RITT, Martin. Odio en las entrañas (1969)

Muy buena película. Excelente. Bien rodada,  de un director muy sólido. Reprimido por el Senador Mc Arthur e incluido en la lista de los represaliados. La delación, la mentira, en engaño... tema recurrentes en los cineastas de la época que sufrieron terriblemente el abandono de su propia sociedad.

VERNEUIL, Henri.El furor de la codicia (1971)

Hasta el minuto 35 no se pronuncia un diálogo como tal. Dos o tres palabras aquí o allá, pero poco más. La escena del robo de la caja fuerte es magnífica, muy larga, bien rodada. Y la de persecución con los coches por una ciudad griega (creo que es Grecia, pero no estoy seguro que efectivamente se concrete y determine la ciudad en la que sucede la trama) es estupenda: nada que envidiar a las mejores persecuciones de coches americanas...

El resto es previsible.

ROSENBERG, Stuart. Amor y balas (1978)

Flojita, ni siquiera entretenida... Se ve bien, se escucha bien y los aspectos técnicos están bien hechos, pero no me parece nada buena.

Es un tipo de película que se hizo mucho a finales de los sesenta y primeros ochenta, hoy ya en desuso. No se hacen películas como estas.

Bronson ya había rodado sus mejores cintas, Jill Ireland era su mujer. Y además de un par de secundarios típicos de la época, aparece Rod Steiger, un auténtico lujoso. Hacía de jefe mafioso tartamudo que duda en si debe asesinar a su antigua novia porque todos sus hombres creen que puede causarle problemas de confidencias con el F.B.I. En fin... pues lo borda...

NEILL, Roy William. Terror en la noche (1946)

Entretenida. Bien hecha, muy británica. Se ve bien, se escucha bien, está bien rodada, da gusto ver los trajes, la escenografía, los complementos, etc.

Actores hechos para el papel, prácticamente, en papales muy definidos.

FISHER, Terence. El hombre que podía engañar a la muerte (1959)

Me ha gustado mucho. Una especie de mezcla entre terror y ciencia ficción. Inteligentísimo planteamiento, bien desarrollada la trama, muy buenos actores, la cinta se veía perfecta, con un sonido preciso, un color muy vivo...

Este tipo de película estuvieron muy de moda en una época, luego perdieron pujanza, pero quedaron cosas estupendas, entre ellos esta.

Directo para mi desconocido. Actores del género, sobre todo Christopher Lee. Pero la estrella es Anton Diffring, que soporta toda la película él solito...

DE TOTH, André. Aguas turbias (1944)

La he visto porque la última que vi de Merle Oberón me pareció fabulosa, una de Frankling, el Angel de la Tinieblas, de 1935.

En esta no está tan luminosa, aunque me gusta. Una actriz de la época, muy morena, alta, con cadencia. Es una buena actriz, casada, al parecer con Alexander Korda, húngaro, como De Toth.

La trama es muy similar a Luz de Gas, de Cukor, ambientada en otra zona, y con un desarrollo distinto, pero la misma trama funcional. Buen tempo, sencillez en los planteamientos, y correcto desarrollo. No se veía del todo bien, y el sonido no era el mejor, pero se dejaba ver.

MILLAR, Stuart. Cuando mueren las leyendas (1972)

   Al final será una película más recordada que bien valorada. No es especialmente buena, pero sí tiene algo que gusta, sobre todo el final. La libertad, los caballos, el yo interior. La capacidad de escapar del destino que parece que el futuro te tiene reservado...

Me ha gustado el actor, que no lo tenía catalogado. Frederic Forrest, muy conocido luego en varias cintas de Copola. El que siempre da la talla, aunque a mi particularmente no me gusta verle en este tipo de papeles es Richard Widmark, excelente actor, allí donde los haya...

El director es poco conocido, sólo hizo tres cintas, una de ellas para la televisión, y esta es su primera obra. No parece que pudiera ir mal en pantalla, no sé cómo se ha prodigado más. La competencia, supongo, debe ser durísima en un mundo tan despiadado como el cine...