lunes, 16 de septiembre de 2019

§ 1.696. Víctima (Basil Dearden, 1961)

Cine británico, lo mires por donde lo mires. El color de las piedras, la textura del celuloide, la sobriedad de la puesta en escena, la ausencia de tramas secundarias, la luz y la sombra.
Un director tipo Joshep Losey, brillante, sobrio, de resultados magníficos, películas serias, estupendas. 
En esta al homosexualidad de un abogado brillante, perteneciente a las esferas del poder, casado, en los círculos del poder... Pero que ha tenido algunos escarceos homosexuales con jovencitos. 
Uno de ellos era, al parecer, era chantajeado. Pero no se dice por quién o por qué. Un ciego y su acompañante parecer ser los instigadores del asunto. Toda una trama de situaciones parecidas se reproducen con diferentes personajes a lo largo del tiempo. El abogado quiere actuar, a pesar de que ello pueda echar por tierra su carrera. La policía da palos de ciego, sabe que algo ocurre, que existen conexiones entre todos los asuntos, pero nadie denuncia, nadie dice nada, la policía no puede actuar. El abogado va endureciendo el carácter, cada vez más amargado, más aislado de sí mismo y de su mujer, que obviamente sospecha  de él, porque conoce su pasado.
Ese chico chantajeado se ahorca cuando la policía le persigue, sin tampoco explicar por qué, qué ha hecho.
El resultado tiene que ser tétrico, no cabe la menor duda, pero no huye de ello, quiere sentir lo que hace, no esconderse, echarse su pasado encima.
Era una época en la que la homosexualidad era todavía un delito, y en varios pasajes se comenta la ley que se acababa de aprobar que despenalizaba parte de los delitos relacionados con el asunto. En 1967 se cambiaron esta reglas, y, al parecer, está película ayudó mucho.
El actor es el impresionante: Dirk Bogarde, acorazo espléndido, sobrio y contenido donde los haya pero de una firmeza interpretativa realmente espléndida. De vida complicada y aspecto muy varonil, muy marcadamente varonil a pesar de su homosexualidad latente: vivió con su representante durante años, y nunca se casó.

domingo, 15 de septiembre de 2019

§ 1.695. Siempre hay un mañana (Douglas Sirk, 1955)


Sirk tiene un sello característico, propio, muy suyo. Los problemas emocionales de la clase media americana retratados con inteligencia y mesura.
Con una Bárbara Stanwyck espléndida y un Fred Mac Murray como prototipo del hombre corriente.
Una mujer irrumpe en la vida de un hombre normal, antigua amiga que hace veinte años que no ve. Y se replantea su vida. La familia aburre, la sociedad le empuja a tener una vida estandarizada y sufre una marabunta de emociones con esta visita. Se abre una puerta que siempre pensó que estaba cerrada, que no era para él. Y rejuvenece. Y vuelve a sentir. ¿Eres feliz le pregunta ella?. Sí, soy feliz dice muy convencido.
La mujer había trabajado para él anteriormente, pero abandonó en el empleo, se fue a Nueva York se casó y se divorció... No se explica por qué se fue, pero todo parece indicar que había tenido un romance en el pasado.
Excelente película, excelente director, gran cine en estado puro. Me encanta.

§ 1.694. Casino (Martin Scorsese, 1995)


Muy buena.

sábado, 14 de septiembre de 2019

§ 1.693. Yo soy la justicia (Michael Winner, 1981)

Es infame. Y el director lo sabe. No sé cómo se puede ver, pero se ve... Es lo que tiene. Hay una especie de saga sobre este tema, con cinco o seis películas idénticas, de diferentes directores además.
No tiene nada, más allá del ánimo de venganza del protagonista. Pero mira, qué quieres que te diga querido Blog, hay que ver de todo.
Los 'artistas' son: Charles Bronson, y Jill Ireland, aunque me ha sorprendido mucho la presencia de Laurence Fishburne, en la que es su 5ª película de 84 rodadas, después de Apocalypse Now (1979) -su segunda- que es, dicho sea de paso, una auténtica obra maestra.
Una película muy mediocre.

jueves, 12 de septiembre de 2019

§ 1.692. La última batalla de los apaches (Hugo Fregonese, 1964)

