miércoles, 10 de enero de 2024

§ 3.257. Los vencidos (Edward Ludwing, 1953)

 

Convencional película de uno de esos directores que podríamos considerar de 'estudio'. Clase media que alimentaba las voraces ansias de cine de barrio las tardes de sábado en sesión doble. Bien narrada, sin alardes, cuanta una historia interesante, aunque con un planteamiento convencional.
Colorida, con un héroe diferente, pragmático y contenido. Se enfrenta al modelo más clásico, belicoso y fanfarrón. 
Puede leerse también como una peculiar forma de aceptar el fin de la guerra entre el norte y el sur. 
Actores de clase media: John Payne, Jan Sterling, Coleen Gray, Lyle Bettger y Willard Parker.

martes, 9 de enero de 2024

§ 3.256. Saludos (Brian De Palma, 1968)

 

Segunda película de De Palma y creo, sinceramente, que todavía no sabía dónde quería ir. Tiene la frescura de una cosa nueva, con cierto aire experimental, tanto en el funcionamiento de los actores como en el guión o en los encuadres o los planos.
Además en esta cinta en concreto hay una cierta confusión. Realmente no se sabe qué dice o qué quiere decir. No se sabe si estamos ante un cine experimental o si, por el contrario, pretende romper las costuras del cine ortodoxo desde la disidencia. Porque tengo a De Palma como un director absolutamente canónico, ortodoxo, incluso clásico.
Pero esto tiene ese punto transgresor que en su momento era frescura pero que cincuenta y cinco años después ha quedado totalmente enfrascado en un tiempo y lugar, en un momento. Ha envejecido fatal y no ha gustado especialmente.

§ 3.255. Tres camaradas (Frank Borzage, 1938)

Es sabor que imprime Borzage a sus películas es inigualable. Un aroma de cine clásico, intemporal, impreso en sentimientos auténticos, nada ficticios, verdaderos, sanos y puros. Una frágil capacidad que se busca por muchos pero que sólo unos cuantos son capaces de conseguir.
Cuatro actores en estado de gracia: Robert Taylor, Franchot Tone y Robert Young son los camaradas, y Margaret Sullavan es la chica que divide a los camaradas. 
La película es de una sensibilidad perfectamente calculada, no sobra ni falta nada sustancial para comprender qué ocurre, cómo, de qué manera, con qué intensidad y en qué grado. La armonía de Sullavan y su delicadeza insufla aire a la cinta, como en otras obras suyas majestuosas: Una cara angelical, Tormenta Mortal, y El bazar de las sorpresas como trilogía mágica que, junto con esta, forman probablemente sus mejores trabajos. Es una risa contagiosa, una cara magnética y un sentido de la movilidad corporal sumamente atrayente. No es erotismo, es algo más pleno, menos físico pero más mental. Más completo. 
Un dato a considerar es que el guión fue firmado por F. Scott Fitzgerald, sobre una novela de Erich Maria Remarque.
La música acompaña en los momentos estelares y no excesivamente intrusiva.
La cinta es extraordinaria. Una verdadera obra de arte. Una película a la altura de las mejores de su autor.


 

lunes, 8 de enero de 2024

§ 3.254. Los railes del crimen (Constantin Costa-Gavras, 1965)

Debut cinematográfico de un director muy comprometido, con obras muy interesantes y siempre con lecturas políticas y sociales.
Película singular, a camino entre el realismo y el puro thriller. Es una historia muchas veces contada, parece la filmación de una cuento o una historia de George Simeón o de Agatha Christie. Crimen, policía que lo estudia, periodistas y un gran morbo en determinar su fuer un crimen sexual o no. 
Un muy buen reparto: Yves Montand, Simone Signoret, Michel Piccoli, y Jean-Louis Trintignant.
No es una película tan política como otras del director. Está bien narrada, tiene pulso, pero no genera la tensión emocional de otras del género. Tiene un punto francés indudable, no sé por qué. Quizá la luz, la distancia, el color y la forma de encuadrar los planos. 
No puede decirse, a diferencias de otras, empezando por Z., siguiendo por Desparecido, y continuando por Amén,  Arcadia,  El capital, o  La caja de música.
La que más me impactó me causó fue Z. Y probablemente la mejor Desaparecido.

 

domingo, 7 de enero de 2024

§ 3.253. La leyenda de Bagger Vance (Robert Redford, 2000)

 
El tono de la cinta es espléndido. Entre cómico y dramático, realmente da con el tono absolutamente. 
Me parece una gran película, como casi todas las suyas como director. Tiene pocas, pero todas magníficas. 
No pensaba que el golf diera para una historia como esta.
Tiene planos estupendos, juegos con los planos, recuerdos visuales que se rememoran minutos después, y una historia de lo más bonita y enternecedora.
Tiene ese punto filosófico y meditativo que agrada al espectador, haciendo paralelismos entre el juego y la vida, entre el golf y las enseñanzas que son necesarias para la vida, para recomponerla o para proyectarla hacia un futuro mejor, diferente quizá. 
Un reparto más que notable: Will Smith, cuando no se dedicaba a golpear a otros compañeros de profesión, Matt Damon, tan trotacaminos como siempre, Charlize Theron, espectacularmente guapa, Bruce McGill, Joel Gretsch, J. Michael Moncrief, y Jack Lemmon, en su última película, en un papel más de aparición estrella que de otra cosa.
Es preciosa, interesante y muy instructiva.

§ 3.252. Magia a la luz de la luna (Woody Allen, 2014)

 

Como todas las de Allen tiene música agradable, luz en su mirada, enredo en su trama, diálogos interesantes y una expectativa de gran película que a veces se consolida y otras no. En esta no parece que la pretensión se lleve a buena práctica, pero es una cinta que se deja ver. Tiene verdadero interés y es muy agradable de ver.
El mundo de la magia no fue transitado antes por Allen, que yo recuerde. El espiritismo es una farsa, y desenmascararlo es su objetivo. Finales de los años veinte, Europa, jazz (más charlestón que bop). Verdaderamente te tiene que gustar, es ingeniosa.
Las películas de Allen te tienen que gustar, tienen su gracia, pero entiendo que no sean para todos los públicos. Me parece un ejercicio estilístico particular, que ha sido capaz de encontrar su lugar en el cine, su gracia.

§ 3.901. La trampa (M. Night Shyamalan, 2024)

El director pretende algo difícil, difícil de verdad, entroncar una persecución policial dentro de un estadio donde se está celebrando un co...