miércoles, 2 de abril de 2025

§ 3.740. Las tres luces (Fritz Lang, 1921)

También conocida como "La muerta cansada", y como "Destino".
De una fuerza visual descomunal, desmesurada, majestuosa, moderna incluso.
En esta película sí veo yo ya las líneas directrices de la obra de Lang. Los personajes malvados, insanos, morbosos, con un pasado turbio y solitario. No es que hayan perdido la razón, es que funcionan con otro tipo de estructura mental, con otros razonamientos, tienen otros intereses y no se esconden en ocultarlo. No esconden que tienen otros intereses, aunque no dicen cuáles son éstos.
La muerte, tal y como está mostrada, el personaje de la muerte, ha tenido que influir necesariamente en El séptimo sello, de Bergman. No creo que también en La carrera fantasma, que es del mismo año, aunque vaya usted a saber. Desde luego, la idea de mostrar a la muerte viva, como un personaje más, es no sólo interesante, sino novedosa en estos albores del cine.  De negro, con sombrero, capa y bastón. Muy reconocible actualmente. Aunque supongo que en su momento debió causar hasta miedo y pánico. 
Hay un dominio perfecto en la unión del guión con las imágenes, como luego también lo habrá con el sonido. En las anteriores de Lang que he visto, los intertítulos parece que intentaban explicar cosas que no cuadraban con lo que estaban sucediendo en las imágenes. Ahora ya no. Ahora existe un acompañamiento entre imágenes e intertítulos.
Otra vez el protagonismo lo tiene una mujer aguerrida, dura y determinada en encontrar su propio destino.
No es que se pase "volando", pero no se ha hecho larga. Verla en pantalla grande, en su momento, tuvo que ser toda una experiencia. Planos inolvidables, sensaciones imperecederas. Es una película que recordaré con los años. Y que volveré a ver con seguridad. Si Dios me conserva los ojos, claro. Que espero que sí.
La idea de que la vida es una luz,  que se va consumiendo con el tiempo hasta que se apaga, con la muertes, es todo una alegoría de la propia vida. Un símil muy utilizado, que no creo que fuese la primera vez. Probablemente venga de la literatura antigua y seguramente se recuperó con el romanticismo
El gusto de Lang por los lugares exóticos ya se muestra muy a las claras en esas primera cintas. La primera luz es en el ramadán,  en un país de fe musulmana.
Me ha gustado mucho.

martes, 1 de abril de 2025

§ 3.739. Corazones en lucha (Fritz Lang, 1921)

Otra mujer aguerrida, independiente, dura. Seca y femenina. Sin concesiones. La mano de la guionista se nota. Thea von Harbou juega un papel capital en toda la obra de Lang, especialmente en la alemana de su inicios. Desde el comienzo hasta 1933. A partir de su huida a Alemania el matrimonio naufragó y no tuvo más recorrido, divorciándose cuando Lang emigró a los EE.UU. Por aquellos momentos era mucho más brillante y con más reconocimiento que el Director.
La historia está mucho más trabajada desde el guión. Aunque la historia es algo confusa. Probablemente por la pérdida de metraje. Es otra de esas cintas de Lang "encontradas" en Sao Paulo, restaurada y expuesta ya bien entrados los años ochenta del siglo pasado. Qué cosas. A lo mejor algún día se encuentran las dos primeras, que siguen perdidas. De Ford supongo que habrá perdidas muchas más, e incluso hay alguna perdida de Hitchcock. Las que me faltan de Anthony Mann o William Wyler no es que estén perdidas, es que no están editadas en DVD en Europa, que es distinto.
La historia no me conmueve, a diferencia de la anterior, que sí me pareció notíciable. Aquí se abunda en amaneramientos, planos estáticos, trama enrevesada con personajes muy parecidos.
Sin embargo el color es mucho más nítido. El proceso de restauración o bien ha sido más fructuoso, o sencillamente la copia encontrada estaba en mejor estado de conservación.


§ 3.738. La imagen errante (Fritz Lang, 1920)

 
También conocida como "La virgen de la nieve", en el original se titula: "Das wandernde Bild"
Un cine más guionizado, con actores con má carga de emocionalidad.
Ya no es una sucesión de imágenes hiladas, ahora se tiene un propósito, un desarrollo, una solvencia profunda entre lo que se quiere decir y lo que se ve.
Tiene interés, es agradable de ver y empieza a tomar forma el diseño de un lenguaje propio y característico.
Me ha gustado. No sólo tiene pulso, sino que confiere una forma propia a lo que narra. No sólo me parece interesante, sino instructivo.
La montaña como epítome de la lucha interior y la superación. Espacio en el que se desempeña la búsqueda de la perfección, el encontrarse a uno mismo. Además, en la simbología alemana represente el ascenso hacia otras metas personales más elevadas.
Me ha gustado, especialmente los dos primeros actos. El tercero, retrospectivo y explicativo de la huida, es más insulso, menos onírico y con mayor carga actoral. Por eso es más insulso.
Muy interesante el personaje femenino. Aguerrido y que toma decisiones por sí mismo.

