miércoles, 17 de diciembre de 2014

SHEPARD, Richard. La sobra del cazador (2007)

Nueva visión de los horrores de la guerra de Bosnia a través esta vez de los ojos de un curtido periodista de guerra y su cámara que descubre, oh qué horror, que en la guerra de verdad se mata y se comente crímenes horrendos, incluso a su propia novia.
Se compromete personalmente a perseguir al Forro, el líder espiritual de toda esta paranoia, personaje inspirado, probablemente, en Marko Vladick, el general de alta graduación que ayudó a Radoman Karajic a purgar toda la zona de musulmanes. Descubre horrorizado que las autoridades locales, la ONU, la OTAN y la CIA pasan de perseguir al susodicho... y al final decide ir él a por él y... (sic) dejarlo en medio de una ciudad Bosnia... 
En fin, que la imaginación es estupenda, por lo que dicho final no es creíble. Todo lo demás sí, incluso que la propia ONU para mantenerse en el país dejase que el criminal estuviera suelto, sin no sólo no perseguirle, sino incluso abortando cualquier iniciativa individual en este terreno.
La película se deja ver, sin más. Pero es entretenida, aunque pretende a veces una ironía que no se entiende muy bien.

martes, 16 de diciembre de 2014

PREMINGER, Otto. El abanico de Lady Windermere (1949)

Película de factura impecable, perfectamente dirigida, con un ritmo, una sucesión de escenas, unos decorados, trajes y peinados, joyas y demás absolutamente delicados, propios, adecuados y sumamente agradables. Da gusto ver una comedia de enredo con esta suntuosidad, con esta clase, con esta sutileza, delicadeza y dominio de sí mismo.
No deja de ser una especie de Velvet (serie de moda hoy en España) pero con muchísima más clase. No tiene ese encanto de Laura, pero desde luego es maravillosa película. Me encanta Preminger, seguramente mi director favorito.

lunes, 15 de diciembre de 2014

WISE, Robert. El ladrón de cadáveres (1945)


   Bueno, pues lo esperado. Serie B sobredimensionada por la crítica y por el público. La película es de bajo presupuesto, rodada de manera sencilla, casi parece una obra de teatro, con pocos actores, muy poco presupuesto, explica mal algunas partes de la trama que sin su conocimiento no se entiende correctamente el resto de la película, tiene lagunas de guión más que importantes, seguramente fue mutilada para que entrase en las típicas sesiones dobles tan en boga aquellos años, y la dirección brilla por su ausencia, por no hablar de los actores, que lo más que hacen es sonrreir con la boca entreabierta y abrir mucho los ojos levantando artificialmente las cejas... pero aun así tiene algo que la hace cautivadora, cabeza de un género tan por sabido que ni se ve, tan conocido que ya has visto la película antes de haberla visto, que sabes qué va a ocurrir desde el primer minuto. Pero se deja ver, tiene un no sé qué que la hace agradable.

domingo, 14 de diciembre de 2014

REINL, Harald. U-47 Comandante Prien (1958)

Si te gusta el género bélico, y el subgénero de los submarinos esta es tu película. Las escenas del submarino por dentro son muy reales, muy gráficas, muy creíbles, probablemente rodadas en un submarino de verdad. 
Director para mi desconocido. La película es razonablemente buena. Bien rodada, diálogos acertados y un metraje moderado.

sábado, 13 de diciembre de 2014

CORE, Ericson. Invencible (2006)

Aunque está llena de tópicos y probablemente exagerados de la vida real es cierto que llega bastante, y es capaz de emocionar, seguramente porque sabes que es una historia real, con un personaje cierto y que la base de su historia es cierta.
El resto es de un sentimentalismo característico de una cinta planteada para niños o adolescentes.
Con todo se deja ver y pasas un rato muy agradable, también es cierto que ver este tipo de películas todos los días aburriría soberanamente. Pero a Rodrigo le encantó, se emocionó de verdad, y la entendió en toda su complejidad. Le gusta el cine y, sobre todo, le gusta estar conmigo.

viernes, 12 de diciembre de 2014

HUTTON, Brian G. Una hora en la noche (1973)

Buena película. Muy setentera, en la ropa, en la casa, en los vestidos, en los coches, en las patillas de ellos y en los peinados de ellas.
Taylor es una mujer ligeramente atormentada por el fallecimiento de su primer marido en un accidente de tráfico con una muchacha. Los dos murieron y ella tuvo que reconocer los cadáveres. Su segundo marido es un pudiente inversor de bolsa, tienen una gran casa, un gran jardín y enfrente de su vivienda hay una casa antigua abandonada. Ella cree ver un cadáver en una de las habitaciones de la casa en una noche de tormenta. Policía, histeria, siquiatras, alucinaciones...
Y la amiga que vive con ella y con su marido, que desde la escena primera sabes que es la amante de él, tiene una ligerísima tentación al pastilleo, a darle muuuuccchas pastillas, para dormir, para levantarse...
Todo parece encaminado a ingresarla en un psiquiátrico, aunque hay algo raro, algo que no cuadra, la relación entre los amantes no parece que se dediquen a internarla, sino que quieren ayudarla, no es que ellos provoquen sus visiones, o favorezcan su enloquecimiento, antes al contrario, está ayudando de manera sincera.
Al final todo cuadra. Ella sabe del affeire de ambos y decide asesinarlos en la casa de enfrente de la suya. Tiene la excusa perfecta, la policía la da por loca, y ella se va unos dos meses, más o menos, a internarse en un sanatorio en suiza, para descansar, recuperarse...
Sólo el vecino lo sabe, pero la tiene por mujer excepcional y no va a decir nada...

jueves, 11 de diciembre de 2014

WYLER, William. Brigada 21 (1951)

Magnífica obra de teatro, magnífica película. Los contrastes de la vida puestos al descubierto, la necesidad de dominar el carácter en las relaciones profesionales, sociales y personales, la virtud como sublimación de la personalidad y el engaño que ello supone, el pasado y la infancia como auténtica patria, el amor, el sexo y las parejas anteriores de tu pareja actual, los hijos y su importancia...
Dura película, mas de lo que parece, en la que se narra una horas en una comisaría de policía de Nueva York y, particularmente de un detective demasiado rígido que tomas las cosas por lo personal, al arrastrar un pasado familiar muy difícil, y en particular una infancia  traumática.
Al final muere, como no puede ser de otra manera, probablemente por atacar las situaciones de la vida, y también las profesionales, con un apriorismo inaudito, a rajatabla, sin ceder un ápice en sus planteamientos previos, sin ser dúctil ni capaz de ordenar sus ideas de acuerdo a un sistema de vida adaptativo. En varias ocasiones de le comenta, por compañeros y su mujer, que no puede mantenerse tan rígido en el trabajo, frente al delito y sus protagonistas, que necesariamente la dulzura, la piedad, el arrepentimiento y la empatía forman parte de la vida, y también de su trabajo, aunque él se crea, irremisiblemente de forma equivocada, el último hombre recto en la tierra.
En realidad le pierde su carácter, su manera de ser, su forma de abordar los problemas, su personalidad tan granítica.
Excelente película de un magnífica director, con un Kirk Douglas en estado de gracia, y una Eleanor Parker guapísima que da muy bien la réplica.

§ 3.403. La seducción (Fernando Di Leo, 1973)

Un director al que le tengo por un maestro del cine europeo de acción. Una película de "Seducción" no parece el mejor escenario pa...