martes, 26 de octubre de 2021

§ 2.498. En el calor de la noche (Norman Jewison, 1967)

 

Un thriller policial en el profundo sur de EE.UU. Racismo,  recelo social, abusos policiales, suspicacias hacia el norte, pobreza estructural rodeada de ignorancia supina y grandes dosis de testosterona. Resentimiento y envidia son el caldo de cultivo en el que se desenvuelve la historia.
Una película estupenda, llena de matices que propician que se vea varias veces. Seguramente no será la última vez que la vea.
Muy interesante el rol de policía de pueblo que antes que racista es, sobre todo un policía. Tiene más interés en averiguar qué ha sucedido que en demostrar el desprecio que siente por el inspector de policía de color. También el inspector de color se sobrepone al desprecio que ha sentido, intentando sustraerse a sus instintos para llevar a buen puerto la investigación. Un muy interesante duelo.
Me llama la atención la ausencia casi total de personajes femeninos, más allá de la señora Colbert.
La música es orquestada por Quincy Jones, y la canción, del mismo título que la película, es interpretada por Ray Charles.
Un duelo actoral tremendo entre Sidney Poitier y Rod Steiger,  acompañado del siempre eficaz Warren Oates. Sidney es bueno, pero lo de Rod es impresionante. Uno de mis actores fetiche, uno de esos que cada vez que se le ve en pantalla se tiene la seguridad de que estamos ante una buena película.

domingo, 24 de octubre de 2021

§ 2.497. Yo, Claudio (Herbert Wise, 1976)

Mítica serie británica de impecable factura, carga actoral y atrezzo muy delicado. Un guión que es una obra de arte en sí misma, sobre una novela maravillosa (en realidad sobre dos, Yo, Claudio y Claudio el Dios y su esposa Mesalina).
Me ha gustado mucho Derek Jacobi, le da un tono muy mesurado. El histrión de Calígula interpretado por John Hurt también le da el punto adecuado. Pero creo que es más sencillo forzar la interpretación hacia los extremos que hacia la moderación.
Esta copia tiene 12 episodios, aunque el primero dura el doble. En realidad son 670 minutos, aunque las versiones canónicas dicen que tiene 650. Esos veinte adicionales aparecen de la suma de los dos primeros en uno sólo, con algo de metraje adicional.
Cada episodio tiene una trama principal en la que Claudio no juega un papel protagonista. En realidad en todos ellos, excepto en los tres últimos su personaje sirve de excusa para contar una historia, la de la familia Julio-Claudia. 
Me han gustado mucho los papeles de las mujeres, con una modernidad que. probablemente, no corresponda a una realidad histórica. Tienen mucha más importancia, incluso, que las mujeres modernas en la modernidad. 
Recuerdo las dos novelas como una auténtica maravilla, como dos novelas, especialmente la primera, verdaderamente prodigiosas.

domingo, 17 de octubre de 2021

§ 2.496. Bahía de sangre (Mario Bava, 1971)

Una de las fundadoras del gore, o del Slasher, al menos de las primeras en rodarse.
Se ve perfectamente, la copia es estupenda, así como el sonido.
El guión tiene más miga de lo que pudiera parecer, y hay mas personajes y más trama que el cualquier película del género actual.
No me ha parecido una película mala (como otras parecidas, especialmente actuales), ni mucho menos. La sensación de que todo gira alrededor de un lugar físico, la bahía, está bien lograda. También las tramas que comienzan -varias sucesivamente- y no sabe dónde van a converger. Pero lo hacen bien. Me ha gustado también mucho la diferente presentación de los distintos personajes. Ninguno de ellos parece que tengan nada que ver con lo que va a suceder.
Me han gustado mucho las casas que aparecen, tanto en el aspecto arquitectónico como en el decorativo. Sin embargo los jardines están descuidados, no se acompasan con las casas tan bonitas.
Se puede ver, tiene un metraje muy contenido y no cansa. Interesante. Y además será una de esas películas que se recuerdan con los años. De lo poco que he leído sobre ella la tratan como una precursora del este subgénero.
No es Psicosis, ni el Fotógrafo del pánico, pero tengo la impresión de que es una película muy trascendente, seminal, en la que se basan muchas otras. Hay que tener en cuenta que es de 1971.
Tiene unos efectos especiales muy logrados.

