Bueno, pues lo esperado. Serie B sobredimensionada por la crítica y por el público. La película es de bajo presupuesto, rodada de manera sencilla, casi parece una obra de teatro, con pocos actores, muy poco presupuesto, explica mal algunas partes de la trama que sin su conocimiento no se entiende correctamente el resto de la película, tiene lagunas de guión más que importantes, seguramente fue mutilada para que entrase en las típicas sesiones dobles tan en boga aquellos años, y la dirección brilla por su ausencia, por no hablar de los actores, que lo más que hacen es sonrreir con la boca entreabierta y abrir mucho los ojos levantando artificialmente las cejas... pero aun así tiene algo que la hace cautivadora, cabeza de un género tan por sabido que ni se ve, tan conocido que ya has visto la película antes de haberla visto, que sabes qué va a ocurrir desde el primer minuto. Pero se deja ver, tiene un no sé qué que la hace agradable.
Lev Stepanovich era un contador de historias ciego que la abuela de León Tolstoy tenía a sueldo en la casa familiar. Era legendaria su capacidad para contar cuentos... manipularlos, hacerlos una y otra vez de manera diferente... Eso pretende este Blog, contar cuentos... de manera creible.
lunes, 15 de diciembre de 2014
domingo, 14 de diciembre de 2014
REINL, Harald. U-47 Comandante Prien (1958)
Si te gusta el género bélico, y el subgénero de los submarinos esta es tu película. Las escenas del submarino por dentro son muy reales, muy gráficas, muy creíbles, probablemente rodadas en un submarino de verdad.
Director para mi desconocido. La película es razonablemente buena. Bien rodada, diálogos acertados y un metraje moderado.
Director para mi desconocido. La película es razonablemente buena. Bien rodada, diálogos acertados y un metraje moderado.
sábado, 13 de diciembre de 2014
CORE, Ericson. Invencible (2006)
Aunque está llena de tópicos y probablemente exagerados de la vida real es cierto que llega bastante, y es capaz de emocionar, seguramente porque sabes que es una historia real, con un personaje cierto y que la base de su historia es cierta.
El resto es de un sentimentalismo característico de una cinta planteada para niños o adolescentes.
Con todo se deja ver y pasas un rato muy agradable, también es cierto que ver este tipo de películas todos los días aburriría soberanamente. Pero a Rodrigo le encantó, se emocionó de verdad, y la entendió en toda su complejidad. Le gusta el cine y, sobre todo, le gusta estar conmigo.
viernes, 12 de diciembre de 2014
HUTTON, Brian G. Una hora en la noche (1973)
Buena película. Muy setentera, en la ropa, en la casa, en los vestidos, en los coches, en las patillas de ellos y en los peinados de ellas.
Taylor es una mujer ligeramente atormentada por el fallecimiento de su primer marido en un accidente de tráfico con una muchacha. Los dos murieron y ella tuvo que reconocer los cadáveres. Su segundo marido es un pudiente inversor de bolsa, tienen una gran casa, un gran jardín y enfrente de su vivienda hay una casa antigua abandonada. Ella cree ver un cadáver en una de las habitaciones de la casa en una noche de tormenta. Policía, histeria, siquiatras, alucinaciones...
Y la amiga que vive con ella y con su marido, que desde la escena primera sabes que es la amante de él, tiene una ligerísima tentación al pastilleo, a darle muuuuccchas pastillas, para dormir, para levantarse...
Todo parece encaminado a ingresarla en un psiquiátrico, aunque hay algo raro, algo que no cuadra, la relación entre los amantes no parece que se dediquen a internarla, sino que quieren ayudarla, no es que ellos provoquen sus visiones, o favorezcan su enloquecimiento, antes al contrario, está ayudando de manera sincera.
Al final todo cuadra. Ella sabe del affeire de ambos y decide asesinarlos en la casa de enfrente de la suya. Tiene la excusa perfecta, la policía la da por loca, y ella se va unos dos meses, más o menos, a internarse en un sanatorio en suiza, para descansar, recuperarse...
Sólo el vecino lo sabe, pero la tiene por mujer excepcional y no va a decir nada...
Taylor es una mujer ligeramente atormentada por el fallecimiento de su primer marido en un accidente de tráfico con una muchacha. Los dos murieron y ella tuvo que reconocer los cadáveres. Su segundo marido es un pudiente inversor de bolsa, tienen una gran casa, un gran jardín y enfrente de su vivienda hay una casa antigua abandonada. Ella cree ver un cadáver en una de las habitaciones de la casa en una noche de tormenta. Policía, histeria, siquiatras, alucinaciones...
Y la amiga que vive con ella y con su marido, que desde la escena primera sabes que es la amante de él, tiene una ligerísima tentación al pastilleo, a darle muuuuccchas pastillas, para dormir, para levantarse...
