lunes, 16 de septiembre de 2013

WELLMAN, William A. Cielo amarillo (1948)

Buen Westher, en donde a Richar Widmar le vuelve a tocar ser el malo. Caray qué equivocación se ha tenido siempre con este actor, maravilloso, versátil y muy creíble.
La película puede considerarse un clásico, a mi juicio muy aceptable, en comparación con la saga de malísimas películas que nos hemos tragado de la materia. La chica que defiende a su abuelo y la mina de oro es guapísima, me recuerda mucho a mi mujer, a Rosa. El mismo tipo de pelo ensortijado, los rizos, el carácter indómito y salvaje. Todo un carácter. Peck no sabe hacer de malo. Por eso da tanto miedo en los niños del Brasil, porque no parece él. Me ha gustado el tratamiento del color y la fotografía, ambas cosas notables.

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