La última película de uno de los directores clásicos del cine americano. Al parecer murió mientras la rodaba. Es un Westher bastante pasable, no notable, pero sí muy bien estructurado, aunque con algunas lagunas, quizá de montaje. Wayne, como siempre, en el papel que ha hecho toda su vida, hasta con la misma ropa que El Dorado, o Rio Bravo, por ejemplo, camisa roja cruzada, pantalón pesquero y ese andar como si le escociera la entrepierna, probablemente típico caminar de los que montan mucho a caballo.
Me llama a atención el campo de Lee Marvin, entra, hace tres escenas muy intensas y muere. Es una de las partes más brillantes de la película.
La trama típica, el paisaje el propio de Mountain Valley, pero no exactamente donde rueda Ford, que es en el puro centro de ese desierto. No, Curtiz rueda como tres o cuatro kilómetros antes y lo peculiar es que se ven árboles y verde, al fondo las tradicionales estructuras rocosas tan típicas.
Me parece una película decente, no espectacular, pero sí bastante razonable.
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