2.495. Sólo el cielo lo sabe (Douglas Sirk, 1955)

 
Melodrama por excelencia del director que dominaba el género mejor que nadie.
Historia muy bien trazada, previsible porque marcó un canon de cinta, inaugurando un género, o un subgénero. 
Jane Wyman, y Rock Hudson como pareja dan bien en pantalla, funcionan como pareja. En realidad ella tenía 41 años y él 30 años. Una diferencia de edad perfectamente normal al día de hoy, aunque en el tiempo en el que se mostraba la película ella aparentaba más edad y él menos. En la cinta pretende que exista una mayor diferencia de edad. Si no fuese así la película no funcionaría.
No es tan buena como otras de Sirk, pero se deja ver y tiene su aquel. Los prejuicios sociales son derrumbados por el amor. 
Sé sincero contigo mismo. Es una fórmula infalible para ser feliz, que es de lo que se trata.

§ 2.494. El temible burlón (Robert Siodmak, 1952)

Una preciosidad, energética, vitaminada, optimista, sencilla y simple, preciosa, magistral, una obra de arte.
Divertida, socarrona, risueña. Una maravilla y un canon de cinta de piratas. 
Siodmak es un autor que siempre me ha gustado, creo que su filmografía se ha olvidado, aunque intuyo que tuvo -y sigue teniendo, quizá- mucho más influencia de lo que parece, de lo que en un principio podría suponerse. Además tuvo todo tipo de obras, de terror, de aventuras, de espías, thriller, judiciales... y todo lo hizo bien.
Un Burt Lancaster en estado de gracia en uno de esos papeles que eran ideales para él, acompañado de una actriz a la que no conocía, Eva Bartok húngara de nacimiento, con poca filmografía, casada con Curd Jüngers, y que tuvo un hijo con Frank Sinatra. También tiene un papel relevante el 'pirata' Nick Cravat, inolvidable, en un papel tremendamente parecido, en El Halcón y la Flecha (Jacques Tournier, 1950). Junto a ellos: Torin Thatcher, James Hayter, Leslie Bradley, Noel Purcell, Margot Grahame, y un Christopher Lee al que no cuesta reconocerle pero que aparece  en muy poco metraje en pantalla.

sábado, 16 de octubre de 2021

§ 2.493. El largo y cálido verano (Martin Ritt, 1958)

 

Drama sureño de la pluma de William Faulkner en Cinemascope, con un joven Paul Neman en un de sus primeros papeles realmente soberbios. Dos años antes había rodado Marcado por el odio, (Robert Wise) que me parece todo un canon de película de boxeo y seguramente la cinta que le disparó en la popularidad de las taquillas.
Acompañado de un planten del auténtico lujo: Joanne Woodward, Orson Welles, Lee Remick, Angela Lansbury, y Anthony Franciosa.
La profundidad emocional de las frustraciones que se esconden en el rico sur son muy parecidas a las de cualquier otro lugar, lo que ocurre es que aquí huelen mejor. Me ha llamado la atención le represión sexual que sufren las mujeres de este sur. Esa trama nunca la había detectado en Faulkner, de todo lo que he leído de él, que ha sido mucho, no he detectado nunca esa pulsión.
El resto de la trama es similar, salvando las distancias, a los dramones de Tennessee Williams, con predominio del poder, el racismo, la misoginia, las puyas verbales en las conversaciones, los abusos verbales, y la dominante figura de un padre tiránico y rico que domina a todos los miembros de su familia por una sola razón: porque nadie le ha hecho nunca frente. Es un papel muy similar al del padre de La gata sobre el tejado de zinc, aunque este tiene un punto de cólera y de maldad superior.

viernes, 15 de octubre de 2021

§ 2.492. Imitación a la vida (Douglas Sirk, 1959)

 

Me produce una melancolía tremenda las películas de Sirk. Solo hay dos o tres directores que me provocan una sensación tan potente. Rosselini, Bergman, y Sirk. Realmente me arañan el alma. Me quedan baldado, una sensación entre amargura y añoranza. Una sensación de que el alma es algo más que lo que yo vivo. Es, realmente, una vida sustitutiva, una vida que vivir, una vida de repuesto. 
El tema del racismo está tratado demasiado crudamente. No la recordaba tan escorada hacia ese aspecto. La tenía más centrada en la historia de amor entre los protagonistas adultos. La historia de la niña es muy dura, tanto como real. Desgraciadamente ha debido ser muy común, quizá todavía lo sea.
Esta es, verdaderamente, una obra de arte. Se mire como se mire. 
Una Lana Turner espléndida, espectacular, bellísima, mala y pérfida como pocas. Una belleza animal, salvaje, felina, peligrosa...
Juanita Moore y las niñas: Sandra Dee, y Susan Kohner, acompañan a un John Gavin realmente muy apuesto.
El guión es de Eleanore Griffin, y Allan Scott, sobre una novela: de Fannie Hurst.

§ 3.405. Tristeza de amor (Eduardo Mallorquí, 1986)

  Recuerdo algunas noches cuando se emitía la serie y me quedaba a ver algún capítulo. La música es preciosa, la canción en realidad.  Vista...