lunes, 4 de marzo de 2024

§ 3.326. Private detective 62 (Michael Curtiz, 1933)

 

Uno de los primeros Curtiz, ya en EE.UU. Algo primitiva, simple, básica. Con los cánones de las cintas en blanco y negro: música aguda, imágenes en planos medios, caras cercanas, emociones sinceras pero poco sofisticadas, y el aliciente de ver a William Powell.
Quizá sea el comienzo de la saga del Halcón, el detective mitad socarrón, mitad inteligente, siempre vividor y algo embobado por "Ella" y por "Asta".
No forma parte de esa serie, pero es claramente un antecedente. 
Es entretenida, se deja ver y es agradable. Metraje muy comedido.

§ 3.325. Ojos asesinos (Michael Crichton, 1981)

 

Se anticipó a la revolución de la cirugía estética y la locura por el bisturí que inundó los quirófanos más caros de los médicos menos importantes. Las chicas perfectas, adictas a la nutrición ortodoxa, nada de drogas, pero altas dosis de gimnasio y vida sana, se ven compelidas a vivir una vida sin envejecer. Cosa imposible. 
Tiene gracia, se deja ver, pero no es una gran cinta. Alejadas de sus dos mejores obras: Coma y Alma de metal.
Un thriller mediocre, no del todo bien logrado por varias razones. El protagonista no pega ni con cola, a pesar de ser un actor inmenso, Albert Finney no es la mejor opción. El plenos años ochenta versión más vitaminadas jóvenes hubieran cuadrado mejor. 
James Coburn en un papel de secundario con relumbrón funciona bien como rico y furioso hombre de negocios detrás de todo el conflicto... La chica es Susan Dey, una guapa mujer de belleza serena y atractiva sin estridencias, luego dedicada más a la televisión que al cine.

domingo, 3 de marzo de 2024

§ 3.324. Cielo negro (Manuel Mur Oti, 1951)

 

Primera cinta que veo de Mur Oti, director de los más clásicos de la cinematografía española.
Es interesante, un poco al estilo de Cenicienta y el zapato a las doce de la noche...
Las aspiraciones de la época tienen buen reflejo en la cinta, el vestido, la fiesta, los amores, la chica a la búsqueda de marido, la vida misma navegando en las procelosas aguas del destino.
El reparto es Susana Canales, para mi desconocida actriz, a la que veo un gran parecido con Ann Todd, la esposa de David Lean y soberbia en Amigos apasionados y, sobre todo, en Madeleine.  Fernando Rey, imperial, como siempre. Y Luis Prendes, al que he visto en mas películas pero no le recuerdo en ninguna concreta.
Una cosa es vivir de verdad, y otra es vivir de ilusiones. Y es peligroso vivir de ilusiones. Cometer errores para vivir puede ser perdonable; cometerlos para sostener una ilusiones vanas y vagas es imperdonable, y decepcionante. Un camino hacia la destrucción de uno mismo.

§ 3.323. La dama de Beirut (Ladislao Vajda, 1965)

 

Un producto al servicio de la guapísima Sara Montiel, después de su venida de EE.UU. y su divorcio de Anthony Mann. Una cantante mediocre y una actriz limitada, pero con un glamour y una personalidad que echaba para atrás. Impresionante, algo enigmática, exudando sensualidad y provocación. Pero en la justa línea, sin pasar el límite del recato y la cortesía.
Seguro que fue una película muy vista en su momento. Con un galán de la época, una trama muy del gusto del espectador, exteriores exóticos y canciones ligeras. 
Entretenida, sin más. No avanza del todo elásticamente, se pierde el interés y ser recupera, la canciones son muy intrusivas, interrumpiendo el desarrollo de la trama. El desarrollo es algo manido, previsible, aunque quizá ese no sea su mayor defecto. Le falta un empujón para redondearse. No llena la cinta Sara con su sola presencia. La diferencia entre una excelente actriz del sistema y una auténtica estrella. Sara por momento fue lo segundo, pero en esta cinta está más cerca de los primero.
Obviamente para los incondicionales de la Montiel  es estupenda.

sábado, 2 de marzo de 2024

§ 3.322. Gemidos de placer (Jesús Franco, 1983)

 

Tríos sexuales, sadomasoquismo, sexualidad diferente, un poco de dominación, control del otro... todo muy normal en un Jess Franco de lo más bizarro. Con su Lina Romay como musa en una trama de lo más tratada, y nunca agotada.
No tiene nada en donde agarrar. Ni es interesante, ni tiene un desarrollo limpio, ni tiene tomas o planos interesantes, ni el erotismo es tal... No sé. Es de lo peorcito que he visto siempre. Realmente deplorable. 

§ 3.321. Un silencio de tumba (Jesus Franco, 1972)

 

'Setentera' por todas partes. Personajes morbosos, situaciones estresantes, dominio de las personalidades, algo oculto siempre, un trasfondo de maldad, de perversidad, de descontrol moral. Y el sexo siempre presente, mostrándolo o escondiéndolo, pero siempre presente. 
Una isla cerrada, algo de Un ángel exterminador, una pizca de rigor fílmico, 83 minutos comedidos y una obsesión maternal malsana y deteriorada para quien la protagonista y alienante para los demás. 
Obsesiones, angustia, ambiente cerrado, opresión y tensión sexual.
Vulgar y corriente, incluso para Franco.

§ 3.320. La noche de las estrellas fugaces (Jesus Franco, 1973)

 

Mismos temas de siempre, argumentario circular, obsesiones perpetuas, un erotismo light poco edificante, una música de la época (setentera, con coros y algo electrónico), un punto de exhibicionismo, unos nenúfares como excusa para ocultar el desnudo, chica guapa tonta y malignos mayores (con las pupilas dilatadas) dignos de encerrarse en un geriátrico pero que se dedican a 'dar por culo' a las gentes del lugar.
En la línea de Jess Franco, antes de se Jesús.

§ 3.390. Sacco y Vanzetti (Guiliano Montaldo, 1971)

  Una muy buena película, con una crítica dura al sistema político americano, su aversión a los sindicatos libres de trabajadores y a todo l...