Todo parece encaminado a ingresarla en un psiquiátrico, aunque hay algo raro, algo que no cuadra, la relación entre los amantes no parece que se dediquen a internarla, sino que quieren ayudarla, no es que ellos provoquen sus visiones, o favorezcan su enloquecimiento, antes al contrario, está ayudando de manera sincera.
Al final todo cuadra. Ella sabe del affeire de ambos y decide asesinarlos en la casa de enfrente de la suya. Tiene la excusa perfecta, la policía la da por loca, y ella se va unos dos meses, más o menos, a internarse en un sanatorio en suiza, para descansar, recuperarse...
Sólo el vecino lo sabe, pero la tiene por mujer excepcional y no va a decir nada...
jueves, 11 de diciembre de 2014
WYLER, William. Brigada 21 (1951)
Magnífica obra de teatro, magnífica película. Los contrastes de la vida puestos al descubierto, la necesidad de dominar el carácter en las relaciones profesionales, sociales y personales, la virtud como sublimación de la personalidad y el engaño que ello supone, el pasado y la infancia como auténtica patria, el amor, el sexo y las parejas anteriores de tu pareja actual, los hijos y su importancia...
Dura película, mas de lo que parece, en la que se narra una horas en una comisaría de policía de Nueva York y, particularmente de un detective demasiado rígido que tomas las cosas por lo personal, al arrastrar un pasado familiar muy difícil, y en particular una infancia traumática.
Al final muere, como no puede ser de otra manera, probablemente por atacar las situaciones de la vida, y también las profesionales, con un apriorismo inaudito, a rajatabla, sin ceder un ápice en sus planteamientos previos, sin ser dúctil ni capaz de ordenar sus ideas de acuerdo a un sistema de vida adaptativo. En varias ocasiones de le comenta, por compañeros y su mujer, que no puede mantenerse tan rígido en el trabajo, frente al delito y sus protagonistas, que necesariamente la dulzura, la piedad, el arrepentimiento y la empatía forman parte de la vida, y también de su trabajo, aunque él se crea, irremisiblemente de forma equivocada, el último hombre recto en la tierra.
En realidad le pierde su carácter, su manera de ser, su forma de abordar los problemas, su personalidad tan granítica.
Excelente película de un magnífica director, con un Kirk Douglas en estado de gracia, y una Eleanor Parker guapísima que da muy bien la réplica.
miércoles, 10 de diciembre de 2014
FOWLER JR., Gene. El camino de Oregón (1959)
Malilla, no mala del todo, pero desde luego es un Westher de serie B, muy serie B. Ver a McMurray con un sombrero de vaquero se hacer raro, acostumbrado a perseguir la abertura de la falta de Barbara Stawyck en perdición.
No es que lo haga mal, que no lo hace mal, es que es un actor limitado y sólo creíble, a mi juicio, en este tipo de papeles tan característicos. Pero bueno, la película se deja ver, buenos paisajes, bien ambientada, indios, vaqueros, fechas, carromatos, caballos preciosos y fuerte asaltado por los indios, chica blanca preciosa, y chica indica todavía más preciosa.
No es una grandísima película, pero bueno, de las del montón que pueden verse. He visto películas peores que esta.
martes, 9 de diciembre de 2014
OPHÜLS, Max. Almas desnudas (1949)
Buena película, muy buena. Extraordinariamente bien rodada, con un metraje razonable y unos actores sublimes, sobre todo Joan Bennett, que borda el papel que interpreta, y con un guapísimo, y jovencísimo James Mason.
Es una historia sencilla, el ocultamiento de un cadáver, del novio de la hija, que fallece accidentalmente pero que la madre sospecha que lo pudo matar la propia hija... un chantajista conoce la historia y la extorsiona con una cartas que la propia hija escribió al finado.
Este chantajista comienza a enamorarse de la madre, de manera sutil pero firme. Ve en ella la clase de vida que podría haber llevado de lo dedicarse al crimen, la organización, la clase, esa calma que tienen las mujeres maduras, serenas, en la plenitud de la vida, esa belleza cordial, amigable, esa seguridad en sí mismas.
Es capaz, no sólo de renunciar a su parte del dinero con su socio, sino a matarle cuando éste intenta chantajear por sí mismo a la mujer, tienen un accidente de tráfico y decide autoinculparse a sí mismo del homicidio del novio de la hija, para salvar cualquier rastro que pudiera existir del accidente, para borrar cualquier duda de sospecha.
La emoción que experimente Joan Bennett en todo momento es de una intensidad sublime, transmite muy bien la angustia por su hija y lo hace sin estridencias, sin violencia, con pequeños gestos, sutiles pero firmes.
El director me parece muy interesante, encuadrado en un tipo de cine muy característico pero muy reconocible. Hay que cultivarlo más.
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