domingo, 28 de mayo de 2023

§ 3.053. El crimen del expreso de Andalucía (Imanol Uribe, 1991)

Otra propuesta de una de las series más exitosas de la Televisión Española.
Tito Valverde no da el pego como hombre duro dispuesto a cualquier cosa por dinero. No es que lo haga mal, que no se meta en el papel, es que su carrera ha derivado posteriormente hacia derroteros muy diferentes de los que se presume para un gran actor. Hombre ya más de televisión y teatro que de cine y siempre en papeles de hombre bueno, tranquilo. Verle en este rol es intentar hacer un esfuerzo.
Enrique San Francisco sin embargo sí da la medida, perfectamente. Espigado, largo, seco, distante y cortante. Muy medito en su papel.
El que provoca verdadero miedo es José Manuel Cervino, con ese bigote tan varonil, tan de otras épocas, la mirada dura y el gesto adusto.
Mario Pardo también muy bien, como Kiti Mánver, muy joven. También muy bien Francisco Casares.
No tiene la brillantez de otros capítulos de la saga. Muy lenta, y algo oscura. No explora del todo las relaciones personales del protagonista principal, especialmente su homosexualidad y las relaciones con el cubano. Hubiera sido una película diferente, claro, pero más interesante. La verdadera trama es la distancia que hay entre los dos señoritos y los delincuentes profesionales.

§ 3.052. El retorno de Walpurgis (Carlos Aured, 1973)

 

Lobo hombre en Segovia. Un versión muy singular del mito del hombre lobo, aristocrático y refinado, pero lobo; fino y sensual, peor lobo; humano y sensual, pero lobo; dominado por sí mismo pero lobo...
Es una cinta interesante, bien rodad, con un metraje civilizado, personajes bien definidos y rodeado de un rico atrezo que engrandece y organiza la cinta. 
Remake de un éxito y continuación de otra cinta, toda una serie de "espaniel" horror film, erotismo de garrafón al margen.
Tiene interés como testimonio de una época, sin más.

sábado, 27 de mayo de 2023

§ 3.051. El crimen del Capitán Sánchez (Vicente Aranda,1985)

 

Uno de los episodios más célebres de una serie estupenda producida por Televisión Española, cuando Televisión Española se dedicaba a estas cosas.
Una Victoria Abril deslumbrante y un Fernando Guillén absolutamente maravilloso llevan el peso de una historia sórdida de pasiones, traiciones y amores furtivos. Realmente da gusto verle colérico y enfadado, da miedo. Es aterrador, de una gran credibilidad y sumamente directo. Maribel Verdú interviene en la película, muy joven y ya con cartel de actriz potente.
La modernidad del crimen, su planteamiento y su ejecución están perfectamente narrados, estructurados y organizados. 
Dirección firme y directa, narrando con rapidez de qué va la cosa y cuáles son sus argumentos. Gran ejecución y una orquestación de vestuario, atrezo y complementos de la solidez que sólo puede patrocinar una empresa como Televisión Española.
Da mucha pena que no se pueda adquirir en DVD. Lo he intentado pero como paquete completo no puede adquirirse.

§ 3.050. Vidas dañadas (Edgar G. Ulmer, 1933)

 

Algo amanerada en el formato, un poco acartonada en la forma de mover la  cámara y en la que se mueven los personajes. Con un blanco y negro excesivamente borroso. No es una buena copia la que he visto. Pero me gusta mucho Ulmer, un director maldito, perteneciente a lo mejor de la generación de primeros europeos en Hollywood pero que nunca llegó a descollar como sus compañeros de generación. No alcanzó el prestigio de Lang o Preminger, ni la influencia de Siodmak.
Su "malditismo" quizá se aprecia muy bien en esta cinta, de temática avanzada para la época, actual hoy en día, pero que rondaba la irreverencia con el Código Hays. La cinta es de 1933 y el código entró en vigor en 1934.
No hay más que verla para comprender por qué fue un director señalado por la industria, que no le confiaba proyectos importantes. Más allá de la historia de amor turbia y barroca en la que se vio envuelto.
Merece la pena verse, no tanto por su brillantez, que no la tiene, sino por la temática y como testimonio de la libertad de un gran cineasta.
Amantes de una noche, bares clandestinos, enfermedades venéreas, lesiones autolíticas. Una temática absolutamente irreverente en el cine clásico que muestra bien a las claras lo libre y valiente que era su director.

