sábado, 9 de febrero de 2019

§ 1.550. Almas en la hoguera (Henry King, 1949)

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Me ha gustado mucho. Es la segunda vez que la veo. La primera vez que vi una película de este director fue una gran cinta de infausto recuerdo: La Colina del Adiós, con una chica muy guapa Jennifer Jones, y Willian Holden, tan impresionante como siempre. La verdad es que le puse un 5, poca nota porque soy siempre muy generoso, pero no la vi entera, o la vi a trozos a ratos... no pude verla seguida. Una noticia, una de las que más me han impactado en los últimos años, interrumpir mi visionado... 
Ésta es una gran película de guerra, con pocas escena bélicas, siempre documentales, pero muy centrada en la fatiga del combate, en la ilusión por mandar y liderar un grupo y en lo necesario que es el mando para casi cualquier cosa.
En su segunda vez se aprecia más la organización de la escena y decae la intensidad emocional. Pero me parece -me sigue pareciendo- una película imprescindible en el genero bélico. La motivación, la intensidad, y la prestancia están por encima de la capacidad, la preparación y la idoneidad. Solo relativamente, porque, en realidad, la lucha es una mezcla de ambas cosas, ninguna prioritaria, las dos imprescindibles.
Gregory Peck está espléndido. Un actor con una carrera muy sólida, con todos los registros: comedia de situación (Vacaciones en Roma) drama, más o menos épico (Los niños del Brasil, o Matar a un Ruiseñor), y bélica (esta y su debut con Tournier: Días de Gloria). Un grande, sin lugar a dudas.

§ 1.549. Combate en el cielo (Xiao Feng, 2018)


No, no, no, eso no, no, no... No entiendo algunas películas. Esta en concreto me ha parecido muy mala. Una mezcla entre dibujos animados y ordenador pixelado. Actuaciones estereotipadas, personajes absolutamente previsibles y muy pobretonas. Me he acordado mucho de Almas en la hoguera (1949), de Henry King, que la veo a continuación y es infinitamente mejor, una película preciosa.

jueves, 7 de febrero de 2019

§ 1.548. El Código Da Vinci (Ron Howard, 2006)

La novela era malísima, de esas que no puedes terminar por lo bodrio que es. Pero la película es entretenida, se deja ver con su intensidad desbocada y sus cambios de ritmo cada vez más acelerados. No es el tipo de película que me guste, porque, la verdad, me agotan y no dejan nada de nada, como es el caso. Qué además dure dos horas y media es un atraco, es demasiado. Llega un momento en que la cinta decae, no sólo porque se hace muy larga, sino porque cada vez la trama es más absurda, más rocosa, menos verosímil y muy alocada. Con demasiados juegos florales, muchos cambios de perspectiva en personales que no están diseñados, que no participan más que de manera vicaria sin aportar mucho al resultado final: el rico, el sirviente que en realidad es un gran maestre, el compañero del comisario... 
Cuando todo es trama la película se juzga por eso, y esta no es de las mejores.
No es que sea tan mala como el libro, ni mucho menos; simplemente no da con la tecla, o no da con la tecla que a mi me gustaría que tocase. La sucesión de las pistas simbológicas se hace de manera tan rápida que no deja que se aprecien, la profundización en las pistas, el desarrollo de las mismas, su explicación más profunda, su organización en imágenes y diálogos. Tienes que verlas varias veces para entenderlas, y, la verdad, tampoco la película tiene dos visionados. Es normalita tirando de mediocre a razonable, un 5 es más que suficiente.

miércoles, 6 de febrero de 2019

§ 1.547. Macabro (William Castle, 1958)


Cine de terror con estilo, con algo de clase, con desarrollo. No se trata del gore habitual y tan prolífico, es algo más sutil, más fino, distinto.
El guión es un poco confuso, con elipsis que dificultan el mensaje, de adelante a atrás para explicar cosas que necesitas saber cuando vuelves al tiempo presente... Difícil.  La angustia que atormenta al doctor por su sentimiento de culpa se mezcla con el propio destino que parecía elegir para él el futuro.
Bien rodada, con ritmo intrépido, con angustia por averiguar qué pasa y cuál es el resultado, pero el resultado no es brillante. Se deja ver y tienes una cierta idea de lo que va a ocurrir, pero no araña la mente, no te provoca especial desasosiego o temor. Un cine de miedo B.
El director es un maestro en este tipo de películas, pero me gustan más las de Mark Robson, director que también empezó en el terror de la serie B pero que evolucionó mejor que Castle: El barco fantasma (1943), La séptima víctima (1943), La isla de los muertos (1945), y Bedlam, hospital psiquiátrico (1946), y sus dos mejores cintas: El albergue de la sexta felicidad (1958), y, sobre todo, El premio (1963), auténtica obra notable del cine.

martes, 5 de febrero de 2019

§ 1.546. Agente doble (James Marsh, 2012)


