domingo, 22 de septiembre de 2019

§ 1.699. El jardinero fiel (Fernando Meirelles, 2005)


Un intento de cine más comercial de Meirelles después de la película que le encumbró (que no he visto todavía). Algo no funciona bien. Y me parece que es su protagonista, Ralph Fiennes. Hay algo de delicadeza enfermiza en su papel, que no pega bien ni con su propósito ni con el carácter del diplomático que representa. Es demasiado fino, pequeño, no es empacoso, no es varonil, no es potente. Su rol viene bien para otros papeles. Pensaba que a lo largo de la película se iba a endurecer, formándose una composición de lugar completa de la corrupción, pero no lo consigue. Se compota de la misma manera desde el principio, y eso lastra su papel.
Hay algo de inverosímil en la historia. Pensar que la embajada británica en Kenia no va a tener ningún recurso para trasladar a un diplomático de segunda línea y alejarlo de la búsqueda que persigue de información es poco probable. Liam Neeson quizá hubiera impactado mucho en la primera parte, pero a lo mejor se hubiera hundido en la segunda, donde la sutilidad se hace menor evidente.
Rachel Weisz consiguió el Oscar por esta cinta, pero más allá de una estupenda sonrisa y la frescura de una cara muy dulce no creo que haya hecho una gran interpretación.
Meirelles seguramente pretendía probarse en una empresa grande, en una gran producción, alejándose de su ecosistema propio, películas casi artesanales, y fuera de circuitos comerciales, más cercano al cine independiente. Y aunque la películas seguramente funcionó en taquilla no creo que consiguiera su objetivo. Es un thriller eficaz, funciona en pantalla pero hay algo que lo aleja de convertirse en un canon, en una auténtica película redonda.
Es capaz de interesar, pero no conmueve, no impacta de manera irascible, para recordarla de por vida. Dicho lo cual hay que decir que es una buena película y tiene su aquel, sobre todo en la segunda parte.
El guión está basado en una novela de John Le Carré, que, al parecer, novela un hecho histórico cierto, la utilización de población nativa de Kenya para probar una vacuna contra la tuberculosos que no funcionaba del todo porque tenía fuertes contraindicaciones.

miércoles, 18 de septiembre de 2019

§ 1.698. Mark Felt. El informante (Peter Landesman, 2017)

Interesante y entretenida película. El segundo de a bordo cuando muerte Ed. Hoover se ve relegado en el ascenso a la dirección de la institución y decide vengarse. Intenta utilizar a la prensa para que haga un artículo y frente a la Casa Blanca en su pretensión de frenar la investigación.
Intenta hacer caer al Presidente, en pleno proceso de su reelección.
Es un tema muy manido, muy trabajado, muy filmado, pero pareceque siempre hay una perspectiva diferente, nueva, fresca, diversa... esta cinta parece de las de este tipo. Responde a la autobiografía de Mark Felt, el informante de los periodistas del 'The Washington Post' Bob Woodward y Carl Bernstein que desvelaron el escándalo.
Es intensa y tiene un metraje muy contenido. Para los que conozcan la historia las cosas que yo no entiende tienen sentido, pero para los que no somos expertos hay cosas que todavía quedan fuera de foco, no soy capaz de comprender.
Insiste en una idea: el chivatazo a la prensa tiene la justificación que merece por el comportamiento de la Casa Blanca, de la CIA y del Fiscal General claramente obstruccionista a la continuidad de la investigación. Recibieron una orden de cerrar la investigación... y... no le quedó más remedio que organizar un sistema de información paralelo con la prensa para empujar la investigación fuera de los cauces más ordinarios y normalizados. Su obsesión es seguir con la investigación, y por eso tiene que cebar la bomba de la información. Si la población se forma una opinión sobre el tema la necesidad de continuar con la investigación parece una necesidad y las opiniones en contra de continuar la investigación serán mal vistas. Recordar que el Presidente Nixon fue reelegido y posteriormente tuvo que dimitir.
La cinta no deja traslucir si los motivos profundos del chivatazo son por venganza o por ambición. Por velar por la pureza del sistema americano y la integridad del FBI o bien porque no lo ascendieron al Olimpo de del poder en la organización.
Realmente el caso fue tremendo y su repercusión fue brutal. Cuarenta y cinco años después sigue generando polémica.
El director sólo tiene tres películas. De las otras dos he visto Park Land, que es el nombre del hospital donde estuvo el Presidente Kennedy después de ser tiroteado, que me causó granja impresión, muy favorable.
Tensiona bien la trama, las escenas y consigue divertir y entretener. Tiene un pase. Pero no es un gran monumento fílmico.
Liam Neeson hace de Mark Felt, y Diane Lane de su esposa. Lo hace muy bien, sobrio y determinado. Firme y lo suficientemente opaco que parece frío, sin serlo realmente. 

