martes, 4 de octubre de 2022

§ 2.778. Combate decisivo (André De Toth, 1957)

De Toth siempre tiene buenas películas. Ritmo, emoción, temperamento. Nutrido directamente del cine negro esta cinta la hubiera podido firmar Robert Wise perfectamente.
Aunque el tema de fondo es escabroso a veces lo trata con una cierta ligereza. "Todo parece una apuesta".
Hay algo de cierto en la perspectiva que plantea sobre las adicciones: qué nunca vienen solas, que quien es adicto a las apuestas lo es también al alcohol, a la morfina, al fracaso...
Las escenas del combate de boxeo son magníficas, dignas del mejor director de cine negro. Realmente estupendas. Sin embargo las escenas bélicas son más 'normalitas', menos efecitistas, probablemente porque son más difíciles de rodar, más caras y con mayores exigencias.
La historia por la que transita la película es de las que construyen por sí misma una película. Un guión sobresaliente, firmado por Paul Dudley, Crane Wilbur, y Anthony Veiller. La novela es de Barney Ross, lo cual parece indicar que es una novela autobiográfica.
La historia, a grandes rasgos, es verídica y responde al personaje real. Efectivamente fue boxeador, luego marine y más tarde adictor a la morfina.
Me ha parecido una película muy interesante, muy comprometida en la lucha por las adicciones, en una época e la que no era tan común tratar este tipo de problemas. 
Me ha parecido que la votación que tiene, en las varias plataformas que manejo, no se corresponde con la mi perspectiva. No es una obra maestra, pero es una muy buena cinta. Entretenida, comprometida, vigorosa, con un propósito moralizante nada oculto pero no abrasivo. No es Dias sin huella, ni Dias de vino y rosas, ni Un sombrero cargado de lluvia, películas verdaderamente durísimas. Es más suave, con propósito más lúdico, por eso precisamente es algo más frívola.

lunes, 3 de octubre de 2022

§ 2.777. Sangre en Filipinas (Mark Sandrich, 1943)

Me parece tremendamente emotiva. Me recuerda a una cinta de Negulesco "Regresaron tres" (1950), en la interpretaba también Claudette Colbert, aquí magistral. La acompaña una guapísima Paulette Goddard, y una menos 'animal' que otras veces Veronica Lake, que parece incluso recatada. Un papel para no olvidar. Una trilogía de mujeres realmente estupenda, a cual mejor. La brillantez y la sonrisa de Colbert, la impresionante presencia de Colbert y el siempre agradable gesto de Lake. 
Es claramente una película propagandística, pero sabes lo que están viendo. 
Me ha parecido estupenda. Tiene ese punto de emotividad y autenticidad que hace de una cinta algo singular. Es una película para recordar. Quizá un poco larga, hay mucho que contar en 125 minutos. Feminismo en estado puto, mujeres valientes en marcha, en acción, asumiendo todas las consecuencias de sus acciones, valerosas y potentes. Sin miedo. Estos son mujeres consecuentes con sus principios, no otras que se las dan de feministas de salón, subvención mediante y protección sindical y política. 
Esa parte de la historia, que me recuerda a MASH, narra muy bien algunos aspectos de esa peculiar vivencia que los médicos viven cuando se someten al estrés permanente que supone ejercer su trabaja en plena guerra.

domingo, 2 de octubre de 2022

§ 2.776. Negocios del corazón (Raoul Walsh, 1959)

 

Una de las últimas películas de Walsh, todo un genio del cine y probablemente de la vida.
Temática militar, musical, metraje contenido, pocas pretensiones: entretenimiento, diversión y evasión. Ninguna complicación. Seguramente a este tipo de directores -Hathaway, Fleischer, Mann, Vise, Tournier- les dabas un guión medianamente decente, un presupuesto limitado y algo de mancha ancha para traer a su gente y te montaba una película en diez días, la rodaban en 40, editaban en 15, publicitaban en 10 y la tenían en la calle en tres meses desde que se comenzó el rodaje. Cine industrial, en cadena de montaje, el Gran Hollywood.
Lo de Walsh es un auténtico escándalo, tiene de todo, aunque principalmente abundan las aventuras. Esta cinta no es de las que más destacaría suyas. Tiene su ritmo, pero no me parece que transmita grandes cosas. Y eso que el reparto prometía.
No me gustan las películas musicales, y esta no es una excepción. Me parecen tediosas y la trama se interrumpe con las canciones que, la mayoría de las veces, no aportan mucho al discurso.