Me ha parecido más interesante de lo que prometía. Ritmo pausado, poca acción pero con una pretensión de profundidad que no se consigue dar... Es una temática hostil para mi, no me agrandan demasiado esas películas de tensión que lleva a lo personal. Es inverosímil, se mira como se mire, que un policía británico se enamore de una confidente del grupo terrorista IRA, y al revés. No tiene sentido alguno. Quizá era difícil plantearlo de otra manera, pero la historia no cuaja.
El interés que se pretende sobre las tensiones personales y sociales que produce el abandono de la violencia no cuajan, sobre todo por la tensión emocional que sufre la protagonista para sobrevivir a la persecución que experimente desde los suyos. Es un poco el mundo al revés, siente más pánico por los compatriotas (irlandeses) que por los enemigos (británicos).
Me ha gustado el ritmo tranquilo y sereno de la exposición, sin alambiques, sin pretensiones, sin estridencias. Seguramente es una historia medianamente verosímil, pero no me ha gustado mucho.
Director desconocido para mi, que me ha agradado.

§ 1.545. Solaris (Andrei Tarkovsky, 1972)


Es la primera película suya que veo, dicen que es la peor de todas. Veremos si las demás me sorprenden tanto, supongo que sí. Me recuerda a Hesse, y su Lobo estepario. "No para cualquiera" era la entradilla para su segundo parte. Pues algo parecido. Tienes que haber visto mucho cine para apreciarlo y que te guste. Y aun así hay momentos en que la reflexión permanente te obliga a un descanso.
Tiene un gran magnetismo, una fuerza visual muy acusada, y un singular lentitud que tienes que apreciarla, porque si no es así corres el riesgo de minusvalorarla. En general me parece que ni es un "ángel con alas negras, ni un profeta del vicio" (Sabina dixit). No es una mala película, ni muchísimo menos peor no me parece que sea una obra de arte. Es difícil de ver, un poco como Faulkner que para leerlo tienes que esta muy concentrado, y por eso gusta. Tendrá fieles a cascaporros, y aunque seguramente haya influido mucho en otros directores, no me parece que pueda elevarse al cielo de las películas geniales. Ya digo que, por lo que he leído, no es su mejor película, y que habrá que insistir en las suyas profundas de verdad, que espero ver pronto.
El yo profundo que subyace se fundamenta sobre la posibilidad de que los recuerdos propios e íntimos de cada uno sean tan nítidos que puedan volver a vivirse, a sentirse (idea que copia claramente Contact, de Zemekis). Pero la idealización de lo que fue nunca puede proyectarse otra vez. El mundo y la vida son precisamente así por esa imposibilidad de repetir lo vivido en los mismos términos. Porque, además, si posibilidad fuese posible tendrían que vivirse de nuevo tanto los buenos como los malos, impidiendo la evolución emocional, que es lo que caracteriza al ser humano, frente al de neutrinos, que es la composición de estos 'visitantes'.
La culpa por la muerte de su mujer es lo que alimenta su miedo, su angustia, es lo que hace que reviva su recuerdo en la visión que tiene de su mujer.  Lo que no se comprende bien es el intento, casi desesperado, de ella por comprender qué le ha ocurrido, de dónde bien y quién es.
Quién es verdad y quién es no real no es una cuestión que se aprecie solamente por los sentidos. Es algo más que proviene de sitios distintos. Por eso no es arriesgado pensar que también puede ser un antecedente de los replicantes de Scott. película es demasiado larga, no creo que sea necesario para el resultado obtenido.

lunes, 4 de febrero de 2019

§ 1.544. La conversación (Francis Ford Coppola, 1974)


Interesante película de un director acostumbrado a dar saltos en el vacío... y a caer a veces de pie, otras no tanto. 
Me ha gustado mucho. Con un ritmo pausado, a veces poco edificante y otras con grandes dosis de carga onírica.
Impresionante Gene Hackman, que me parece que hace su mejor interpretación. Contenido, misterioso, algo oscuro, retraído pero responsable. Obsesivo y circular. La vida de un hombre cualquiera de mediana edad. Lleva todo el peso de la cinta, interviniendo prácticamente en todo el metraje, y manteniendo al espectador en una situación de espera permanente.
Hay algo que no cuenta el director y que sirve para que cada uno componga la parte de historia que falta. El pasado y sus remordimientos no sólo son por  lo que ocurrió en un caso de hace años, hay algo más, algo personal que rompió al técnico de sonido y le convirtió en lo que es: excelente profesional pero hombre infeliz.
Lo sorprende de la cinta es que no sabes si se trata de una obsesión propia del protagonista y si hay algo de verdad en lo que piensa que ocurre. Su obsesión no se corresponde con el resto de acciones que acontecen. Los pasajes oníricos complican mucho más el desarrollo de la historia. Cuesta comprenden para que están.
Película menor de Coppola, que, sin embargo, tiene gran predicamento, con todas justicia, a mi juicio. Rodada entre los dos padrinos I y II, tenía que ser considerada menor que las otras dos, a la fuerza.
Me parece una gran película, rodada con talento sobre un guión elaborado y con una trama muy bien trazada.

§ 3.390. Sacco y Vanzetti (Guiliano Montaldo, 1971)

  Una muy buena película, con una crítica dura al sistema político americano, su aversión a los sindicatos libres de trabajadores y a todo l...