jueves, 31 de enero de 2019

§ 1.543. Despertando a Zodiac (Jonathan Wright, 2017)


Sobre una historia conocida se construye otra bastante inverosímil, con unos personajes que no dan mucho de sí, y con un guión flojito de sustos fáciles y desarrollo previsible.
Muy inferior a la de David Fincher de 2007 que la recuerdo buena pero un poco larga y confusa en algunos momentos, como si hubiera sido cortada para disfrutar de un metraje más civilizado.
Ésta no es buena, porque en ningún momento se revela como plausible, parece una historia muy forzada, poco suave...
Unos aficionados a policías muy poco eficaces pero que, sin embargo, en algún momento de la cinta parece que son capaces de solucionar lo que la policía de medio USA no ha sido capaz después de años de investigaciones y recursos económicos a mansalva. En fin...
Los actores no entran bien en el papel, no perfeccionan bien sus matices, no consiguen hacer creíble su puesta en escena.
La fotografía es decente y la música acompaña sin entorpecer pero sin jugar ningún papel importante.

martes, 29 de enero de 2019

§ 1.542. A crime (Manuel Pradal, 2006)


Después de ver a Joan Crawford o a Bette Davis hacer de mala, cualquier otra chica haciendo de mala es una aprendiz... Esta chica directamente no es mala, es que hace mal de mala, que es cosa distinta.
La chica es Emmanuelle Beart, que aunque la he visto en alguna otra película no es muy conocida. Un prototipo de belleza francesa delicada y misteriosa. Norman Reedus es, sin más, un actor limitadísimo, intranquilo, inseguro y poco expresivo. Lo de Harvey Keitel en esta película no tiene el más mínimo sentido. Es, seguramente, el gancho comercial que justifica el presupuesto y la entrada en circuitos no comerciales de la cinta y el director. Pero qué quieren que les diga, me parece una interpretación estereotipada, como creíble y sumamente forzada.
El guión es poco creíble en una personal que no ha tenido antecedentes de locura. No se explica cuál es la razón de la obsesión por el vecino, ni por qué está dispuesta a hacer lo que hace, una auténtica aberración personal para alguien que pretende conquistar a un chico. Él, por su parte, puede no ser muy listo, pero es que hace de tonto. Y Keitel, pues, en fin, no puede ser que no dude por un momento por qué una chica monísima, guapa, joven se enrolla con un taxista alcoholizado, con problemas de adicciones, pobre, desequilibrado, viejo y con una casa que es una podredumbre.
Hay algo en la historia que no funciona, que chirría. Y, además, chirría desde el primer minuto, no funciona bien en ningún momento.
La música para ser de Ennio Morricone tampoco juega un papel protagonista, está sin molestar demasiado, sin destacar, como si pretendidamente se hubiera querido que fuese algo muy menor.
La película, en fin, es totalmente prescindible.

lunes, 28 de enero de 2019

§ 1.541. No confíes en nadie (Rowan Joffe, 2014)

He leído previamente las criticas de la película en Filmaffinity y, la verdad, no me parece tan horrorosa como las críticas más duras. No es una obra de arte, ni mucho menos, ni siquiera es excelente, pero se puede ver. Hay otras mucho peores del género. Está bien narrada, bien organizada, esconde bien lo que ocurre en el trasfondo y lo deja ver poco a poco.
Sólo juegas con el fondo de la trama, y la técnica narradora no es de lo mejor que se ve. Todo está orientado hacia este objetivo. 
Me gusta mucho Colin Firth, es capaz de exponer varios registros, comedias o dramas, por ejemplo, con cierta facilidad. Nicole Kidman... pues no sé. Lo hace y punto. No tensiona demasiado su personaje, ni lo dramatiza hasta el punto de lo necesario. Es muy fría, y las heridas de personaje que interpreta no parecen compatibles con es actitud.
Todo parecía previsible. Muy previsible no obstante, pero después, del giro típico de celos, amargura, resentimiento, brutalidad, maltrato, hay una realidad oculta muy desagradable.
Al final más que drama psicológico deriva en una película de terror. En donde, además, no se explica bien qué ocurre o por qué ocurre.
Que considere que no es tan mala como dicen no significa que me haya gustado. Hay otras películas que no me gustan y son obras de arte, en general y para la crítica. Esta ocurre un poco al contrario. No me ha gustado mucho pero no considero que sea tan mala como dicen, simplemente.

domingo, 27 de enero de 2019

§ 1.540. Rashomon (Akira Kurosawa, 1950)


Potencia visual tremenda. Más que el mensaje lo que me gusta de Kurosawa es la tremenda potencia visual. Entre por los ojos como una auténtica centella. Los planos se suceden para ir desgranando una problemática moral que no tiene una sola respuesta. Esos largos silencios, en donde sólo tiene cabida un actor, con expresiones teatrales más que actorales te tiene que gustar. Entiendo que haya personas que lo aborrecen, pero su potencia es innegable, y su forma de narrar también. Cuando empecé a ver cine no me gustaba demasiado, como tampoco me agradaba Bergman. Peo ya después de unos cuantos cientos de películas, calculo que habré visto unas 3000 cintas he de confesar que Kurosawa es de lo que más me gusta.
No creo que sea incompatible que te guste este cine y algo más comercial. Si tuviera que quedarme con cinco directores solamente, serían Ford, Wyler, Wilder, Lang y Preminger. Si fueran diez incluiría a Kurosawa, Bergman, Hit, Anthony Mann y Hathaway (este último como algo muy personal). Es el más flojo de los diez, pero siempre me ha gustado, y sus películas el oeste son maravillosas.
La lluvia torrencial del principio, y cuando va cambiando de planos, es una característica de su cine. No conozco ninguna película de él que no llueva. Tiene algo de purificador, de limpieza del ambiente, que él lo utiliza para cambiar de secuencia, no sólo de plano, sino de historia.
La filosofía de la búsqueda de la verdad es un engaño más de la vida. No hay una verdad, hay tantas como personas que presencien un hecho.