§ 2.775. Nuestros superiores (George Cukor, 1933)

 

No sé, la verdad. Me provoca un poco de rechazo y, a la vez algo de atracción. Es interesante y un poco aburrida. Por momentos tiene su gracia, y por otros se hace tediosa.
Entre comedia y situación sitúa esta para mi rareza de Cukor, que le tengo por un gran directo de mujeres y de lo que en los años treinta y cuarenta se consideraba comedia de situación. Es cierto que sus mejores obras funcionaron más tarde, casi 15 años más tarde. Puede considerarse una obra de iniciación, de aprendizaje, 
de alta ironía y un poco de plagio de las obras de Lubitsch.
El morbo de las parejas que bailaban charlestón bebiendo ginebra y con perlas en el cuello y en la muñeca tiene su gracia, su punto atrayente.
No reconozco a Constance Bennett, aunque, la verdad, la he visto en pocas películas. Entre ellas una muy particular, La mujer X , de  David Lowell Rich, y Hollywood  al desnudo, del propio Cukor. En ninguna de las dos la recuerdo con naturalidad e intensidad. Pero la sensualidad que muestra es difícil de olvidar, porque es natural y, a la vez, morbosa. Interesante mezcla.

sábado, 1 de octubre de 2022

§ 2.774. Desconfianza (Robert Z Leonard, 1948)

 

Interesante propuesta de cine clásico. Melodrama con tintes psiquiátricos, remordimientos, culpa, suicidio y resentimiento.
Magnífica Claudette Colbert y muy interesante Walter Pidgeon, gran actor.
Quizá era una cinta con más pretensiones, pero no se la ve vieja o pasada de moda. Antes al contrario, tiene una temática actual, rodeando el tema del alcoholismo y sus repercusiones en las relaciones familiares.
Es un drama en toda regla, pero se deja ver perfectamente. Me ha gustado mucho.

viernes, 30 de septiembre de 2022

§ 2.773. El pecado de Cluny Brown (Ernst Lubitsch, 1946)

 

Comedia de situación al servicio de los dobles sentidos, la pillería, la sorna, la risa fácil y el humor inteligente. Lo que era Lubitsch.
Todo al servicio de una Jennifer Jones que estaba siempre en todas las salsas, en todas... Acompañado por un Charles Boyer ya algo mayor pero siempre en su punto, y con Peter Lawford y Helen Walker.
Enredo, situaciones dobles, sátira social a la bienpensante clase alta británica y una cierta mofa de la lucha antinazi.
Como siempre Lubitsch no defrauda.

jueves, 29 de septiembre de 2022

§ 2.772. Primavera tardía (Yasujiro Ozu, 1949)

 

Sólo he visto otra película suya, Buenos días (1959), y no me gustó demasiado. De una lentitud no sólo exasperante, sino inconsecuente e inservible.
Sus característicos planos a ras de suelo son interesantes, aportan un punto de vista muy distinto de la forma de rodar usual entre los cineastas, planos cortos, con gran angular y con un centro de gravedad muy bajo.
Filmar la tranquilidad de la vida cotidiana no parece muy sugestivo, y quizá no lo sea, pero de lo que se trata es de conseguir que lo sea. Y eso precisamente es lo que consigue Ozu, que está considerado un grandísimo director.
No digo que no sea una cinta valiosa, seguramente está muy valorada, pero no es mi tipo de cine. Me agrada verla, pero no es el tipo de película que me gusta. No me conmueve, no me araña los sentimientos, y no se trata de la lentitud o del tipo de relación fría y distantes que mantienen los personajes. No, es que la forma de contarla me deja un tanto frío. Comparar esta cinta con Vivir de Kurosawa, que también es una cinta fría y de sentimientos tranquilos no es descabellado. Pero aquella, que vi hace tiempo la recuerdo con verdadero cariño, mientras que esta me va dejando frío. Desde luego es una desarrollo canónico, muy ortodoxo, nada artificial y muy sentido y sincero. Pero no es la forma de rodar que más me agrada. Probablemente no aprecio las cosas en su justo punto. Simplemente soy un aficionado a ver películas, sin más, sin pretensiones, sin ver las cintas porque hay que verlas. Por eso me es completamente indiferente lo que piense el público o la crítica sobre una cinta. No me influye, ni para bien, pues hay algunas películas que se consideran estupendas y a mi me han aburrido soberanamente, y al revés, películas que han sido masacradas por los gurús de esto a mi me han encantado. Cierto es que depende un poco del estado de ánimo con el que vea las películas. Si estoy muy cansado suelen no agradarme, y, sin embargo, si las veo a mediatarde de un día sin ajetreo las saboreo más.

§ 3.893. Exorcismo (Juan Bosch Palau, 1975)

  Al calor de la moda impuesta por el éxito internacional (y sin precedentes) de la película de William Friedkin El exorcista (1973), la ind...