§ 3.049. Inquisición (Paul Naschy, 1976)

 

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Voy a ver todas las de Naschy por orden, desde la primera, que es esta, hasta la última, que es de 2010, aunque bien es cierto que llevaba años sin dirigir.
Más interesante que lo que en principio pudiera parecer. Una singular crítica, velada, como no podía ser de otra manera, al deseo, a la pasión, al sexo, a la mujer y su feminidad, al cuerpo desnudo, a la fornicación y a la concupiscencia.
Un intento algo burdo pero que puede entenderse en su contexto social y político: la transición, el destape, la falta de censura.
No me extrañaría nada que los planos abierto se hubieran rodado en Extremadura: ese monte bajo, ese matorral, esa dehesa son muy características, aunque también puede ser el sur de Salamanca, o incluso los montes de Toledo. Pero el canchal de piedra viva se parece mucho a la tierra extremeña.
Muy guapa Monica Randal, muy varonil Juan Luís Galiardo, y muy bueno actores alrededor de una idea común: una cinta interesante, que sólo se explica desde la cinematografía patria, y que ocupa un hueco especial en el cine español, una tendencia que se llamo "terrorfanta", todo junto, en donde se mezclaba un erotismo light, desnudos incipientes, un punto gore y sádico y una reminiscencia histórica muy diluida y fluida. 
El demonio es el deseo, sin más.

viernes, 26 de mayo de 2023

§ 3.048. El espanto surge de la tumba (Carlos Aured, 1972)

 

Producto local que tiene que ser enjuiciado con parámetros estrechos. Se entiende este cine porque lo hemos visto de pequeños, porque nos suena, porque lo soñamos como nuestros terrores favoritos. Pero no es el tipo de cinta que pueda verse pasados los años, envejece mal. 
Una mezcla de erotismo de garrafón con miedo gore algo descafeinado, un pase por algunos sueños de Alan Poe, y una visualización como si se tratase de un videojuego.
Un pastiche, vamos.

miércoles, 24 de mayo de 2023

§ 3.047. Carretera perdida (David Lynch, 1997)

Un cine distinto, muy vanguardista, experimental con las imágenes, rupturista con la estética y rompedor con los cánones clásicos. Sin embargo la trama, la esencia de lo que cuenta, no el cómo lo hace, es tremendamente clásico. Puede ser una historia contada por un cineasta clásico perfectamente. Traiciones, desconfianza, insatisfacción, celos, dinero... un cóctel de tópicos del cine clásico de siempre. 
Mujer fatal incluida, claro.
La presencia de elementos de cine negro es una constante en la cinta. Desde el comienzo, incluso. La casa inicial recuerda bastante -no es la misma- a la de Perdición, ese tipo de casa alta, individual, rodeada de gardenias y árboles semitropicales. Incluso la distribución interior de las escaleras recuerda a la vivienda de la señora Dietrichson. Me ha parecido fantástica la decoración interior, con estilo pero muy moderna. Colores fuertes y materiales muy cromáticos.
Se puede leer que su influencia se apoya en Detour, de Ulmer, y en El Beso mortal, de Aldrich. Pero me parece arriesgado afirmarlo tan categóricamente.
Los actores son Bill Pullman, que está decente pero algo superado por los acontecimientos; Patricia Arquette que está muy bella y enigmática, y el para mi desconocido Balthazar Getty, con una cara difícil de olvidar.
Me llama la atención la parsimonia con la que narra lo que ocurre, lo despacio que hablan, lo lento que se mueven los personajes. No es que lo narre a cámara lenta, es cómo si quisiera deleitarse con los acontecimientos, disfrutar de lo que sucede. Lejos de afianzar las situaciones dramáticas, las estira, las prolonga demasiado, haciendo de ellas algo paródico, o, cuanto menos, incomprensible en la lógica y dinámica expositiva que pretende. Sin embargo, en otros momentos para explicar otras cosas va a una velocidad de vértigo, saltándose numerosos episodios que explicarían qué ha sucedido. Es una forma de jugar con el espectador, naturalmente, pero no es la manera que más me gusa de que me cuenten una historia.
La otra influencia para la historia, también parece muy evidente, proviene de las películas de misterios, de fantasmas, de seres extraños que aparecen con desdoblamiento de tiempo y lugar. Evidentemente su participación no es explicada, ni tampoco se aporta ningún argumento sobre su presencia o influencia.
Es una película que puede verse -no siempre vas a ver lo mismo- pero que es de lo que más me gusta.
 

3.867. Gladiator II (Ridley Scott, 2024)

Bueno. Pues un espectáculo visual, una película de 'romanos' y un entretenimiento. No tiene ls lecturas de las obras grandes de Scot...