§ 1.539. Centauros del desierto (John Ford, 1956)


Es mi película favorita. La de muchos supongo. La he visto muchas veces, con esta, si no recuerdo mal, son 12 veces. Hacía ya tres o cuatro años que no la veía.
Me parece perfecta. El tema, el ritmo, el guión, los personajes, la música, los paisajes. Es perfecta. Es perfecta por lo que dice, y por lo que calla. Los planos largos que se acercan, las expresiones de las caras de los personajes. Me ha gustado mucho, esta vez me he fijado en ello, el personajes del predicador, interpretado por Ward Bond, y el chico que le acompaña, Jeffrey Hunter también está entonado. Siempre creí que era el punto más débil de la cinta, pero no. Está muy bien. El que me sigue llamando la atención es Cicatriz, no sé por qué no buscaron un auténtico indico para hacer de él. Se me hace raro, es un indio muy occidental, digamos.
Es, sin lugar a dudas, una obra de arte. De esas que siempre están en la lista de las mejores de todos los tiempos.

jueves, 24 de enero de 2019

§ 1.538. Solo el valiente (Gordon Douglas, 1951)


Interesante Wester, mejor de lo que pensaba. Tengo a Douglas como un director prácticamente de Serie B, y creo que tiene buenas cosas, razonablemente buenas, que se dejan ver y que tiene recorrido, como esta cinta. 
Es una trama especialmente brillante, de mucha fuerza de por sí, que marca toda la cinta, algo previsible por otra parte.
Me ha gustado mucho Ward Bond, con su papel de siempre, pero muy bien hecho. Peck no está en sus mejores trabajos, pero aún así se encuentra convincente y realista. Algo flojo se muestra, no obstante. Quizá un actor de más carácter, mas rudo, tipo Wayne, por ejemplo. Peck es algo almibarado, suave por mucho que su fondo sea enérgico y autoritario.
La película funciona, es indudable, y aunque no es un excelente Wester me parece muy interesante. Sí es cierto que el punto de heroísmo está un poco saturado, excesivamente vehemente, pero la idea es buena. 
Algo muy similar hizo Robert Aldrich en Los doce del patíbulo, en otro contexto y en otra dimensión, mucho mejor película aquella que esta, pero la idea básica es la misma, o muy similar.
Un 7 sobre 10.

§ 1.537. Esquizofrenia (Pete Walker, 1976)

El término se llama "slasher" y se utiliza para identificar un subgénero del cine de terror. El que se relaciona con homocidas de mujeres, de terror obsesivo sin razón, de angustia provocada por un psicópata que amenaza o aterroriza de manera obsesiva a una víctima muy concreta, generalmente mujer, casi siempre joven, o incluso adolescente, por los motivos más diversos, pero siempre relacionados con el sexo, el suyo, el de la chica, el del marido o pareja, etc.
La venganza por algo que ha sucedido o padecido es lo que caracteriza a la motivación del autor, generalmente capacitado e inteligente, frente a la emotividad, usualmente un tanto neurótica, de la protagonista femenina.
Supongo que para los avanzado en este género, a los que disfrutan de las películas de miedo estas películas tienen su gracia. Intento ver de todo, y en eso se incluyen estas cintas, pero, la verdad, no es mi género. No me provocan miedo, ni siquiera tensión, sí rechazo y hartazgo... con esta estaba desando que terminase la película, la verdad.
No digo que sea mala, que no lo será, pero no me ha parecido ni siquiera noticiable.
En este género, al parecer, se encuentran: Psicosis (del maestro Hitchcock),  El fotógrafo del pánico, (de Michael Powell [el sólo, sin Presburger]) Vestida para matar (de Brian de Palma), y Homicidio (esta última menos conocida: de William Castle, que me pareció muy buena). Pero compararla con esta, pues qué quiere que les diga: no...!!!. Sin más explicaciones. No hay más que visionarias para comprender que esta, no siendo mal, no es ninguna de aquellas.
La trama está muy bien hilada, y la tensión va en escalada hasta el climax final, en este caso magnífico, que hace que comprendas algunas contradicciones -provocadas por el director- en el desarrollo de la película. La música psicodélica es otra cosa a destacar, muy propia de los años en que se rodó.
La actriz es Lynne Frederick, muy conocida por ser la última mujer de Peter Sellers, un grande de verdad. Hizo muy pocas películas, 13 en concreto, y cuando su marido falleció de un ataque al corazón rodando "El estrafalario prisionero de Zenda", con ella también en el rodaje y metidos ambos en un divorcio nada pacífico, se metió completamente, falleciendo muy joven después de otros dos maridos más.
La crónica que antecede a esta explica mejor los propósitos de la cinta y sus méritos, pero en general no me ha gustado, no me acaba de agradar ni la temática ni el resultado.

§ 3.390. Sacco y Vanzetti (Guiliano Montaldo, 1971)

  Una muy buena película, con una crítica dura al sistema político americano, su aversión a los sindicatos libres de trabajadores y a todo l...