viernes, 21 de octubre de 2022

§ 2.801. El hombre del Norte (Robert Eggers, 2022)

 

Siglo X. Países escandinavos. Mitos y leyendas, guerras de supervivencia y de conquista, de riqueza y por la comida.
Intensa, muy efectista, llena de requiebros, giros y efectos especiales, una música de cuerda algo estridente que evoca, naturalmente, la de aquella época, unos paisajes helados, un mar embravecido y el asombro de un niño para contar una historia de venganza.
No es, no lo pretende, una historia clásica, sino moderna, fuerte y agresiva, pretendidamente realista y algo alejada del clasicismo sobrio de las de aventuras del Hollywood clásico.
No me interesan demasiado las prácticas de bestialismo a las que se acostumbraban estas gentes en períodos de lucha, y de esto hay mucho en la cinta, pero lo entiende, o al menos lo soporto, como un mecanismo para contarme un trasfondo, una historia más o menos interesante, la evolución del niño rey, su obsesión por el poder, sus relaciones con otros seres. Pero aquí parece que el medio es el mensaje. 
Excelente nota requiere la fotografía y los paisajes, realmente espectaculares: fuego, hielo, volcanes, caballos, barcos...
Quema la mecha de los excelentes actores -Nicole Kidman, Ethan Hawke, y Willem Dafoe- al comienzo de la cinta, en su primeros veinte minutos, lo cual es una estrategia interesante.
El resultado es interesante, pero no es una obra redonda. Quizá para los muy 'cafeteros' pueda resultar gigante, pero dista mucho de emocionar o transmitir como tal.

jueves, 20 de octubre de 2022

§ 2.800. American Gigoló (Paul Schrader, 1980)

 

Un 'clasicazo' de los años 80 muy valorado por la crítica y probablemente bien recibido en su momento por el público.
Un guapo de libro, chulo de profesión, envuelto en una historia criminal. Guión más que interesante, del propio director, con un metraje civilizado, termina siendo un producto típico de los ochenta. Vista en perspectiva queda un poco viejuna, pero no se ve mal si tienen en consideración sus premisas.
Desde luego el director no evitaba los temas escabrosos y difíciles. Porque ahora es relativamente fácil rodar este tipo de películas, pero antes no era tan sencillo. 
No se aprecia una evolución en el personaje, aunque es lo que pretende el director, desde la simpleza de vida que lleva hacia otro sitio. Tendría que haber sido el camino lógico, pero no hay una gran evolución en el personaje.
Algo tiene que cambiar en su visión de la vida y, sin embargo, parece que sigue en el mismo sitio. Una evolución más severa, más real y menos impostada hubiera resultado más creíble. Sin embargo la cinta se regodea en los aspectos más insulsos de la historia. 
Eso sí, el guión tiene verdadero mérito. Construye la historia perfectamente. El realidad el director antes de iniciarse en estas lides fue guionista, y de los más brillantes.
Richard Gere funciona más o menos bien, se elevó al estrellado en esos años con cintas como esta y otras parecidas. Lauren Hutton también está en su papel, sin más.
Hector Elizondo, naturalmente, borda su papel, como no podía ser de otra forma. La nota de color la pone el bueno de Bill Duke, que aporta la nota discordante.

miércoles, 19 de octubre de 2022

§ 2.799. Hardcore, un mundo oculto (Paul Schrader, 1979)

 