martes, 17 de septiembre de 2019

§ 1.697. Trono de sangre (Akira Kurosawa, 1957)

Siempre digo algo parecido con Kurosawa: es una festividad visual. La película tiene 62 años y se puede ver con tal tranquilidad, con recursos escénicos de una belleza inusitada. No sabría si los caballos son demasiado grandes para los actores, no sé si los caballos japoneses son realmente tan enormes, parecen más caballos del oeste, tienen las crines muy cuidadas y tienen las manchas blancas típicas de los de las cintas de el Oeste.
La lucha de poder entre facciones contrarias instigadas por una mujer, hierática y sagaz, ladina y perspicaz, que incita al marido a rebelarse contra su señor y adquirir el mando, detentarlo, hacerlo suyo.
La profecía de una buhonera en el bosque construye toda la historia, que narra, más que otra trama, la despiadada que puede ser la traición.
Muy interesante es la visualización del castillo como centro de poder político y económico, de mando y ejercicio de la política. Puro Shakespeare...!!!
La mujer hierática como pocas veces se ve a un acor, blanca con ese maquillaje japonés tan característico y peculiar.  Es la imagen de la muerte cuando les da a los soldados que guardan al señor el vino con veneno. Gran teatralidad en todos sus movimientos, con una ausencia total de viveza gestual. Visionaria de la muerte del señor anterior de castillo su incitación al homicidio del actual no es sino la proyección natural de su propia ambición, espoleada por el vaticinio de la mujer mayor en el bosque. El único momento en que se mueve con soltura, con gracia, con garbo, incluso rápidamente es cuando ya se ha producido el asesinado y esconde la lanza que sirvió como arma del crimen en los brazos de un soldado envenenado. Corre y se mueve cuando su marido es incapaz todavía de comprender qué ha pasado.
La lucha abierta y armada entre bandas se hace inevitable.
Otro punto muy interesante es la sucesión como cuestión vital, como "el" asunto capital en la perpetuación del poder. que en este caso es capaz de alterar las previsiones de la vieja, pues la mujer no acepta que se cumplan en los términos previstos, pues le dice al marido que está embarazada, para que no anuncie que el hijo de su amigo le va a suceder en el trono. El padre de éste le dice: "eres afortunado, vas a heredar un trono sin haber derramado una gota de sangre". Obviamente, no va a ser verdad.
Pero su amigo e hijo no comparecen en la reunión. El padre es asesinado, pero el hijo consigue huir, aunque es herido en la emboscada... ya no puede cumplir lo afirmado por el padre.
Toshiró Mifune con su expresividad tan singular, es, en realidad, el único actor que conozco. Los demás no me suenan de nada, como es natural.

lunes, 16 de septiembre de 2019

§ 1.696. Víctima (Basil Dearden, 1961)