Una película del lejano oeste hecha en la Alemania del Este, dirigida por un director argentino, con actores norteamericanos. Y está muy bien hecha, me ha gustado. Es lo que es, pero tiene su gracia.
Pretende ser un Wester epopéyico y aunque no lo consigue sí es cierto que deja buen sabor de boca. 
Guión interesante, tantas veces visto, pero de mucho desarrollo mezcla con cierta sabiduría a los indios, los vaqueros, los aventureros y los militares.
El propósito es romper un tratado de paz entre los indios y el gobierno. Los que los quieren impedir pretenden apropiarse de las tierras de los indios. Mata a una familia de granjeros blancos, menos a su hijo pequeño, es sólo el comienzo del embuste. Se enfrentan Apaches y Comanches, porque los malos blancos hacer creer a los militares que los Apaches están detrás de la matanza de los blancos... Nada de eso.
Un cierto juego de engaños, malos malísimos y blancos y poco pusilánimes, pero el conjunto es una buena película, quizá demasiado larga. Noventa minutos dan para mucho, y aquí sobrepasa la medida de lo razonable.
Hugo Fregonese es el director. No especialmente reconocido pero interesante, trabajó en el Hollywood dorado y tuvo a su cargo a grandes estrellas del momento, con alguna película en España y otras de vuelta a su argentina natal. 
Qué vamos a decir de Lex Barker, nuestro Tarzán más cercanos, por su matrimonio con Tita Cervera. Galán de Serie B y estrella en Alemania con películas del oeste en adaptaciones de Karl May, como esta. También intervino en dos cintas de un director para mi fundamental: Robert Siodmak.
Guy Madison no fue un actor muy prolífico, intervino en muchas películas, en alemania e italia sobre todo, con películas de aventuras de Serie B, aventuras y wester, sobre todo.
Pierre Brice entre 1962 y 1968 hizo 11 cintas en alemania sobre las aventuras del indio Winnetou, todas ellas adaptaciones de libros de Karl May.

miércoles, 11 de septiembre de 2019

§ 1.691. El renegado (Irving Pichel, 1941)

Interesante película, más de lo que parece, de aventuras en Canadá en la época de las aventuras hacia las tierras profundas para la caza de pieles. En un Canadá afrancesada la iniciativa y la picaresca de un hombre típicamente americano, hecho a sí mismo y con gran sentido del humor.
El director es un gran olvidado, no creo que sus películas se ven actualmente. Pero parece un director sólido, sus películas se dejan ver, entretienen un están bien rodadas, magníficamente ambientas y con guiones inteligentes. Fue ademas de director, actor y narrador. Llama la atención que interviniera como narrador en dos cintas de Ford: Qué verde era mi valle y La Legión Invencible. Represaliado por el Hollywood más desquiciado por el Senador Joseph McCarthy.
He visto Antes del amanecer (1933), y Peligros de juventud (1950), y ambas me gustaron, estaban bien rodadas y eran entretenidas.
Rodada en un blanco y negro muy bonito aunque algo antiguo, un poco vidrioso.
Los actores son, básicamente Paul Muni, no muy conocido para mi aunque al parecer ocupa un lugar importante en al historia del cine, y la irrepetible, la inefablemente guapa  Gene Tierney, en una de sus primeras apariciones, de las 39 películas que rodó.

martes, 10 de septiembre de 2019

§ 1.690. La última caza (Richard Brooks, 1956)

Interesante película de un director muy solido, con grandes cintas, algunas de ellas míticas del cine, sobre todo desde el lado romántico.
Con este Wester, con Muerde la bala y, sobre todo, con Los Profesionales tiene tres obras muy interesantes. 
Robert Taylor hace un papel más difícil que Stewart Granger, mucho más plano en toda su carrera, con menos aristas, menos poliedrico, menos carácter. Aquí hace de hombre torturado que mata búfalos por placer, por el placer de matar, no por el dinero ni la gloria, nada de eso, el sentimiento primario de matar por matar, de ser capaz de tener en sus manos en control sobre la vida y la muerte de los animales. La explicación de su proceder no es explícita, tienes que imaginártela.
El tema es interesante, esta bien desarrollado y hasta cierto punto es conmovedor, pero no eleva la historia al nivel superior de otras del oeste. El afianzamiento de la propia vida dando muerte es, como en algún momento se dice, una forma de saborear la vida, de saberse vivo y fuerte.
Los demás secundarios son Lloyd Nolan como el desolador de búfalos, muy reconocido en Un Sombrero lleno de lluvia,  y la muy guapa Debra Paget, que, la verdad, de india no pega ni con cola, recordada por Los 10 mandamientos, y, sobre todo, por El Tigre de Esnapur y La Tumba india, las dos de Fritz Lang.

§ 3.405. Tristeza de amor (Eduardo Mallorquí, 1986)

  Recuerdo algunas noches cuando se emitía la serie y me quedaba a ver algún capítulo. La música es preciosa, la canción en realidad.  Vista...