Una película previsible, en el sentido de que era lo que demandaba la época, finales de los 70, en los albores del porno industrial en la América bienpensante.
Es el tipo de película hecha a la medida del protagonista, un George C. Scott que no me ha llegado a gustar especialmente. Tiene un punto de serio y formal, acostumbrado a gobernar su casa y su familia con mano de hierro, con reglas sencillas, simples y comprensibles para todos pero que se ajustan a su modo de vida y de pensar. Es muy difícil, obviamente, transmitir los sentimientos religiosos en el trabajo actoral, y aunque probablemente sólo actores tan bregados en mil batallas puedan llegar a hacerlo medianamente bien, Scott no me transmite la sensación de hombre torturado por sus tensiones religiosas. Incluso cuando llora no lo hace especialmente creíble, no creo que fuese un hombre que llorase a menudo. Cuando se enfrenta al papel de buscador de su hija parece que se encuentra más a gusto, más entonado, mejor. 
El desarrollo es rápido y fulgurante, se presenta rápidamente y se desarrolla a toda velocidad sin ningún tipo de artificios. A veces sin música ni diálogos. 
La sordidez del ambiente no consigue captarla del todo, lo insinúa, parece sugerirlo y seguramente para la época era muy avanzada, provocadora, sucia, pero pasados los años, más de cuarenta, ha quedado algo fuera de lugar, viejuna, rancia, poco verosímil, incluso algo mojigata por momentos.
Se deja ver, tiene su gracia, es interesante, pero no es una cinta que tenga más de un recorrido.

martes, 18 de octubre de 2022

§ 2.798. Un dios salvaje (Roman Polanski, 2011)

 

Interesante propuesta de Polanski, que no suele dejar indiferente a nadie. Cuatro actores magnífico abordando un problema familiar provocado por los niños. La tensión que provoca el seguimiento del problema está magníficamente tratado. Seguramente lo mejor en esos casos es huir en dirección contraria lo más rápidamente posible. Seguir manteniendo el conflicto no hace más que prolongar su resolución. 
Kate Winslet y Christoph Waltz son unos padres, y Jodie Foster, y John C. Reilly los padres del otro niño. Me ha gustado mucho Waltz, y también Foster. Son los dos mejores sin lugar a dudas.
De una situación cotidiana saca una película estupenda. Realmente la situación descrita puede ser más común de lo que parece y no está tan alejada de la realidad como pudiera parecer a primera vista.

§ 2.797. Rostros (John Cassavetes, 1968)

 

Experimento fílmico más que película convencional. Interesante por lo que es, por cómo se rodó, por quién lo hizo y por su impacto en la historia del cine, que es, al parecer, mucha.
No pretende contar una historia de una manera tradicional. Los planos son siempre muy cercanos, a veces directamente enfrente de la cara de los protagonistas. Además, como he leído, no hubiera sido capaz de apreciarlo, las escenas comienzan una vez que la acción ya ha comenzado. Lo peculiar es que la ación no empieza con la toma de la cámara, sino que el plano 'se incorpora' a la acción que ya está discurriendo. Eso le da una nota de rapidez a la acción, un vértigo, una velocidad notable.
La temática no tiene nada de particular, retrato de una sociedad decadente, matrimonios desechos, infidelidades, alcohol a raudales, tabaco, vicios de todo tipo que componen una collage caleidoscópico que muestra solamente algunas piezas de la realidad que muestra, para que el espectador componga por sí mismo las piezas que faltan.
Problemas adultos de gente con bastante poca fibra moral. No me ha agradado especialmente. Se puede ver. De hecho veré más películas de Cassavetes, pero el cine independiente no es de los que más me gustan. De hecho me aburre bastante. Soy más de cine convencional, por no  decir clásico.
Me ha gustado mucho, eso sí, el papel de John Marley, perfectamente reconocible como el productor de cine de El Padrino (1972), prácticamente con el mismo pelo y edad.
Muy guapa, fina, sensual y brillante está Gena Rowlands, gran dama del cine.
El director es el también actor John Cassavetes, precursor del cine independiente y referente en el género, precisamente por películas como esta, experimentales, prácticamente artesanales, rodadas con pocos medios, distribuida en un circuito pequeño pero que gustó a la crítica, pero no sé si verdaderamente por su calidad o más bien por ser una contestación al sistema clásico y organizado de hacer películas. Una contraposición perfectamente interesante, por otra parte. No se olvide que la explotación del cine independiente también es un negocio en sí mismo.
Al gran público le gusta todo. Esa es mi opinión. Una película sí tiene algo que decir siempre tiene un público al que dirigirse. Y esta, sin duda, lo tiene. Tiene un discurso, tiene un mensaje, pretende exponer problemas reales de gente real.
No me ha agradado demasiado, pero  reconozco su valía.