Cine británico, lo mires por donde lo mires. El color de las piedras, la textura del celuloide, la sobriedad de la puesta en escena, la ausencia de tramas secundarias, la luz y la sombra.
Un director tipo Joshep Losey, brillante, sobrio, de resultados magníficos, películas serias, estupendas. 
En esta al homosexualidad de un abogado brillante, perteneciente a las esferas del poder, casado, en los círculos del poder... Pero que ha tenido algunos escarceos homosexuales con jovencitos. 
Uno de ellos era, al parecer, era chantajeado. Pero no se dice por quién o por qué. Un ciego y su acompañante parecer ser los instigadores del asunto. Toda una trama de situaciones parecidas se reproducen con diferentes personajes a lo largo del tiempo. El abogado quiere actuar, a pesar de que ello pueda echar por tierra su carrera. La policía da palos de ciego, sabe que algo ocurre, que existen conexiones entre todos los asuntos, pero nadie denuncia, nadie dice nada, la policía no puede actuar. El abogado va endureciendo el carácter, cada vez más amargado, más aislado de sí mismo y de su mujer, que obviamente sospecha  de él, porque conoce su pasado.
Ese chico chantajeado se ahorca cuando la policía le persigue, sin tampoco explicar por qué, qué ha hecho.
El resultado tiene que ser tétrico, no cabe la menor duda, pero no huye de ello, quiere sentir lo que hace, no esconderse, echarse su pasado encima.
Era una época en la que la homosexualidad era todavía un delito, y en varios pasajes se comenta la ley que se acababa de aprobar que despenalizaba parte de los delitos relacionados con el asunto. En 1967 se cambiaron esta reglas, y, al parecer, está película ayudó mucho.
El actor es el impresionante: Dirk Bogarde, acorazo espléndido, sobrio y contenido donde los haya pero de una firmeza interpretativa realmente espléndida. De vida complicada y aspecto muy varonil, muy marcadamente varonil a pesar de su homosexualidad latente: vivió con su representante durante años, y nunca se casó.

domingo, 15 de septiembre de 2019

§ 1.695. Siempre hay un mañana (Douglas Sirk, 1955)


Sirk tiene un sello característico, propio, muy suyo. Los problemas emocionales de la clase media americana retratados con inteligencia y mesura.
Con una Bárbara Stanwyck espléndida y un Fred Mac Murray como prototipo del hombre corriente.
Una mujer irrumpe en la vida de un hombre normal, antigua amiga que hace veinte años que no ve. Y se replantea su vida. La familia aburre, la sociedad le empuja a tener una vida estandarizada y sufre una marabunta de emociones con esta visita. Se abre una puerta que siempre pensó que estaba cerrada, que no era para él. Y rejuvenece. Y vuelve a sentir. ¿Eres feliz le pregunta ella?. Sí, soy feliz dice muy convencido.
La mujer había trabajado para él anteriormente, pero abandonó en el empleo, se fue a Nueva York se casó y se divorció... No se explica por qué se fue, pero todo parece indicar que había tenido un romance en el pasado.
Excelente película, excelente director, gran cine en estado puro. Me encanta.

§ 1.694. Casino (Martin Scorsese, 1995)


Muy buena.

sábado, 14 de septiembre de 2019

§ 1.693. Yo soy la justicia (Michael Winner, 1981)

Es infame. Y el director lo sabe. No sé cómo se puede ver, pero se ve... Es lo que tiene. Hay una especie de saga sobre este tema, con cinco o seis películas idénticas, de diferentes directores además.
No tiene nada, más allá del ánimo de venganza del protagonista. Pero mira, qué quieres que te diga querido Blog, hay que ver de todo.
Los 'artistas' son: Charles Bronson, y Jill Ireland, aunque me ha sorprendido mucho la presencia de Laurence Fishburne, en la que es su 5ª película de 84 rodadas, después de Apocalypse Now (1979) -su segunda- que es, dicho sea de paso, una auténtica obra maestra.
Una película muy mediocre.

§ 3.405. Tristeza de amor (Eduardo Mallorquí, 1986)

  Recuerdo algunas noches cuando se emitía la serie y me quedaba a ver algún capítulo. La música es preciosa, la canción en realidad.  Vista...