miércoles, 20 de abril de 2022

§ 2.664. Buenos Amigos (John Ford, 1920)

 

La más antigua de Ford que tengo, firmada como Jack todavía. Después de ver Tres hombre malos (1926) hay que tener mucho respeto por el Ford silente, mucho.
Ésta no es aquella, pero se deja ver, tiene su aquel y siempre aprendes algo en las cintas de Ford. La amistad y el infortunio es el tema de esta cinta. La dificultad para integrarse y el cariño por personas con las que, en principio, poco tienes que ver.
Importancia superlativa de la música, como siempre en las cintas mudas, un desarrollo directo y lineal, mucha emotividad, pocas cosas a la imaginación del espectador y una cierta teatralidad en las manera de moverse los actores, en su forma de caminar, actuar y desarrollarse.
Interesante, sin más.

martes, 19 de abril de 2022

§ 2.663. Un americano en la R.A.F. (Henry King, 1941)

 
Comedia "simple" con pretensiones de 'moralina' y trascendencia. Una película que se explica por el lugar y sitio en don de se rodó: EE.UU. antes de la entrada en la guerra con ciertos fines propagandistas. La frivolidad del comienzo da paso a mensajes muy claro y abierto hacia la cooperación con Inglaterra en la lucha que ya tenía declarada contra Alemania.
Un producto sencillo de hacer, fácil de ver y olvidadizo. No es de las mejores cintas de propaganda, ni tampoco está entre las mejores película de amor en tiempos de guerra.
Tyrone Power está algo plano, no tan enamoradizo como en otras suyas. Betty Grable es una mujer muy guapa, con una cara luminosa y una figura muy redonda, no especialmente estilizada. Muy de la época, muy a la altura de Power, que no era muy alto.
Más que un triángulo amoroso parece que estamos en presencia de un rectángulo amoroso.
No es una cinta brillante, King tiene mejores cosas. Para empezar, continuando en la misma temática, la fantástica Almas en la hoguera (1949), que la he visto varias veces y siempre me ha parecido brillantísima.

lunes, 18 de abril de 2022

§ 2.662. El placer (Mas Ophüls, 1952)

 

Tres cuentos del inolvidable Guy de Maupassant, uno de esos escritores que no olvidas en cuanto lees un cuento de los suyos. Con una cierta ligereza moral, e incluso una pizca de pícaro, sus personajes suelen ser mundanos y, a la vez, decadentes. Bajo un aparente lirismo se muestra la debilidad humana, lo que nos hace ser como somos. Siempre mostrado de manera elocuente pero no directa, obliga al espectador a componer parte del retrato moral. Es, desde luego, muy interesante.
Cada cuento narra un "pecado" del ser humano. Me recuerda a los pecados capitales, tantas veces tratados, de forma directa o indirecta, en el cine y en la literatura. 
Tengo a Ophüls como un estilista, un cineasta delicado y fino, con obras espléndidas: des la verdaderamente obra de arte de Carta de una desconocida (1948), pasando por Atrapados (1949) y Almas desnudas (1949), hasta la magnífica Madame de… (1953) que plantea un auténtico problema moral.

§ 2.661. The Man I Love (Raoul Walsh, 1946)

 

Ida Lupino. Una mujer clave en la industria, en el cine, en este tipo de arte... Intimista, con toques de cine negro, algo trillada en el argumento de mujer de gran visión de la vida, con experiencia, que aporta su grano de arena para la resolución de algunos problemas familiares.
Canciones  muy conocidas, standar del cancionero americano sirven de escusa para la presentación del personaje: Why was i born? y The man i love básicamente. La música es de Max Steiner, un clásico en sí mismo...
Ella esconde un pasado oscuro en Nueva York, pero no se muestra, y, sin embargo, es vidente. Una mujer de mundo, que sabe de las cosas... Es, precisamente, lo que necesita la familia, y probablemente sea capaz de resolver los problemas, otra cosa es que eso sirva para organizar su propia vida, porque es claro que ella ha vuelto a su casa por alguna razón no especialmente confesable...
Algo trágico se masca, se presiente... no tiene un tono optimista, antes al contrario. Tienes un presentimiento de soledad, de abandono, de desastre.
No es una obra mayor de Walsh, rodada tras un gran éxito como Objetivo: Birmania (1945)

jueves, 7 de abril de 2022

§ 2.660. El manantial (King Vidor, 1949)

 

