
Ni por un momento dudaba de la capacidad dramática de James Cagney, es mucho mejor actor de lo que el encasillamiento habitual de Hollywood presagiaba. Se puede considerar uno de los mejores actores del cine. Sin embargo lo que me ha sorprendido gratamente es Doris Day. Manifiesta una fisicidad absolutamente rotunda, mucho más guapa que en esas comedias de mediados de los sesenta y setenta en que representaba el papel de abnegada madre de familia preocupada por cosas triviales en comedias ligeras (inolvidable sus papeles con Rock Hudson). Tiene empaque, cuerpo (al lado de Gagney mucho más, claro) y una cara muy dulce. Me parece que borda el papel, y seguramente canta verdaderamente las canciones ella misma. También baila estupendamente.
Cameron Mitchell es el pianista, siempre en segundo plano pero con creciente importancia a lo largo de la cinta. Presenta el contrapunto al mafioso, un hombre sereno y delicado, verdaderamente enamorado de ella.