Pues no sé. Mala, mala, malísima, eso de no poder verla, pues no... pero vamos, se le acerca. Es muy difícil hacer una gran película basándose en un drama carcelario. Muy pocas han conseguido hilar una trama lo suficientemente potente como para conseguir un gran resultado. Y cuando lo han hecho ha sido porque se apoyaban en historias de fuera de la prisión, complementando la trama y realzando la situación dramática.
De Niro está mayor para estas cosas, se repite una y otra vez en su narración, es un actor que ya ha dado lo mejor de sí mismo, que hay que agradecerle grandes interpretaciones, pero que ya no pueden más, y, desde luego, no puede con este papel. No se sabe si es un alcohólico, un frustrado sexual, un acomplejado religioso, una promesa del futbol americano lesionado (por lo del anillo) o simplemente un amargado trabajador en la prisión estatal a punto de jubilarse.
Norton vive en este drama de lo que trabajo para American History, que sí es una gran película, al menos mejor que esta, pero excepto en algún momento, no es capaz de imprimirle la carga emocional que requiere el personaje, no es creíble en ningún momento, ni cuando miente. Su transformación física, desde el pelo hasta ocultar sus tatuajes no engañan...
Jovovich, pues vale...
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