§ 2.796. Tiovivo c. 1950 (José Luís Garci, 2004)

 

La baza de la sentimentalidad tiene que ser un recurso o un efecto, no el guión estético de la cinta. Retrato de un Madrid decadente, cansado, aburrido pero una cierta forma de ver la vida satisfactoria. La gente hacía lo que podía, vivía como podía, era feliz como podía. 
Un retrato de personajes de variada condición, extracción social, trabajo, linaje, origen, forma de vivir y sentir. Todos ellos, cada uno en su individualidad, con sus propias vivencias, disquisiciones, problemas, amores, traumas, celos. Me recuerda algo a La colmena, de C.J.C. Ese devenir de personajes que entran y salen de la escena por poco tiempo contando pocas cosas pero muy emotivas.
El reparto más que extraordinario es inmenso. Entran un salen grandes del cine español, ellas y ellos, cuentan su asunto y salen de la pantalla. Más de 50 actores que por sí hubieran soportado un metraje de dos horas como protagonistas. Desde Andrés Pajares hasta Manuel Galiana, Carlos Hipólito o Fernando Guillén Cuervo. María Adanez, María Asquerino, Amparo Bautista.
Tiene algo de despedida del gran cine por parte de Garci. Parece como si todos los grandes actores hubieran querido participar en esta cinta, que tiene algo de despedida y de homenaje.
Un retrato poliedrico de un Madrid triste y desangelado, feliz y acomodado en algunos momentos pero muy difícil para la supervivencia en otros.
Un retrato triste y emotivo de la época de la niñez del director, que recuerda por los ojos de sus personajes la esencia de sus vivencias.
No rehuye temas escabrosos: la policía política, el papel del clero, los empleos precarios, la servidumbre de las clases bajas, las amantes trileras... 
Es interesante, pero no me parece que sea de las mejores del director. A mi, al menos, hay otras obras suyas que me han gustado muchísimo más. Además, como inevitablemente tiene que ser es una cinta larguísima. 143 minutos es, se mire como se mire, un metraje descomunal. Además, la ausencia de una historia central que centre la película, y la insistencia en hacer un collage de cuentos pequeños con historias muy breves dificulta el seguimiento lineal. En principio este tipo de 'experimentos' no me gustan demasiado.

lunes, 17 de octubre de 2022

§ 2.795. El solista (Joe Wright, 2009)

 

Del director vi hace varios años El instante más oscuro (2017) que me pareció muy emotiva y muy bien trazada, luego he visto algunas partes de la película y no me pareció tan intensa. Ésta es anterior y la temática es atrayente, me recuerda a una cinta que vi sobre un periodista que decía haber descubierto a un ex boxeador, un auténtico campeón de los grandes pesos que vivía en la calle. No es que hubiera ganado muchos combates ni título alguno pero sí peleó por grandes cosas siendo muy célebre. Luego desapareció de la faz de la tierra... Pero todo era mentira.
En esta, sin embargo, la historia es cierta, totalmente y eso le da a la historia un valor añadido.
El director aprovecha no sólo para contar su historia, que también, sino para realizar una introspección hacia la locura, la enfermedad mental, el abandono y la ayuda mutua. Es un esquizofrénico de manual, no diferencia la realidad de lo que imagina, desdoblándose su personalidad y haciéndole sufrir una barbaridad.
Esta cinta juega con la misma idea. Está bien montada, tiene ritmo. Creo que los actores están muy bien elegidos: Jamie Foxx, que lo borda, en ese terreno intermedio entre el loco y el genio, y un Robert Downey Jr con sus puntos hitriónicos pero contenido y algo más sereno cada vez que la película va adquiriendo mayor tonalidad, mayor peso específico, mayor intensidad dramática.
Gran trabajo actoral. Quizá me ha parecido un poco larga, no es necesario contar en 120 minutos lo que se puede contar en 90.

§ 3.879. Resultado final (Juan Antonio Bardem, 1997)

Última cinta del indiscutible gran Director que fue Bardem. Y ya sabes lo que leen este blog la idea que tengo sobre la última película de l...