sábado, 27 de mayo de 2023

§ 3.051. El crimen del Capitán Sánchez (Vicente Aranda,1985)

 

Uno de los episodios más célebres de una serie estupenda producida por Televisión Española, cuando Televisión Española se dedicaba a estas cosas.
Una Victoria Abril deslumbrante y un Fernando Guillén absolutamente maravilloso llevan el peso de una historia sórdida de pasiones, traiciones y amores furtivos. Realmente da gusto verle colérico y enfadado, da miedo. Es aterrador, de una gran credibilidad y sumamente directo. Maribel Verdú interviene en la película, muy joven y ya con cartel de actriz potente.
La modernidad del crimen, su planteamiento y su ejecución están perfectamente narrados, estructurados y organizados. 
Dirección firme y directa, narrando con rapidez de qué va la cosa y cuáles son sus argumentos. Gran ejecución y una orquestación de vestuario, atrezo y complementos de la solidez que sólo puede patrocinar una empresa como Televisión Española.
Da mucha pena que no se pueda adquirir en DVD. Lo he intentado pero como paquete completo no puede adquirirse.

§ 3.050. Vidas dañadas (Edgar G. Ulmer, 1933)

 

Algo amanerada en el formato, un poco acartonada en la forma de mover la  cámara y en la que se mueven los personajes. Con un blanco y negro excesivamente borroso. No es una buena copia la que he visto. Pero me gusta mucho Ulmer, un director maldito, perteneciente a lo mejor de la generación de primeros europeos en Hollywood pero que nunca llegó a descollar como sus compañeros de generación. No alcanzó el prestigio de Lang o Preminger, ni la influencia de Siodmak.
Su "malditismo" quizá se aprecia muy bien en esta cinta, de temática avanzada para la época, actual hoy en día, pero que rondaba la irreverencia con el Código Hays. La cinta es de 1933 y el código entró en vigor en 1934.
No hay más que verla para comprender por qué fue un director señalado por la industria, que no le confiaba proyectos importantes. Más allá de la historia de amor turbia y barroca en la que se vio envuelto.
Merece la pena verse, no tanto por su brillantez, que no la tiene, sino por la temática y como testimonio de la libertad de un gran cineasta.
Amantes de una noche, bares clandestinos, enfermedades venéreas, lesiones autolíticas. Una temática absolutamente irreverente en el cine clásico que muestra bien a las claras lo libre y valiente que era su director.

§ 3.049. Inquisición (Paul Naschy, 1976)

 

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Voy a ver todas las de Naschy por orden, desde la primera, que es esta, hasta la última, que es de 2010, aunque bien es cierto que llevaba años sin dirigir.
Más interesante que lo que en principio pudiera parecer. Una singular crítica, velada, como no podía ser de otra manera, al deseo, a la pasión, al sexo, a la mujer y su feminidad, al cuerpo desnudo, a la fornicación y a la concupiscencia.
Un intento algo burdo pero que puede entenderse en su contexto social y político: la transición, el destape, la falta de censura.
No me extrañaría nada que los planos abierto se hubieran rodado en Extremadura: ese monte bajo, ese matorral, esa dehesa son muy características, aunque también puede ser el sur de Salamanca, o incluso los montes de Toledo. Pero el canchal de piedra viva se parece mucho a la tierra extremeña.
Muy guapa Monica Randal, muy varonil Juan Luís Galiardo, y muy bueno actores alrededor de una idea común: una cinta interesante, que sólo se explica desde la cinematografía patria, y que ocupa un hueco especial en el cine español, una tendencia que se llamo "terrorfanta", todo junto, en donde se mezclaba un erotismo light, desnudos incipientes, un punto gore y sádico y una reminiscencia histórica muy diluida y fluida. 
El demonio es el deseo, sin más.

viernes, 26 de mayo de 2023

§ 3.048. El espanto surge de la tumba (Carlos Aured, 1972)

 

Producto local que tiene que ser enjuiciado con parámetros estrechos. Se entiende este cine porque lo hemos visto de pequeños, porque nos suena, porque lo soñamos como nuestros terrores favoritos. Pero no es el tipo de cinta que pueda verse pasados los años, envejece mal. 
Una mezcla de erotismo de garrafón con miedo gore algo descafeinado, un pase por algunos sueños de Alan Poe, y una visualización como si se tratase de un videojuego.
Un pastiche, vamos.

miércoles, 24 de mayo de 2023

§ 3.047. Carretera perdida (David Lynch, 1997)

