domingo, 5 de febrero de 2023

§ 2.931. La extraña mujer (Edgar G. Ulmer, 1946)

 

Melodrama clásico y célebre. Una guapísima Hedy Lamarr y el siempre interesante George Sanders son los actores principales de una historia destinada a mostrar la belleza y la maldad, la manipulación que realizan las mujeres sobre los sentimientos de los hombres. Un canon de mujer fatal en versión decimonónica estadounidense.
También puede verse como la lucha de una mujer por empoderarse en un mundo dominado mayoritariamente por hombres. También como la lucha de una 'libertina' para situarse. La cinta es de 1946 en plena vigencia del Código Hays, lo cual dificultaba sobremanera el planteamiento visual de determinados argumentos, entre ellos el incesto que se aprecia con total nitidez o la frialdad, prácticamente criminal, y la suntuosidad morbosa y amoral del planteamiento de la protagonista.
Desde luego la temática tiene un morbo salvaje, especialmente por la frialdad de su carácter y sus actuaciones, destinadas todas a medrar y escalar en la posición social y el prestigio.
Lamarr es de una belleza sorprendente, cumple los cánones de mujeres guapas de todos los tiempos. No era excesivamente alta, no cómo las mujeres suecas y británicas que vinieron después, antes de las italianas 'pechugonas' que gobernaron la belleza en los años sesenta. Belleza fría, distante, de porcelana, poco emotiva y nada afectiva. En este papel además experimenta morbosas sensaciones, casi sexuales, con el sufrimiento de otra mujer, un sadismo interpuesto que la excita y la completa. No es exactamente hierática, es una frialdad que quema, de hielo, abrasadora.
Douglas Sirk dirigió, al parecer, algunas escenas, especialmente las del principio de la obra, cuando la protagonista es una niña, pero no se acreditó como director.

§ 2.930. Lisboa (Ray Milland, 1956)

 

La vi en 2015 y la recuerdo como muy entretenida. De uno de mis actores favoritos que sólo dirigió cinco películas para el cine y dos para la televisión. Poco bagaje para un director, aunque hay que reconocer que como actor trabajó una auténtica barbaridad, interviniendo en más de cien, en muchas más de cien.
Ésta la recuerdo como entretenida y que hacía un recorrido por lugares míticos de la capital de Portugal: el Chado, la Torre de Belén, el Parlamento, el Puerto, las calles empedradas, las verjas de las puertas, el pavimento del duelo. Verdaderamente es un fresco de la ciudad.
Un Ray Milland algo mayor, una tan guapa como siempre Maureen O'Hara, ahora ya convertida no sólo en una auténtica estrella, sino en una bellísima mujer mayor, y un tan deliciosamente perverso Claude Rains componen la trilogía de personajes principales de la cinta.
Es entretenida y sirve para tener la excusa de ver a Maureen O´Hara en todo su esplendor. Pero tampoco parece que tenga mucho recorrido.
Es a veces muy plana, excesivamente 'sencilla', en el que la complejidad se circunscribe a los diálogos, pero no al ámbito visual. No me parece una cinta especialmente brillante. De hecho la recordaba mejor, más bonita. 

§ 2.929. Niebla en el pasado (Mervyn LeRoy, 1942)

Película oscura, cerrada, encerrada en sí misma. Clásica y a la vez revolucionaria. Clásica en la estética y en cómo aborda visualmente las tramas y los problemas. Un singular estilo gótico, con contraplanos y planos picados, música ambiental muy preponderante y una bruma de tristeza y pesadumbre en toda la cinta. Revolucionaria por la temática que aborda, la pérdida de memoria, los traumas de la guerra y sus consecuencias.
Pero es, antes que otra cosa, un drama romántico, una historia de amor sufrido, amor doloroso. Típico de la época.
Dos buenos actores, un Ronald Colman eficaz como siempre y la verdaderamente guapísima Greer Garson.
Tiene toda la pinta de haber sido un auténtico éxito. A veces se habla poco de LeRoy pero tuvo que ser un verdadero genio y un hombre muy fiable en la taquilla.

 

sábado, 4 de febrero de 2023

§ 2.928. El cartero siempre llama dos veces (Tay Garnett, 1946)

 

Clasicazo de cine negro que hace no menos de veinte años que no veo. La recuerdo majestuosa, vibrante y sumamente adictiva. 
Todo funciona, comenzando por el guión, que es una maravilloso libro de Jame M. Cain del mismo título. John Garfield está estupendo, por supuesto también está magnífica Lana Turner, verdadera totem del género. Cecil Kellaway es el inocente marido, y Leon Ames el fiscal del distrito.
El miedo a las consecuencias, la culpa, el deseo, la redención y el perdón están excelentemente tratados. Las narraciones en off y el blanco y negro diáfano potencia el dramatismo de la trama y elevan la cinta a la categoría de mito.
De las varias versiones de la novela -Obsesión (Luchino Visconti, 1943), y la del mismo título de 1981- ésta es la que más me gusta.
Es una de las mejores cintas de cine negro de todos los tiempos.