§ 3.737. Las arañas, parte 2 (El barco de los brillantes) (Fritz Lang, 1920)

Muy en la línea de la anterior cinta. No se aprecia evolución ninguna. Ni en el tratamiento técnico, ni en el fílmico, ni en el emocional.
Idéntica dinámica: héroe que descubre cosas, que lucha contra organizaciones secretas que esconden misterios que revelados pueden cambiar la faz del mundo. Incluso tiene chica "villana", aunque no con los perfiles que luego, más tarde, le daría a esta el cine comercial de los sesenta y setenta, incluyendo la saga 007.
Se puede ver, pero sabiendo que estamos ante una curiosidad, una cinta de aprendizaje y experimentación. No sé cuál será la primera obra maestra del cine (mudo), Tres hombres malos de Ford de 1925, o quizá Metrópolis de 1927, o La Carreta Fantasma de 1921. Pero esta no es la primera. Sigue teniendo carencias expositivas, y no consigue interesar verdaderamente.

§ 3.736. Las arañas, parte 1 (El lago de oro) (Fritz Lang, 1919)

Es sorprendente. Verdaderamente sorprendente. Y explica muchas cosas de la vida y de la obra de Lang, especialmente de la obra. No creo que El tigre de Esnapur y la Tumba India puedan explicarse sin esta película, en sus dos partes, o estas dos películas, como se prefiera.
Es, en realidad, una película de aventuras. Un héroe, un antihéroe, un climax emocional, lugares exóticos, peligrosos y malvados perseguidores, objetivos idealizados, medios de transporte novedosos (globos, lanchas, etc.) y un pretendido ambiente de sofisticación que rodea un propósito dude resultado inciertos y pretendidamente irrealizable. 
Es algo menos amanerada que Harakiri, que no me gustó demasiado.
Aquí, aunque no lo parezca encuentran, sin embargo, todos los cánones del género de aventuras. Incluso la iconografía de héroes muy definidos, como Indiana Jones, por ejemplo, pueden verse anticipados en esta cinta: el sombrero, el chaleco, la cartuchera.
Se ve por curiosidad, por empatía con el Director, y por ese espíritu enciclopédico que me caracteriza, a veces difícil de conllevar.

§ 3.735. Harakiri (Fritz Lang, 1919)

Versión fílmica de Madame Butterfly, la famosa ópera de Giacomo Puccini. Tercera película de Lang, aunque las dos primeras no se conservan: El mestizo (1919) y Master of love (1919). 
De hecho ésta también se consideraba perdida y se descubrió, al parecer, en Holanda en 1987, procediéndose a la restauración.
Bueno... se ve porque es de él. No tiene el más mínimo interés (para mi). La historia no me llega, los personajes son amanerados, tiesos, estáticos. El color (supongo que la restauración de negativos tiene su límite) entre verdoso oscuro y negro brillante es verdaderamente horrible. La copia que visiono tiene los subtítulos en alemán. Y además la música es bastante tediosa, para dormir.
Insisto, la veo porque es de Lang. Quiero hacer un nomográfico y visionario todas sus películas por el orden en el que fueron ideadas. 
Ha leído que, en realidad, es la cuarta película de Lang. Bueno. Da más o menos igual si ésta la veo primero aunque se estrenase en diciembre, antes de otra del mismo año que se estrenó en verano. El propósito no cambia. Y excepto de Journey to the last City, que, en realidad, es simplemente un montaje con las dos cintas indias de Lang, pretende verlas todas por su orden.

§ 3.734. Iván el Terrible. Parte II (La conjura de los boyardos) (Sergei M. Eisenstein, 1958)

La locura del poder. El poder corrompe, al poder absoluto, corrompe absolutamente.
Aunque la estética del poder es tan majestuosa como en la primera parte, aquí predomina el negro, y no el blanco como en la primera parte. Incluso los clérigos, que tan importante papel han jugado siempre en la idiosincrasia del poder ruso, visten de negro.
La dramatización de las emociones conviene a una trama llena de traiciones familiares, homicidios de parientes, luchas intestinas por el poder civil, militar y religioso. Convierte la trama en una manera de desarrollar la historia. En una manera que ha creado escuela, una forma de dramatización  -exageración, amaneramiento, expresividad desusada- que se acerca mucho a la forma en la que se conduce el teatro.
Me ha gustado menos que la primera parte, quizá por mi tendencia natural a considerar la bondad como el bien supremo del hombre, quizá porque sea mejor cinta, quizá porque estoy un poco saturado de la historia.

§ 3.802. Dos mil dólares por coyote (León Klimovsky, 1966)

  Pues lo esperado. Oeste barato, fácil, sin pretensiones. Rodado a toda velocidad, (seguramente) con poco presupuesto, actores no muy conoc...