo le daba igual qué sucedía con todo el mundo. La inhumanidad, la falta de empatía, mirar para otro lado..., no es mi asunto..., no me meto en política..., no entiendo de qué va..., estoy sólo preocupado por mi familia y mi trabajo...
   Ese es el modelo social que imperaba en aquella sociedad sin valores, sin modelos. Y la película retrata perfectamente el clima social, la difícil convivencia entre ciudadanos, el desafío de unos cuantos resistentes, que más que héroes son retratados como aficionados.
   Spencer Tracy lo hace muy bien. Pero no trasmite del todo la angustia de vivir. No es el actor ideal o idóneo para ello. Es sincero, pero plano. Además, después de ver muchas películas suyas, lo sigo viendo como un actor de comedia, o de películas de situación, de enredos.
   La voz en off contribuye a acrecentar la situación de angustia. Sirve para potenciar la claustrofobia que provoca la cinta.
   Por ponerle un pego, hay dos circunstancias quizá no bien resueltas. En primer lugar, la falta de solidez de los personajes femeninos. La mujer del amigo podría haber tenido algo más de peso, pero quizá en el montaje se prescindió de sus escenas, por aventurar una explicación. En segundo lugar, el final de la cinta es tan brusco que no concreta qué pasó con la historia después de su resolución. A lo mejor se podría haber implementado alguna explicación que aclarar qué sucedió... Esa voz en off no concreta nada. No se trata de hacer pasar una historia de ficción por real. Pero a lo mejor podría haberse implementado otra solución.
   En cualquier caso es una cinta magnífica.

§ 3.891. El 7º día (Carlos Saura, 2004)

  Sucesos bien conocidos, especialmente por un extremeño, y singularmente por uno que estudió derecho, como es el que escribe, en aquellos m...