§ 2.927. Orgullo de raza (Douglas Sirk, 1955)

 

Se me hace raro ver a Rock Hudson de independentista irlandés luchando por su causa. Aventuras y romance con una Barbara Rush guapa a rabiar.
Un technicolor estupendo y un formato de película costosa a disposición del auténtico rey del melodrama, un Sirk reconocido en la industria por haber rodado ya cintas absolutamente memorables.
Un Dublín muy bonito, una trama entretenida y una historia que no supongo real pero que pasas el rato viéndola con interés y con atención.
No me pega como cinta de Sirk, aunque hizo más cosas que los melodramas, incluyendo cintas del Oeste. También se me hace raro ver a Hudson en un papel tan peculiar. No le veo haciendo de bandido irlandés, como no le veía ayer haciendo de militar en una guerra contra los seminolas. En realidad sólo le veo haciendo melodramas, donde verdaderamente está siempre soberbio.  Un actor contenido, formal, de sentimientos poco expresivos pero de profundidad emocional indudable.
Una película curiosa, interesante, y que se ve perfectamente, tanto en temática como en estéticamente. Muy trabajada.

viernes, 3 de febrero de 2023

§ 2.926. Traición en Fort King (Budd Boetticher, 1953)

 
Bajo presupuesto, sesión doble de cine de barrio, un guión competente, exigencias de tiempo para terminar y un director más que competente, un director de la industria. Un directorazo, con mayúsculas. Me encanta Boetticher. Te cuenta una historia en 80 minutos que recuerdas durante años. Tiene, al menos a mi me lo parece, especialmente en estas cintas de aventuras, con Raoul Walsh, o incluso con William Wellman.
Triángulo amoroso en una lucha territorial de los indios Seminolas y los militares que pretenden erigirse en la fuerza de choque para conquistar el territorio. Rock Hudson, Barbara Hale, Anthony Quinn, y Lee Marvin.
Es entretenida, aunque es una película muchas veces vista.

martes, 31 de enero de 2023

§ 2.925. El trompetista (Michael Curtiz, 1950)

 

Piopic del cornetista (más que trompetista) Bix Beiderbecke, un musico de Jazz blanco que rivalizaba por el mismísimo Satsmo (Louis Armstrong ) en originalidad y potencia creadora.
Hombre torturado por la vida desde la infancia y que huyó hacia los abismos del alcohol a marchas absolutamente aceleradas. Murió de un delirium trémens con tan solo 29 años. Una auténtica barbaridad. Huérfano de padres, no tuvo un auténtico hogar.
Aquí se endulza su historia con la enseñanza de un músico negro,  aunque la historia verdadera quizá no concuerde. Siempre le he tenido por un autodidacta incapaz de leer música y con graves problemas para tener la disciplina necesaria para ser un auténtico músico. Aun así ha quedado para la historia como un auténtico mago de la trompeta en los inicios del jazz, con esos sonidos agudos y la reverberación del sonido estridente de ese dixeland anterior al jazz clásico. 
Hay algo de malditismo en su figura, como también la hay en otros trompetistas clásicos, desde Miles (que tiene un disco con el mismo título en ingles que la película) hasta el de 'las alas rotas'... Como aficionado, muy aficionado, la trompeta es el instrumento que más me fascina. Quizá por su dificultad, quizá porque se puede transportar, quizá porque tiene algo de fálico y tocarlo es una masturbación sonora. No sé.
La cinta es muy buena. Excelente. Bien ambientada, bien narrada, con un guión que camina despacio pero sin detenerse en nada pero tocándolo todo. Te haces una perfecta idea de lo que era tocar en una banda de jazz. 
Muy bien Kirk Douglas, como siempre. La siempre interesante Lauren Bacall y una guapísima Doris Day forman el plantel femenino. Completan el elenco: Hoagy Carmichael que es el pianista que narra la vida del trompetista y Juano Hernández que da vida al maestro negro que le enseña a tocar.
Me ha gustado mucho. Curtiz le da un toque de distinción a todo lo que hace. Un cine muy clásico, sin innovaciones estilísticas ni giros efectictas. Sabes lo que va a pasar, y cómo. Y aun así te gusta la película.

§ 3.880. La bruja (Robert Eggers, 2015)

  Primera película de un director del que he visto, con ésta, todas sus cintas, cuatro en total. Ésta era su debut cinematográfico.  Cuatro ...