viernes, 23 de octubre de 2020

§ 2.047. El Jinete Pálido (Clint Eastwood, 1985)

  No dudo de aquellos que dicen que esta cinta puede tener algún tipo de relación con Raíces Profundas (George Stevens, 1953): un hombre que aparece de la nada y solventa los problemas de una comunidad enfrentada a un matón exterior que quiere echarlos de la tierra. Pero me cuesta encontrar la conexión profunda. Claro que son del Oeste, que parece un hombre violento sin pasado que ayuda, pero ni el contexto, ni la pretensión trascedente tienen nada que ver. 
  De hecho son diferentes. Allí el tirador desaparece, en esta es que quizá nunca estuvo allí. El ente que aparece, el salvador tiene algo de predicador trascendente, con una clara pretensión de justicia social, frente al de Raíces, que era una pretensión individual. Allan Ladd es más sutil que Clint Eastwood, sin ninguna duda.
  La piedra aquí juega el papel que el árbol jugaba en aquella cinta. Es el elemento que entronca a la persona a la tierra, y que aglutina a todos los trabajadores con una idea: permanecer en una idea colectiva.
  Actores decentes, guión muy trabajado, puesta en escena muy cuidada y un resultado impresionante. Una gran película que cada vez que veo me gusta más. Me parece, además, tan buena como las mejores de Clint. Desde luego entre las 10 mejores de él.

§ 2.046. El hombre de Colorado (Henry Levin, 1949)

Una de tantas del Oeste, de finales de la Guerra de Secesión, con un Glen Ford al mando de un batallón del ejército confederado que se encuentra torturado por la guerra, por la sangres y el fuego, con el horror de la contienda. De hecho dispara contra unos sureños que habían arriado una bandera blanca... Un estudio sobre las consecuencias de la guerra en las persona, en su carácter, en su desarrollo civil tras la contienda.

El tratamiento de la enfermedad como consecuencias de la guerra: "La guerra afecta a cada hombre de forma diferente" dice un secundario al presenciar cómo mata a un sureño después de que este le acusase con una pistola de matar a los sureños a sangre fría.

Glen Ford es nombrado Juez y William Holden y las fricciones entre ambos no se hacen esperar, acrecentándose por la querencia de ambos por la misma mujer.

William Holden está jovencísimo, aunque tiene varias películas antes que esta. Una carrera que va desde 1938 hasta 1981, larguísima y muy prolífica, con inmemorables obras maestras. Muy interesante es el duelo interpretativo entre Glen y William, (más de cien películas cada uno) más que nada porque siempre pensé que Holden era muy superior a Ford. En la historia del cine, valorando en conjunto ambas carreras probablemente Holden sea más brillante, más regular, pero en un duelo directo Glen es mejor actor, aunque es cierto que era el punto álgido de la carrera de Ford y prácticamente el principio de la Holden. Muchas escenas juntos y meta gustado más la dramatización del personaje de Ford, sinceramente. Me gusta el Holden maduro, el mayor, el castigado por el alcohol, el insensible, el cínico y desencantado.

Ellen Drew es la chica con la que ambos pretenden casarse al finalizar la guerra. La he visto en alguna del Oeste de André de Toth, y alguna de Robert Robson, una actriz 'menor'.

Buena música, bien ambientada, con correcto guión y un correcto desarrollo

§ 2.045. El mundo de George Apley (Joseph L Mankiewicz, 1947)

Boston. Aristocracia y Boston. Interpretado por Ronald Colman, Peggy Cummins, Vanessa Brown, y Richard Haydn.

No la he visto en el mejor momento. No me ha agradado demasiado. No es que no me haya gustado, es que no la he entendido. La sutileza de los bostonianos, sus chistes y cotilleos no los entiendo. Las habladurías y comentarios de las personas egocéntricas me aburren y cansan. Es lo que tiene ser un descreído.

jueves, 22 de octubre de 2020

§ 2.044. Sangre sabia (El profeta del diablo) (John Huston, 1979)

 

Última de Huston que me quedaba por ver, en una filmografía brillante pero para ir en algunas ocasiones excesivamente pretenciosa, hay películas suyas que no me gustan nada. Otras que no entiendo, otras que me parecen sobrevaloradas por la crítica y por el público, de esas que dices que tienen que ser buenas porque mucha gente las ha visto. 

Las películas sobre el Sur rural americano me dejan indiferente, no llego a conectar con la historia, me parece muy provinciana, me gustan más las historias cosmopolitas, elegantes, con temática glamurosa, con vistosas mujeres y policías corruptos.

Lo del predicador que monta una religión para no se sabe qué, la verdad, me cansa y me aburre, bastante además. El actor principal es Brad Dourif, que para mi siempre el policía corrupto de Arde Mississippi. Me ha parecido bastante aburrida, sin demasiado sentido, marginal para mi en su filmografía. Un codazo.

La única que me quedo con ganas de volver a ver es Dublines, su último obra que vi en un momento que no había visto tanto cine y, por tanto, mi juicio no era tan bueno como debía ser.

