domingo, 24 de abril de 2022

§ 2.670. Legado trágico (John Ford, 1928)

 

Un Ford algo distinto, acostumbrado como estamos a esa mezcla de individualismo recalcitrante y situación confusa con respecto a uno mismo que dominan los personajes de sus películas. Aquí parece que el protagonista tiene un designio que realizar, convirtiéndose en un hombre providencial, alguien que tiene muy claro cuál es su destino y lo asume con absoluta naturalidad. No es el modelo natural de protagonista de Ford.
Irlanda, más mito que realidad para Ford, encuentra en esta probablemente su primer acercamiento. Triángulo amoroso, patriotismo irlandés a mansalva, narración lineal totalmente previsible y un tempo de desarrollo nada acelerado. No se aprecia ese defecto que suele acaecer en algunas películas mudas, al apreciarse el desarrollo de las escenas muy aceleradas. Se le podría poner sonido y seguir siendo una película perfectamente actual. No tiene esos déficit que pueden apreciarse en algunas mudas, ese amaneramiento en la forma de moverse los actores, poco natural y muy afectada. Una teatralidad que perjudica el desarrollo dramático y emocional de la historia.
 Si lo comparas con Metrópolis, de Lang, por ejemplo, que es de la misma fecha no tiene ni punto de comparación. Aquella es claramente una película muda, ésta es una película.
Pero más allá del encuadre en una Irlanda siempre mítica en su planteamiento y, sobre todo, en el recuerdo, esta es una película de amor. Tal cual, algo poco usual en Ford. Es cierto que la delación también está presente, y el recuerdo emocionado de una Irlanda que no tuvo la oportunidad de disfrutar como le hubiera gustado al director.
Victor McLaglen -el ciudadano Hogan- ya tenía hechuras suficientes como para dar corporeidad a una cinta por sí mismo. Y no era su primera película. Sí era la primera intervención de John Wayne en el cine, en un plano totalmente secundario, derribando una pared en un revuelta.

§ 2.669. Historia de O (Just Jaeckin, 1975)

 

Bueno, pues es algo parecido a lo que me imaginaba. Es decir, decepcionante y sórdida, algo macabra y poco elegante, aunque pretenda precisamente lo contrario, ser sofisticada y dulce.
He visto muy pocas películas eróticas, no me parecen especialmente edificantes. Emanuel, que es del mismo director que esta, que ni siquiera la recuerdo, "El imperio de los sentidos" y alguna 'españolada' de la época del destape. Poco más. me aburren y no les encuentro la sustancia. Además en esta lo que predomina es el punto "masoca" y claro, la cosa se complica aun más. 
Se me ha hecho muy larga.

sábado, 23 de abril de 2022

§ 2.668. Buenos días (Yasujiro Ozu, 1959)

Primera aproximación a Ozu. Y no me ha convencido del todo, aunque le reconozco el mérito de ser capaz de rodar una historia  del día a día con sencillez, naturalidad y sin aburrir. La verdad es que la película se pasa volando...  Pretende un relato costumbrista de la sociedad nipona de la postguerra. Pobreza, normalidad, empleo, niños... Un retrato de la normalidad de la vida. Esperaba algo más lírico de él, quizá no épico, eso se lo dejamos a Kurosawa, pero con más tono. Parece una película de la España de postguerra. No necesariamente tienen que acontecer cosas para que sea una buena película, pero es que ésta no ocurre nada. Parece el asunto del día. 
No hay planos largos, grúas, extras a montones, caballos, armas o buenos y malos como las de Kurosawa. Es sencillez en los planos, en los encuadres, en el sonido, incluso en el color -muy brillante, por cierto, como si fuera un cuadro de Hooper-, y una forma de situar la cámara desde abajo, como para centrar las caras cuando los personajes están arrodillados. En esta hay pocos exteriores, si acaso una calle en mitad de la película, cuando se encuentran en los bares, y la calle en donde están situadas las casas prefabricadas.
Tengo que ver más cintas suyas para hacerme una idea de su filmografía, pero me parece un director muy prometedor.
Desde luego me gusta más esta sencillez que la complejidad artificial de Godard, por ejemplo. Bajo la aparente sencillez de sus planteamiento estético se esconde una belleza muy natural, de las de andar por casa, de las de verdad. Pero es una sencillez natural, nada forzada. Me ha gustado verla, aunque no creo que sea una película que vuelva a visitar, desde luego no muchas veces.