Extraordinaria. Magnífica. Grandiosa. Una gigantesca película. Es la segunda vez que la veo y la primera me pareció impresionanate, pero esta segunda me parece, sin más, una auténtica obra maestra del cine... Vidor es, seguramente más antes que ahora, un directorazo, valoradísimo por la crítica pero ya algo olvidado por el público. Seguramente las nuevas generaciones de cinéfilos no le conocen o valoran.
Una lucha de poder entre el individualismo y la colectividad, entre el yo y la sociedad. Entre las propias ideas y el camino que cada uno debe seguir y la masa que te lleva y te atrapa para que pierdas su propio yo. Las cosas no se hacen como hay que hacerlas, hay que hacerlas a la manera de cada uno, haya que pagar el precio que haya que pagar...
El mensaje es potentísimo. Al menos igual que El hombre del traje gris, que plantea justamente lo contrario, y también es una extraordinaria película.
Howard Roark es su nombre, a recordar para el futuro. Porque es el tipo de hombre que alguna vez quise llegar a ser. Me recuerda a quien quise ser, y, desgraciadamente no he llegado a ser. El fracaso de una vida vida.
¿Tiene derecho el hombre a seguir su propio camino aunque no comulgue con la sociedad, que no la quiera servir?. Sí.
La creatividad necesita su propia idiosincrasia individualista. Pero la cinta también puede ser vista desde el punto de vista de la utilización de la prensa para destruir a las personas.
La protagonista tiene un punto de locura, de enajenación que se me pasó en el primer visionado. Una cierta enajenación pero, que, a la vez, la dota de una potencia sensacional.
La novela, de esas que tienes que leer, es de Ayn Rand, que también firma el guión. La música es de Max Steiner, que dota a la película de una majestuosidad impresionante.
Gary Cooper está magnífico, y Patricia Neal probablemente en el papel de su vida.

martes, 5 de abril de 2022

§ 2.659. La bestia humana (Jean Renoir, 1938)

No he visto muchas cosas de Renoir. Empecé con La gran ilusión (1937) una película que no comprendí, no me entró. Sé que es buena, pero no la acabé de encontrar su agrado. Aguas pantanosas (1941) me gustó menos que Un grito en el pantano (Jean Negulesco, 1952).
Ésta es una película difícil, la locura, mezclada con una gran misoginia y probablemente un alcoholismo hereditario no es un tema fácil. Y sin embargo sale perfectamente airoso, no tanto en el guión, que por supuesto -se basa en una obra de Émile Zola-, sino, sobre todo en el planteamiento estético. El blanco y negro verdaderamente nítido, y unos enfoques cercanos y en plano fijo. 
El tratamiento de la violencia es crudo y seco.  Muy duro el abuso con la mujer. Descarnado y cruel.
La determinación del personaje está muy bien lograda. Su transformación es también un logro de la actuación. Sus remordimientos, sus sentimientos de culpa, sus sospechas de tener la mente viciada por el consumo de alcohol por parte de sus ancestros...
Jean Gabin es un actor que siempre me ha parecido mayor. No me le imagino de joven. Simone Simon la tengo tan asociada con La mujer pantera (Jaques Tourneur, 1942) que me cuesta verla en otros papeles. Es una actriz determinada por un personaje.

lunes, 4 de abril de 2022

§ 2.658. Volando voy (Miguel Albaladejo, 2006)

 

Una revisión del cine quinqui para el siglo XXI, pero esta vez basado en una auténtica vida real. 
Historia realmente impresionante de superación personal e incluso social. Todo un ejemplo de que el sistema penitenciario debe servir para estas cosas.
Las imágenes del niño con la bicicleta son realmente espectaculares, me recuerdan claramente a mi infancia. El mismo tipo de bici, la bicicros. Esa sensación de absoluta y radical inocencia y libertad, el descubrimiento de los primeros amigos, las primeras chicas.
No establece estrictamente una crítica social, no pretende formalizar un relato amargo o acido sobre la realidad delincuencial de los menores. Cuenta una historia pero a veces parece naufragar en las anécdotas, faltándole continuidad lineal y de relato. Tampoco ayuda que los menores no sean especialmente buenos actores. El conjunto es entretenido, pero nada más, quedándose la cinta en tierra de nadie. No es un producto de entretenimiento pero tampoco es una cinta con recorrido. Tiene algo de testimonio, se enmarca bien en la época -música, coches, ambientación- pero no se comprende sin conocer la historia de España y de esa época.

§ 3.390. Sacco y Vanzetti (Guiliano Montaldo, 1971)

  Una muy buena película, con una crítica dura al sistema político americano, su aversión a los sindicatos libres de trabajadores y a todo l...