El listado completo de sus obras, sin contar documentales es el siguiente:

El Halcón Maltés (1941); Como ella sola (1942); A través del Pacífico (1942); El tesoro de sierra madre (1948); Cayo Largo (1948); Éramos desconocidos (1949); La jungla de asfalto (1950); La reina de África (1951); Medalla roja al valor (1951); Moulin Rouge (1952); La burla del diablo (1953); Moby Dick (1956); Sólo Dios lo sabe (1957); Las raíces del cielo (1958); El Bárbaro y la Geisha (1958); Los que no perdonan (1960); Vidas rebeldes (1961); Freud, pasión secreta (1962); El último de la lista (1962); La noche de la iguana (1964); Reflejos en un ojo dorado (1966); La Biblia. En su principio (1966); Casino Royale (1967) [Kenneth Hughes, Val Guest, Robert Parrish, Joseph McGrath, Richard Talmadge]; Paseo por el amor y la muerte (1969); La horca puede esperar (1969); La carta del Kremlin (1970); Fat City, ciudad dorada (1972); El juez de la horca (1972); El hombre de Mackintosh (1973); El hombre que pudo reinar (1975); Sangre sabia (El profeta del diablo) (1979); Phobia (1980); Evasión o victoria (1981); Annie (1982); Bajo el volcán (1984); El honor de los Prizzi (1985); y Bublineses (1989).

§ 2.043. Paseo por el amor y la muerte (John Huston, 1969)

Fábula de amor medieval. Una de las pocas películas de Huston que me quedan por ver.

Rareza para mi en su filmografía, más acostumbrado a otro tipo de cintas. Es el debut de su hija: Anjelica Huston como protagonista (había hecho dos cosas antes no en un rol tan principal). Es jovencísima de verdad, 18 años, pues nació en 1951. Luego vendría una carrera maravillosa, con grande papeles y una notable influencia en el 'mundillo'. Abuelo, padre e hija tienen Oscar. Todavía me acuerdo de la biografía de John Huston que estaba leyendo cuando nació Rodrigo, por estos días hace trece años lo estaba leyendo.

El actor es Assi Dayan, para mi totalmente desconocido, con pocas películas (20). Es israelí y también ha dirigido algunas películas (3).

Un viaje de un chico desde París hacia el Mar (se supone que del norte), por el que pasa por las tierras de un noble con una hija de la que se enamora. Después de la matanza en el castillo del señor que le había dado comida y cobijo la noche anterior (el padre de la damisela) todo se complica. La muchacha está viva, al otro lado del valle: empieza la aventura.

No me ha gustado. Tampoco la he seguido con demasiada atención. Hay un tipo de películas que veo por verlas, por terminar un director, o finalizar una saga, etc. De Huston me quedaban dos por ver: esta y la de Sangre Sabia. Esta semana las acabo.

Estoy en casa, recluido, no tanto por el virus, que también, sino, sobre todo, por la convalecencia de la segunda operación de desprendimiento de retina. Intento no preocuparme demasiado, pero, la verdad, es una situación un poco preocupante. No me siento bien sin ver por el ojo, aunque me dijo el médico, por activa y por pasiva, que podía ver una película...

miércoles, 21 de octubre de 2020

§ 2.042. Barco a la deriva (John Ford, 1935)

 

Una costumbrista de Ford, con un actor que, al parecer era un fetiche del director: Will Rogers, con el que ya rodó otras dos películas y que murió rodando esta, cuando estaba ya prácticamente rodada. 

Ford no estaba muy contento con el trabajo de producción de la película. Según el libro de sus películas que leo para cada cinta que veo al parecer el productor corto partes de las escenas cómicas que había rodado que eran las que daban entidad y plasticidad a la trama, al desarrollo. 

No son estas películas costumbristas las que más me gustan de Ford. Las veo porque pretendo tener una cierta cultura cinematográfica, y porque forman el gusto la apreciación propia. No suelo sorprenderme, en el sentido de que no me conmueven, pero me he llevado alguna sorpresa: La patrulla perdida, Prisioneros del odio o el Joven Lincoln, que me pareciendo muy interesantes, más allá de otras de la época que, al menos para mi, son obras de arte magníficas: El delator, Corazones indomables o Huracán sobre la isla...

Luego vendría toda la concatenación de obras maestras desde La diligencia hasta... 7 mujeres.

§ 2.041. Un hospital en las nubes (Lew Landers, 1937)

 

Interpretada por John Beal y Joan Fontaine es una historia clásica, un melodrama. Cirujano que le gusta volar y que tiene un accidente volando. Conoce a una enfermera que le ayuda a superar sus miedos y a volar de nuevo, encontrándose a sí mismo.

Típica historia cinematográfica, hombre sometido a una culpa que se redime enfrentándose a ella.

Landers es, como se dice en Wikipedia, un director muy prolífico, típico hombre de estudio, de sueldo fijo por trabajar haciendo películas, sean estas dos o diez. En Filmaffinity dice que rodó 111, desde 1934 a 1963, treinta años de películas.

John Beal, para mi un auténtico desconocido, también rodó numerosas películas. Joan Fontaine, uno de los últimos mitos del cine, en una de sus primeras películas, la primera de protagonista.

§ 3.405. Tristeza de amor (Eduardo Mallorquí, 1986)

  Recuerdo algunas noches cuando se emitía la serie y me quedaba a ver algún capítulo. La música es preciosa, la canción en realidad.  Vista...