§ 2.667. Ben Hur (Timur Bekmambetov, 2016)

 

Hay que ser un autentico osado para hacer un remake de una película como esta, un auténtico clásico del cine de todos los tiempos. Pero si lo miras desde un punto de vista actual, moderno, avat-garde la perspectiva es algo diferente. ¿Por qué no? No creo que sea un pecado intentar revisitar los clásicos cono voz propia. Pero hay que hacerlo bien, y quizá no sea esta la mejor de las versiones sobre el clásico. Tiene una mezcla de telefilm con unas cámaras que dejan proyectar extraordinariamente la luz y película de gran formato. Realmente no sé si se llegó a estrenar en pantalla grande. El color y los detalles de la pantalla me recuerdan a una película de dibujos animados, parece que está coloreada, en vez de filmada.
Alguna licencia dramática -flecha por teja; cristo da de beber a Judá, en vez de al revés-, pero razonables dado los tiempos que han pasado entre una y otra película.
En definitiva, no creo que sea una herejía revisitar una cinta clácia, pero no sé si esta es la mejor manera. Es entretenida, sin más pretensiones. La otra, la original, la de Wyler es, sencillamente, una obra maestra del cine de todos los tiempos.

viernes, 22 de abril de 2022

§ 2.666. El sueño eterno (Howard Hawks, 1946)

 

Acabo de leer la novela de Chandler, y me ha parecido bastante peor que la película, más enrevesada y menos ágil. La vitalidad que proporciona el celuloide no lo da el papel.
Me ha encantado, naturalmente, pero debe ser la cuarta o quinta vez que la veo. El blanco y negro el brillante, los diálogos rápidos e incisivos, la textura general de la cinta y el clima que proporciona oscuro y tenebroso, el resultado una obra maestra del séptimo arte. Inconfundible comienzo (con una Martha Vickers bajando las escaleras con ese pantalón corto blanco), excelente tratamiento de la sordidez, en el libro algo más sucio y crudo.
No me acordaba que la bibliotecaria morbosa era Dorothy Malone.
La veo más sencilla que la novela, que verdaderamente me ha parecido por momentos muy complicada, con demasiados giros y vueltas, a veces impredecibles, otras producto de la deriva de la historia.
La recordaba más corta, de 90 minutos como mucho. Pero se pasa el tiempo volando viéndola.

jueves, 21 de abril de 2022

§ 2.665. El último duelo (Ridley Scott, 2021)


Última película de un de los últimos grandes. Polémica y grandilocuente, excesiva y heterodoxa. Excelentemente trabajada, con un diseño de producción soberbio, actores maduros y una mano firme en la dirección. El resultado es extraordinario. Me ha parecido estupenda de verdad.
Los varios puntos de vista contribuyen a hacerla más atractiva y, en cierta manera a hacer el metraje más llevadero, pues son 150 minutos.
Los cuatro actores principales están espléndidos: Matt Damon, Adam Driver, Jodie Comer, Ben Affleck. Especialmente Driver, que le tenía muy encasillado en la saga de Stars Wars, y tiene más recorrido que el pudiera parecer a primera vista, aunque, la verdad, no son tan diferentes los papeles. Habrá que seguirle la pista en terrenos más dramáticos y actuales, no refugiándose en tramas "medievales" -ésta o la de las estrellas- que tiene un corte dramático similar. Lo de Damon no me sorprende en absoluto. Tiene todo lo que un actor moderno tiene que tener. Esa mezcla de temperamento y calma, de intensidad y temple. Un gran actor.
La reflexión sobre la verdad y la mentira en estos tiempos es más necesaria que nunca. Y ese, además de ser el tema de nuestro tiempo es el tema de la película.
Pero la verdad es sólo una. E incluso en la versión del agresor la violación existe, es real y sucedió. Por más que lo banalice el agresor. También en la de la agredida la violación existió. La verdad es, por tanto, una y única. Sin matices.
Me ha gustado mucho y no comprendo a quienes no la aprecian como una buena película. Quizá no guste a todos o no sea una obra maestra, que quizá no lo sea, pero de ahí a decir que es una medianía hay un trecho muy largo.

miércoles, 20 de abril de 2022

§ 2.664. Buenos Amigos (John Ford, 1920)

 

La más antigua de Ford que tengo, firmada como Jack todavía. Después de ver Tres hombre malos (1926) hay que tener mucho respeto por el Ford silente, mucho.
Ésta no es aquella, pero se deja ver, tiene su aquel y siempre aprendes algo en las cintas de Ford. La amistad y el infortunio es el tema de esta cinta. La dificultad para integrarse y el cariño por personas con las que, en principio, poco tienes que ver.
Importancia superlativa de la música, como siempre en las cintas mudas, un desarrollo directo y lineal, mucha emotividad, pocas cosas a la imaginación del espectador y una cierta teatralidad en las manera de moverse los actores, en su forma de caminar, actuar y desarrollarse.
Interesante, sin más.

§ 3.405. Tristeza de amor (Eduardo Mallorquí, 1986)

  Recuerdo algunas noches cuando se emitía la serie y me quedaba a ver algún capítulo. La música es preciosa, la canción en realidad.  Vista...