martes, 24 de junio de 2025

§ 3.906. Sombras en el paraíso (Aki Kaurismäki, 1986)

Mi primer Kaurismaki. Un director finlandés, muy de moda y con muchos seguidores. Esta es la primera de un trilogía, que se denominó o se conoce como del proletario. Un cine social, o con pretensiones sociales alejado de mis intereses y del cine que me gusta.
No es que me haya encantado, pero se deja ver, tiene interés, mucho interés y desde luego funciona. Mantienes el interés, no decepciona y se deja ver.
No es un cine crítica, ni exactamente un cine dogma, ni por supuesto es un realismo, aunque muestra la faz más desagradable de una país próspero como es Finlandia (doy por supuestos que se filme en su país). Quizá tampoco la más desagradable, simplemente la que retrata las clases menos prósperas, que no es exactamente lo mismo.
No tiene reparos en mostrar los aspectos más deprimentes de la sociedad. La soledad, las relaciones de pareja, el desagrado del empleo poco remunerado es mostrado con una gran crudeza, sin ahorrar la más mínimas mota o gota de suciedad, de hastío, de crudeza.
La música de piano que acompaña la cinta en todo momento es excelente.
Un cine distinto, para el que tienes que tener una cierta predisposición para verlo. No es sencillo.

lunes, 23 de junio de 2025

§ 3.905. Al volver a la vida (Byron Haskin, 1948)

Una de cine negro clásico de toda la vida. En el duelo interpretativo entre Burt Lancaster y Kirk Douglas no veo claro quién es más potente. Ambos están estupendos. Acompañados de una rompedora Lizabeth Scott y de una no menos bella Kristine Miller. 
Dos secundarios de los importantes, Wendell Coreyy y George Rigaud completan el plantel principal.
Rencillas, antiguos problemas no resueltos, socios que engañaron, y la siempre latente posibilidad de desarrollar un escenario de violencia física imparable.
Está bien, la tensión se palpa y la solución parece irremediable. Tiene hechuras de un gran clásico. Aunque no llega a las cotas de otros típicos del género.
Me ha gustado.

domingo, 22 de junio de 2025

§ 3.904. La muerte cumple condena (Joaquin Luís Romero Marchent, 1966)

 
Otro Western del montón, industrioso, rápido, sin pretensiones, pero con propósito. La copia no se ve del todo bien, y eso dificulta el seguimiento. Un amarillo pálido protagoniza todo el metraje, y, la verdad, es un poco incómodo de seguir. 
Ver a José Bódalo y a Jesús Puente en la primera escena de la película cabalgando a caballo por un desierto muertos de sed ambos auguraba mejor película de lo que finalmente ha sido. 
Un guión poco original, con unas gotas de humor sobre fondo del Oeste.
Venganza, terratenientes, pistoleros y una deuda pendiente entre ladrones. Buen material.
Bien desarrollada, con un guión inteligente, buenos diálogos y actores que dan la talla.
Me ha gustado. 

§ 3.903. La herida luminosa (Tulio Demicheli, 1956)

Versión original  de una cinta que tuvo su remake en una de Garci, con el mismo título, que me pareció interesante, sin ser de las mejores de él, pero que dejó una interpretación muy sentida de Guillén cuervo.
Ésta tiene guión del director con Julio Coll (que el año anterior había trabajado con De Córdova en la maravillosa Los peces rojos), uno de los mejores directores españoles de esa década y está dirigida por un  director de origen argentino, que rodó en México mucho, y vivió en Madrid, donde murió en 1992.
Un poco al estilo de las de Douglas Sirk, muy colorida, y brillante. Las luces del personaje del médico están pero tratadas aquí por Arturo de Córdova, que en la de Garci por Fernando Guillén. Ambos actores magníficos. El español más hecho, más impostado, más teatral; el mexicano más galán, más estilo Hollywood, con menos matices quizá, pero más rotundo, más pleno.
En esta película es el hijo quien va a tomar los votos, en la de Garci es una hija.
Pero la historia es similar, aunque hay algunas diferencias notables. Básicamente en que en la de Garci el doctor se enamora de una colega, y aquí de su sobrina.
La mujer es Amparo Rivelles (que lo hace realmente bien) la sobrina es Yolanda Varela, y también in la amante es Mercedes Monterrey.
Me ha gustado mucho. Tiene un aire clásico y un fatalismo dramático que enamora.
La predestinación de un amor infantil es un mito recurrente en la historia de la humanidad.
La escenografía es excelente, y el diseño de producción muy interesante. Aquí se plantea un escenario más dramático, más cruel, más rupturista. La imposibilidad del divorcio genera una tensión añadida. No es EE.UU., no se puede romper el matrimonio y tener una nueva vida. 
Y la amante está obsesionada con ocupar el papel de mujer a todos los efectos. La idea de un crimen aparece, se desarrolla y se proyecta.

§ 3.902. Entre el amor y el juego (Sam Raimi, 1999)

 
Tercera vez, quizá cuarta, que la veo. Siempre me ha gustado mucho.

§ 3.901. La trampa (M. Night Shyamalan, 2024)

El director pretende algo difícil, difícil de verdad, entroncar una persecución policial dentro de un estadio donde se está celebrando un concierto de una celebridad pop. El recinto lleno de niños, policías en las puertas, etc.
Ya he visto alguna similar en estadio de Futbol americano, creo recordar que de Gordon Douglas (aunque quizá mi recuerdo me traicione), y aunque era entretenida no la recuerdo como especialmente buena.
Es interesante, algo forzada en el guión, pero no quedaba otro remedio, como fácilmente pueden comprenderse.
Funciona a medias, pero es demasiado larga. Le cuesta concluir la historia. De 90 a 105 minutos sólo hay 15 minutos. Pero es la diferencia entre una cinta con ritmo, de una que pierde algo de sentido y razón por su duración. Pero esto es un parámetro mío, que quizá no se comparta. Las películas actuales son, a mi juicio, demasiado largas.
Un director que tuvo un éxito verdaderamente impresionante con El sexto sentido (1999) y nunca más ha vuelto a repetir un éxito de crítica y público tan formidable. Fue una verdadera conmoción. 

sábado, 21 de junio de 2025

§ 3.900. Tres días de noviembre (León Klimovsky, 1977)

 

El penúltimo Klimovsky, un gialo patrio en un sanatorio a cuyo mando se encuentra un sofisticado y salvaje doctor encargado de realizar experimentos de lo más peculiares. Lo singular es la expectativa que el espectador va a generar en averiguar qué le ocurre a los pacientes, cómo se curan de sus enfermedades y cuál es el secreto que esconde el dueño de la clínica, al que guardan el secreto el matrimonio de doctores que le acompañan.
Mónica Randal, Maribel Martín, Narciso Ibáñez Menta, Tony Isbert y un de secundarios de siempre del cine español.
Funciona, más o menos. Pero no es un gran título. Metraje corto, pretensiones escasas, todo trama y algo de lo que hablar al salir del cine. 
Película fácilmente olvidare, que la podría haber rodado Jesús Franco perfectamente, un Jesús Franco de finales de los sesenta y principios de los setenta.