miércoles, 12 de julio de 2023

§ 3.099. La ofensa (Sidney Lumet, 1973)

El mismo año que Serpico filma esta otra historias de policías. Pero desde el lado contrario. Aquí el policía no es el 'bueno', sino el 'malo'. El drama moral no se produce porque los policías acepten sobornos o haya una gran corrupción policial en todo el cuerpo, desde el primero hasta el último miembro. El drama moral es justamente el contrario. El policía es malo por naturaleza, o se hace malo a lo largo de su vida policial, que nunca se sabe qué ocurre. Y en vez de volver a su naturaleza humana noble y buena, como en Serpico, se hunde en la violencia propia y en pozo del abuso de poder y endiosamiento. Aunque el drama que plantea el director es si las vivencia del policía le hacen tan duro e insensible que no es capaz de controlar sus instintos.
Un Sean Connery en plena forma da vida a un policía tenaz en su trabajo, algo obsesionado con él pero que recurre al animal que lleva dentro para conseguir el éxito en una investigación. Nada nuevo bajo el sol. El drama aquí, la pregunta, en si es su propia naturaleza desencadenada el desenlace o si, por el contrario, pudiera estar justificado por la necesidad de resolver el caso y el estrés acumulado por años de servicio.
Me ha gustado, es interesante, todo Lumet lo es. Un director de una pieza. Aunque esta no es una de sus películas más conocidas. No lo tengo claro, pero la imagino como un fracaso comercial absoluto. Pero la cinta es interesante, explora bien el camino que quiere trazar y sus manera y formas estilísticas están muy bien rodadas.

martes, 11 de julio de 2023

§ 3.098. McQ (John Sturges, 1974)

 

En la estela de Harry, el sucio (Don Siegel, 1971), con claras reminiscencias e incluso algunos guiños evidentes. Una historia de siempre pero contada con menos gracias y menos garbo que la Don Siegel. Un Wayne muy mayor, esta es una de sus últimas cintas, la última precisamente es con Siegel en 1974: El último pistolero, que es realmente brillante.
Le falta algo de ritmo, de marcha, de desarrollo. Tiene fondo, se deja ver, tiene algo de clase, pero no funciona del todo bien. Está bien rodada, dura lo razonable, se enmarca dentro de las películas policíacas de la época y tiene una música muy adecuada al tiempo en que fue rodada. 
Una trama excesivamente llena de tópicos, que no consigue enganchar. No tiene un catalizador como sí lo tienen otras similares. No es el sexo, no es la violencia, no es la venganza, aunque se relaciona con ella. 
Está bien hecha pero no funciona del todo. 

lunes, 10 de julio de 2023

§ 3.097. La residencia (Chico Ibáñez Serrador, 1969)


Chicho hizo dos películas solamente, dos largometrajes. Fue un gran comunicador, un gran organizador de programas de televisión, un extraordinario divulgador de películas de terror en un programa mítico: Mis terrores favoritos. Y, por lo que he visto de esta película, un gran realizador. Una cinta que navega a caballo entre Carlos Aured y Paul Naschy y las cintas británicas de terror gótico. Y además de dominarlo perfectamente en cuanto al tempo y la rapidez de la cinta, el encuadre y los planos, así como en los demás aspectos técnicos, consigue la emocionalidad que deben transmitir los ensayos fílmicos de terror psicológico.
Mención especial merece Lilli Palmer, encantadora actriz para mi siempre recordada por Clandestino y Caballero (Fritz Lang, 1946). Tiene garbo, presencia, dominio de la escena y una grandísima capacidad actoral.
Me ha gustado mucho. Es una especie de 'Spanish horror' de calidad. 

domingo, 9 de julio de 2023

§ 3.096. Alrededor de la medianoche (Bertrand Tavernier, 1986)

 

Un viaje sentimental al mundo más profundo del Jazz, al saxofonista que más me gustó desde siempre, hasta conocer a Coltrane, Lester Young, y su amistad con otro monstruo, en este caso del piano, Bubb Powell. No es que se pretende recrear esa amistad es que el músico que crea para la ficción Tavernier tiene cosas de ambos. La interpretación de Desiderio es sencillamente genial, otro de los saxofonista que más me gustan, Dexter Gordon, fallecido en 1990, cuatro años después de rodar esta cinta.
El guión es interesante, basado en un libro de Francis Paudras titulado La Danza de los infieles, que, al parecer, es una biografía conjunta de Bubb y de Lester. De Lester sí sabia que era un alcohólico verdaderamente incorregible, pero de Bubb no tenía esa idea, le consideraba más 'pausado' menos volcánico. Al parecer era esquizofrénico y alcohólico, una combinación que debe ser una bomba en el cerebro.
La inmundicia del alcohol, los estragos en las personas, en las capacidades, en las mentes y en los sueños está muy bien reflejada. La poca consideración de los músicos de Jazz en EE.UU. y, en menor medida, también en Europa, aunque de otra manera, también se muestra correctamente. 
El catálogo de canciones está muy bien elegido, naturalmente y con seguridad es tocado por Dexter. 
El algunos momentos se recurre a la exposición del pasado mediante flasback retrospectivos que aclaran algunos aspectos de racismo experimentados por Lester, especialmente lo acaecidos en el ejército.
Me ha sorprendido la capacidad interpretativa de Dexter Gordon. Me parece un actor interesante, muy expresivo. Cierto es que es el papel de su vida, de sí mismo, pero es muy creíble y convincente.

