
Es un Road Movie normal y corriente que empieza mejor que acaba. Llena de tópicos, freudianos incluidos, del medio oeste americano: calor, sueños rotos, chicas frustradas, macarras con exceso de testosterona y alcohol, coches, peleas, bares, rockabilly... Probablemente estaría olvidada si no fuera porque interviene Dafoe. Es una de sus primeras películas, de las más de cien que ha rodado, y no es, obviamente, una de las mejores de su carrera.
Los malos son los de allí, el bueno, no se sabe por qué, es el chaval extranjero, rico, presuntuoso y algo patán.
El buen samaritano que ayuda al niño rico sale de la nada, lleva consigo una gran carga de frustración y culpa, pero no consigue transmitirle el sentido y la hondura que ese tipo de personaje suele llevar. Se mueve muy rápido, sin calma, sin ese sentido cool que necesita.
En definitiva, o para los que le gustan mucho este tipo de películas o para quienes quieran, como es mi caso, ver un poco de todo. Eso sí, sólo una vez.
4 sobre 10.
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