martes, 20 de octubre de 2015

ALLISTER DIESEN, Trygve. - Red (2008) [Codirigida: McKee, Lucky]

    Pues casi un telefim. Un hombre se encuentra pensado cuando unos niñatos intentan robarle y le matan a su perro. Todo se complica, se busca la necesaria justicia, que no llega por los cauces ordinarios y más tarde, cuando el primer camino no fructifica, se acude al propio camino, bastante más complejo y radical.

lunes, 19 de octubre de 2015

CLOUZOT, Henri Georges. El salario del miedo (1953)

   Buena película. Había intentado verla en varias ocasiones, siempre lo dejaba en el minuto dos, porque la imagen de inmundicia de un nicho jugando con bichos no me agradaba demasiado.
   Pero vi "Las diabólicas" hace un par de días y me gustó mucho. Esta es, seguramente, mejor película, pero me gustó más la otra. Yves Montand es, desde luego, un gran actor, muy del gusto de la época, pero contrapunto a los machos alfa norteamericanos es perfecto. Es guapo a rabiar, varonil, y muy buen actor.
   La trama es bien conocida, fiel retrato del libro del que procede (de Georges Arnaud), que estaba leyendo cuando ley la tesis doctoral. Pero este obra es mejor que el libro. Si lo que pretendía el director es mostrar la miseria de un país sudamericano, la explotación del hombre, la expoliación de los recursos naturales, el miedo del hombre, el egoísmo y la humillación por tener que someterse a condiciones laborales infames, lo consigue, con totalidad, absolutamente.
   Pero hay una lectura distinta, menos visual, pero igualmente posible. Los hombre, las personas, cualquier humano tiene que hacer lo que tiene que hacer, se llame destino, se llame futuro, se llame conciencia, se llame como se llame. Es obvio que los conductores de la nitroglicerina conducen el camión cargado de ella  hacia el pozo de petróleo por dinero. Es obvio. Pero también hay algo que les dice que tienen que hacerlo, no por su país, su patria y tonterías como esas, ni siquiera por su familia, o sus amigos. Por ellos mismos. Por la necesidad íntima de saber que se puede hacer lo que hay que hacer. No por nadie, sino por él mismo. El miedo está por dentro, y la lucha interior es la única que hay que dominar. El riesgo no lo es si eres capaz de controlar a esa bestia que se llama miedo. Sabiendo que es lo que es. Cuando se pierde el respeto a ese miedo pasa lo que pasa, el accidente mortal. El juego ha terminado.

domingo, 18 de octubre de 2015

LEONE, S. La muerte tenía un precio (1965)

    Película de culto, de mayorías que se creen minoritarias y elitistas. Es, en realidad, un buen Westher, pero no creo que está a la altura de los de Ford, Hathaway, Sturges, Hawks y demás... Ni siquiera es tan buena con Sin perdón y otros obras de Eastwood, pero a qué dudar que es una buena cinta. 
   Gran música, y con actuaciones muy contenidas, muy apaciguadas, como si los contendientes pudiera controlar todas las circunstancias que suceden a su alrededor. 
     Me gustan este tipo de películas. Quizá la mejor de la trilogía sea El Bueno, El Feo y El Malo, pero muy cerca está esta. Por un puñado de dólares quizá sea la peor de las tres.

sábado, 17 de octubre de 2015

HUSTON, John. Evasión o victoria (1981)

     Pues es mejor película de lo que parece. Tiene algo que otras no consiguen: tempo. Tiene un pausada senda hacia un objetivo. En el minuto 16 el director te ha dicho cómo va a acabar, estas, hora y media esperando que llegue el climax de la película, y se te hace entretenido. La música seguramente pretendía emular a El puente sobre el rio Kwai, y no es mala, el guión es interesante, la trama perfecta, los actores de primera. Todo se resume en una mirada de Max Vos Sydow cuando se levanta de su asiento para aplaudir. Tiene además ese fondo moral que hace que la trama pequeña no se superponga al partido de futbol. En todo momento te dice que lo importante, para lo que están hay es para escapar. El partido es importante, pero lo trascendente es escapar, huir, conseguir la libertad. Y este llega, precisamente, a través del partido, a través de la consecución de la victoria. Sin ella no hubieran podido escapar.
Gran cinta de indiscutiblemente uno de los más grandes entre los grandes.

viernes, 16 de octubre de 2015

CLOUZOT, Henri Georges. Las diabólicas (1955)

   Buena película. Bien narrada, con su puntito de suspense que le otorga un valor añadido. Me gusta mucho la primera parte, hasta más o menos la hora y cuarto, a partir de hay, la última media hora cae, no sé muy bien por que, pero se viene un poco abajo. Es un poco repetitiva, y sobre algún que otro personaje. El policía retirado que investiga la desaparición por sí mismo no tiene mucho encaje, y, sobre todo, me llama la atención que la confesión de la mujer pase desapercibida para él.
   Simone Signori muy guapa, un tipo de mujer estándar para la época. Con el pelo corto rompe los esquemas de la clásica mujer americana, con el pelo largo, y se convierte en un referente de belleza europea.
     Me ha parecido un poco larga, pero esta es una apreciación mía muy generalizada, casi con todas las que veo.

jueves, 15 de octubre de 2015

MATÉ, Rudolph. Cerco de odio (1948)

Buena película de un director mítico, que cuenta con varias películas muy interesantes, entre ellas esta. Es la época de la revolución sicológica, de la importancia de la mente sobre la voluntad. Y el director lo aprovecha con naturalidad. Le falta metraje y potencia creadora, necesitaría un desarrollo más evolucionado en la explicación del sueño recurrente y obsesivo del protagonista, un jovencísimo Willian Holden.

miércoles, 14 de octubre de 2015

FORD, John. Cuatro hombres y una plegaria (1938)

    Interesante obra de Ford, previa a su éxito absoluto como director de películas del oeste.
    Los años no pasan mal por estas obras "menores" de Ford. Diálogos bien construidos, metraje civilizado, actores contenidos y bien armados, y un resultado más que aceptable. La película tiene sesenta y siete años, que se dice pronto. Y se puede ver con tranquilidad, no es que sea una novedad, claro, pero se deja ver con tranquilidad.

§ 3.556. El orgullo de los marines (Delmer Daves, 1954)

John Garfield y Eleanor Parker, una pareja absolutamente brillante, sobre todo ella. Él tiene una fisonomía más normal, unos cánones de bell...