miércoles, 5 de julio de 2023

§ 3.095. Sansón y Dalila (Cecil B. DeMille, 1949)

Un clásico de toda la vida. Qué probablemente nació ya como un clásico. Esas grandes obras, con multitud de recursos, ilimitadas cantidades de dinero, los actores que quisiese el director, los mejores recursos técnicos y el control total del estudio, del diseño de producción, del guión, etc. Un grande de los estudios, delante y detrás de la cámara.
Un relato muy clásico, muy ordenador en su exposición, canónico. Un comienzo con la presentación de los personajes, un amplio y largo desarrollo y un desenlace a la altura de lo esperado. Una clásica película de aventuras con mensaje y trasfondo épico que sirve para cualquier época y lugar.  Hay algo intemporal en este tipo de películas. Se pueden ver en pleno siglo XXI con el desarrollo tecnológico en pleno apogeo o cuando se estrenó en 1949, seguramente con un éxito de público descomunal.
Me gusta DeMille, todo lo que he visto suyo me ha parecido superlativo. 
Es enternecedor ver a Victor Mature. Un actor limitado pero que funciona. Tiene ese algo natural y magnético que agrada al público, pero no tanto a la crítica. 
La belleza de Hedy Lamarr está fuera de toda consideración lógica. Es impresionantemente guapa. Una cara diabólica, un cuerpo curvilíneo perfectamente torneado y una mirada atrayente con un cierto morbo y exudando sexualidad. 
El resto del reparto es de escándalo: George Sanders, tan sobrio como siempre, una jovencísima Angela Lansbury, muy guapa y con mucho garbo; y Henry Wilcoxon haciendo de filisteo.

§ 3.094. El espía (Russell Rouse, 1952)

Más que interesante propuesta de un Rouse que me parece un director muy potente. He visto sólo tres cosas suyas, y, la verdad, las tres me han parecido verdaderamente magníficas.
Un comienzo fulgurante, muy 'cinematográfico', en el que se expone, sin que se pronuncie una sola palabra, de qué va la película, y cómo se va a desarrollar. En toda la película no se  pronuncia una sola palabra, y el único actor que ves en pantalla con cierto sentido, más allá de extras y acompañantes en el plano (viandantes, lectores en una biblioteca, etc) es Ray Milland, que me parece que borda el papel. Su drama moral es el asunto de película, por qué hace lo que hace es lo que nos va a contar el director. Aunque todavía no sabes qué hace. Lo intuyes, pero no eres realmente consciente de ello, no sabes qué va a ocurrir ni por qué. Y razones habrá, claro.
Pánico nuclear, guerra fría, tensión entre bloques, sospechas cruzadas, espías, dobles juegos, dinero. Todo un poco del terreno de los tópicos pero analizados desde otras perspectiva, desde otro punto de vista.
Es una película muda. Hay sonidos y ruidos, y se utiliza el teléfono, pero no hay diálogos. En 85 minutos no se pronuncia una sola palabra. Es un ejercicio estilístico difícil de llevar a la práctica. Me parecen demasiados minutos. Quizá sesenta o incluso setenta. Pero la última parte ya resulta un tanto difícil de seguir, además de que requiere un ejercicio de imaginación notable por parte del espectador, al que se le exige jugar con las posibilidad que ofrecen las imágenes más allá de lo razonable. 
No se trata de que no sepas quién es el bueno o el malo, porque sólo hay dos personajes, es que no sabes realmente qué traman y cuál es su relación. Además, para enfatizar algunos aspectos y subrayar aquello que realmente es importante a veces repite el director el 'modus operandi' de los dos protagonistas, sin saber muy bien para qué.
Es muy interesante, por momento notable, con una música de acompañamiento imprescindible de Herschel Burke Gilbert perfectamente acoplada al desarrollo de la trama.
 

martes, 4 de julio de 2023

§ 3.093. El viento y el león (John Milius, 1975)

 

Una cinta muy celebrada, tanto de público como de crítica hecha por un grande de los guiones y de la dirección.
Una trama muy sugestiva, tanto en lo referido al ambiente en que se desarrolla, como en la dinámica del guión. Imágenes brillantes, sencillez en el tratamiento de los encuadres, dejando que los espacios hablen por sí mismos, y un propósito muy claro: humanizar a los bereberes y cuestionar el modo de vida occidental en los países árabes, dominados por la ambición colonial, territorial, el expolio de materias primas y la dominación política. 
Muy interesante Sean Connery, le da una gran autenticidad al papel, aunque al principio pudiera parecer lo contrario, dado su origen, marcadamente occidental -tez blanca, grueso y alto, barba muy blanca y tupida-. Candice Bergen está muy guapa y se mueve bien, aunque quizá le falte elegancia en algunos momentos. También intervienen: Brian Keith y John Huston.
Está muy bien rodada, marca claramente los tiempos de la película a medida que avanza el metraje, es muy colorida, no se hace larga -a pesar de los 115 minutos que dura-, y tiene fondo y recorrido. 
Al parecer está muy lejanamente inspirada en un hecho real, pero el guionista (y director) ha modificado tantas circunstancias de la historia que la hace irreconocible. Es, en definitiva, un guión original.

§ 3.916. Beltenebros (Pilar Miró, 1991)

La vi hace muchísimos años, en Cabueñes, en Asturias, en un campamento juvenil que organizaba el Injuve (el Instituto Nacional de la Juventu...