Un cine distinto, muy vanguardista, experimental con las imágenes, rupturista con la estética y rompedor con los cánones clásicos. Sin embargo la trama, la esencia de lo que cuenta, no el cómo lo hace, es tremendamente clásico. Puede ser una historia contada por un cineasta clásico perfectamente. Traiciones, desconfianza, insatisfacción, celos, dinero... un cóctel de tópicos del cine clásico de siempre. 
Mujer fatal incluida, claro.
La presencia de elementos de cine negro es una constante en la cinta. Desde el comienzo, incluso. La casa inicial recuerda bastante -no es la misma- a la de Perdición, ese tipo de casa alta, individual, rodeada de gardenias y árboles semitropicales. Incluso la distribución interior de las escaleras recuerda a la vivienda de la señora Dietrichson. Me ha parecido fantástica la decoración interior, con estilo pero muy moderna. Colores fuertes y materiales muy cromáticos.
Se puede leer que su influencia se apoya en Detour, de Ulmer, y en El Beso mortal, de Aldrich. Pero me parece arriesgado afirmarlo tan categóricamente.
Los actores son Bill Pullman, que está decente pero algo superado por los acontecimientos; Patricia Arquette que está muy bella y enigmática, y el para mi desconocido Balthazar Getty, con una cara difícil de olvidar.
Me llama la atención la parsimonia con la que narra lo que ocurre, lo despacio que hablan, lo lento que se mueven los personajes. No es que lo narre a cámara lenta, es cómo si quisiera deleitarse con los acontecimientos, disfrutar de lo que sucede. Lejos de afianzar las situaciones dramáticas, las estira, las prolonga demasiado, haciendo de ellas algo paródico, o, cuanto menos, incomprensible en la lógica y dinámica expositiva que pretende. Sin embargo, en otros momentos para explicar otras cosas va a una velocidad de vértigo, saltándose numerosos episodios que explicarían qué ha sucedido. Es una forma de jugar con el espectador, naturalmente, pero no es la manera que más me gusa de que me cuenten una historia.
La otra influencia para la historia, también parece muy evidente, proviene de las películas de misterios, de fantasmas, de seres extraños que aparecen con desdoblamiento de tiempo y lugar. Evidentemente su participación no es explicada, ni tampoco se aporta ningún argumento sobre su presencia o influencia.
Es una película que puede verse -no siempre vas a ver lo mismo- pero que es de lo que más me gusta.
 

martes, 23 de mayo de 2023

§ 3.046. El rey del tabaco (Michael Curtiz, 1950)

 

Uno de los grandes éxitos de Curtiz. Reparto de campanillas, trama inteligente, buenos diálogos, guión más que potente y un resultado magnífico. Gran película. Me ha gustado mucho.
La lucha de un hombre contra su destino, contra todos y con su fe como única divisa. Relato de hombre duro, aguerrido, tradicional pero no anclado en el pasado, moderno en perspectivas comerciales pero duro de carácter y seco en el trato. Gary Cooper está sensacional, varonil y potente.
Recuerda inevitablemente a Howard Roack en el Manantial de King Vidor que es del año anterior. Quizá su éxito explique la presencia de Patricia Neal, con quien tiene una química absoluta. Su frialdad con respecto al protagonista es tremendamente similar al del Manantial, hielo y fuego en una misma persona, mujer sensual y dama de alta alcurnia. 
Lauren Bacall juega también un rol muy interesante. Estaba en el momento álgido de su carrera y llenaba la pantalla con solo aparecer en ella. 
La técnica cinematográfica es sólida, luces y sombras dependiendo de la intensidad del momento, encuadres amplios y escenas bien construidas. Bien podría ser una cinta de Dieterle, Hawks, Tournier, etc. No tiene el temple y la escenografía de los expresionistas alemanes, en este sentido es más barroca y recargada, algo excesiva en los detalles, nada minimalista.
Parece ser que se basa en una historia real, una lucha de egos entre magnates del tabaco en el sur de EE.UU. a finales del siglo XIX.

lunes, 22 de mayo de 2023

§ 3.045. Demetrius y los gladiadores (Delmer Daves, 1954)

 

Un peplum de Delmer Daves necesariamente tiene que ser interesante. 
Es una continuación de La túnica sagrada (Henry Koster, 1953), una película mítica en la dinastía de cintas bíblicas.
Ver a Susan Hayward haciendo de Mesalina no tiene precio, con ese pelo rojo al viento, pequeña y enjuta, haciendo un papel de intrigante y dominante arpía. 
Victor Mature está como siempre. Un actor limitado pero muy reconocible, fuerte y grande, ideal para papeles simples y sencillo, con pocos registros interpretativos.
Da gusto ver a Debra Paget, pero no tiene mucho metraje.
También interviene Anne Bancroft, el muy singular Michael Rennie, y Ernest Borgnine.
Estilo de superproducción (contenida en extras y recursos, y supongo que aprovechando material de otras cintas) camina bien y es entretenida. Por momento se ve como una película de aventuras, pero le falta el punto de introspección, de reflexión que tienen otras cintas bélicas. El papel del cristianismo queda relegado por las cuestiones de luchas y el rol principal del protagonista y su afán.
Es muy entretenida.

§ 3.901. La trampa (M. Night Shyamalan, 2024)

El director pretende algo difícil, difícil de verdad, entroncar una persecución policial dentro de un estadio donde se está celebrando un co...